21 de septiembre de 2023

La guerra total

21 de febrero de 2009
21 de febrero de 2009

Esta declaración corresponde exactamente a la figura de la guerra total, donde (1) No hay ningún dialogo posible con el enemigo (ni siquiera para intercambiar prisioneros) y (2) La única “paz” pensable es la rendición incondicional. Y ambas tesis en efecto parecen implicar un endurecimiento en la ya dura posición del Presidente Uribe respecto de las Farc.

¿Pero, dureza sobre el acuerdo  humanitario?

Como puede verse en el Cuadro 1, durante casi siete años el Presidente electo o en funciones autorizó e incluso envió a distintos mediadores para llevar a cabo el (mal) llamado “acuerdo humanitario” con las Farc. 

 

CUADRO 1

CRONOLOGÍA DE LOS EMISARIOS AUTORIZADOS POR EL GOBIERNO PARA TRABAJAR LA INICIATIVA DE UN ACUERDO HUMANITARIO

Mayo 26 – Agosto 7 – Agosto 8 de 2002

Solicitud de Buenos Oficios al Secretario General de la ONU para “buscar un diálogo que conduzca a la paz y acuerdos humanitarios”.

Noviembre – Diciembre de 2002

Autorización a la Iglesia Católica y al ex Presidente Alfonso López Michelsen para integrar sendas comisiones facilitadoras.

Enero 31 de 2003

 

Gobierno colombiano hace pública autorización a Monseñor Luís Augusto Castro, al Padre Darío Echeverri y al ex Ministro Angelino Garzón, para adelantar una misión facilitadora.

 Julio 19 de 2003

Autorización al señor James Lemoyne,  Asesor Especial de la Organización de las Naciones Unidas, para adelantar una reunión con las FARC en Brasil.

Septiembre 4  

Diciembre 27 de 2003

Reuniones de Monseñor Luis Augusto Castro y el Padre Darío Echeverri, con “Raúl Reyes”.

Junio 30 de 2004

Reunión del representante de Suiza con las FARC.

Junio 30 de 2004

Autorización a la Iglesia colombiana para adelantar una reunión con las FARC en Brasil – Contactos con el gobierno de Brasil para tal propósito.

Noviembre 18 de 2005

 

Ratificación de la conformación de Comisión Facilitadora Internacional (España, Francia y Suiza).

Agosto- Octubre de 2006

Autorización al Dr. Álvaro Leyva Durán para facilitar el acercamiento con las FARC.

Febrero 23 de 2007

Autorización a la señora Lucy de Gechem para adelantar contactos con las FARC como representante de los familiares de los secuestrados.

Marzo 21 de 2007

Aceptación de la propuesta de 7 congresistas de USA para servir de garantes en una eventual zona de encuentro con las FARC.

Agosto 15 de 2007

Autorización a la Senadora Piedad Córdoba para que adelante una labor de facilitación con miras a un Acuerdo Humanitario.

Agosto 31 de 2007

Reunión de los presidentes Álvaro Uribe y Hugo Chávez en Bogotá. El Gobierno de Colombia autoriza encuentro de delegado de las FARC con el Presidente Chávez en Venezuela.

Noviembre 21 de 2007

El Gobierno de Colombia cancela la facilitación del Presidente Chávez y la Senadora Piedad Córdoba, después de una inusual llamada telefónica de Chávez al Comandante del Ejército de Colombia.

Febrero 21 de 2008

Durante la visita del Canciller de Francia, Bernard Kouchner, el Gobierno de Colombia reiteró su confianza en la gestión que adelantan los dos delegados europeos, quienes mantienen contactos con las Farc  para lograr un Acuerdo Humanitario.

 Abril 1 de 2008

A solicitud del Presidente Sarkozy, el Presidente Uribe ofrece todas las garantías a una misión humanitaria para atender la salud de los secuestrados, la cual tendría el acompañamiento del CICR.

Señala que una vez sean conocidas las coordenadas por el Gobierno colombiano, se suspenden acciones militares en la zona. 

Fuente: Este cuadro es una adaptación del Documento Iniciativas del Gobierno Nacional para alcanzar un Acuerdo Humanitario con las Farc, Oficina del Alto Comisionado por la Paz.

Más aún -y en contravía de lo que suele decirse- el Presidente había mostrado cierta flexibilidad en  cuanto a las condiciones para llegar al canje de secuestrados por guerrilleros presos, incluyendo las excarcelaciones unilaterales y las propuestas para un “sitio de encuentro” con los voceros de las Farc. El Cuadro 2 describe la trayectoria  de posiciones del gobierno a este respecto.

CUADRO 2

CRONOLOGÍA DE LAS INICIATIVAS DEL GOBIERNO PARA  EL ACUERDO HUMANITARIO

Septiembre 26 de 2002

 

Después de haber escuchado varias veces a los familiares de los secuestrados y de reuniones en New York con representantes del Gobierno francés y el Secretario General de Naciones Unidas, el Presidente Uribe toma la decisión de no condicionar el Acuerdo Humanitario al inicio de un proceso de paz con las FARC, ni a la declaratoria de un cese de hostilidades.

Noviembre 21 de 2002         

Propuesta a las FARC para encuentro con presencia de garante internacional. 

Septiembre 8 de 2003

 

Para liberar con prioridad a quienes se encuentren en grave riesgo debido a sus condiciones de salud, el Gobierno Nacional reitera su voluntad de permitir el Acuerdo Humanitario.

Julio 23 de 2004

 

Propuesta enviada por el Gobierno Nacional a las FARC a través de Suiza:

         Liberación inicial de 50 guerrilleros por parte del Gobierno.

         Como paso siguiente liberación de secuestrados por las FARC.

         Acto seguido inicio de un proceso de paz con cese de hostilidades y acompañamiento de Naciones Unidas.

Diciembre 17 de 2004

Condicionamiento de la extradición de “Simón Trinidad”, a la liberación de los secuestrados antes del 30 de diciembre de 2004.

Agosto 9 de 2005

 

Aceptación de la propuesta de un grupo de familiares de personas secuestradas, para convenir la vereda Aures, en el municipio de Caicedonia, Valle del Cauca, como sitio de encuentro.

Septiembre 8 de 2005

Propuesta del Gobierno Nacional para establecer como sitio de encuentro una escuela del corregimiento Bolo Azul del municipio de Pradera, Valle del Cauca.

Octubre 20 de 2006

 

Suspensión de acercamientos con las FARC a raíz del acto terrorista en la Escuela Superior de Guerra en Bogotá.

Diciembre 21 de 2006        

Gobierno informa sobre la reactivación de la facilitación internacional.

Junio 4 de 2007

Se inicia proceso de excarcelación de 150 miembros de las FARC, procesados por el delito de rebelión, para su reintegración a la vida civil.

Diciembre 4 de 2007

El Gobierno de Colombia presenta un proyecto de decreto para la reglamentación del artículo 61 de la Ley de Justicia y Paz -autorización al Presidente de la República para adelantar acuerdos humanitarios.

Marzo 27 de 2008

El Gobierno Nacional expide el Decreto 880 por medio del cual se reglamenta el artículo 61 de la Ley 975 de 2005.

Se simplifica el procedimiento:

         Liberación de secuestrados es asumida como la realización del Acuerdo Humanitario.

         En consecuencia el Gobierno queda comprometido a conceder los beneficios del artículo 61, adelantando el estudio jurídico respectivo.

         Se establece procedimiento para el trámite ante las autoridades judiciales.

Mayo 14 de 2008

 

El Gobierno reafirma su intención de lograr la localización humanitaria de los secuestrados, la disponibilidad del fondo de recompensas de 100 millones de dólares para motivar la desmovilización de guerrilleros que traigan a la libertad a los secuestrados y el mandato de los facilitadores debidamente autorizados. Estos temas serán tratados en reuniones bilaterales con ocasión de la cumbre América Latina y Caribe con la Unión Europea.

Febrero 13 de 2009

El presidente Uribe afirma que el único acuerdo humanitario que se acepta con las Farc es que liberen unilateralmente y de inmediato a todos los secuestrados.

Fuente: Oficina del Alto Comisionado por la Paz, ibídem

Y sin embargo el endurecimiento verbal del Presidente respecto del “intercambio humanitario” no tiene ningún efecto práctico por dos razones simples. Primero, porque bajo ninguna de las fórmulas las partes habían llegado a un acuerdo y  ni siquiera se habían acercado a un acuerdo, de suerte que seguimos como estábamos. Segundo,  porque la Operación Jaque y la liberación unilateral de los dos últimos secuestrados “políticos” le quitaron mucho peso a este asunto y en todo caso le cambiaron su carácter – pues ahora se trataría de canjear excombatientes por excombatientes (nada se ha dicho del secuestro extorsivo).

¿Dureza sobre un acuerdo de paz?

También en cuanto al logro de la paz parecería haber un cambio de matiz o de lenguaje que formaliza y viene a reiterar la negativa del Presidente Uribe a explorar tan siquiera la salida negociada.

En efecto y como muestra el Cuadro 3, el Presidente había aludido de cuando en cuando a las negociaciones y acuerdos con las Farc como instancia posible, deseable o  terminal de un proceso de  paz que desterrara definitivamente la violencia. Estas palabras necesariamente implican una negociación y algunas concesiones grandes o pequeñas de cada una de las partes, que en todo caso distan de la rendición incondicional.

 

CUADRO  3

CRONOLOGÍA DE LOS DISCURSOS DEL PRESIDENTE URIBE REFERENTES A LA PAZ NEGOCIADA  CON LAS FARC

Agosto 7 de 2002

 

Discurso de posesión

“He solicitado al Secretario General de las Naciones Unidas, Señor Kofi Annan, los buenos oficios de la institución para buscar el diálogo útil a partir de un alivio para la sociedad que debe ser el cese de hostilidades. En este marco exploraremos soluciones humanitarias, que liberen secuestrados, que se den a partir de acuerdos que vislumbren la paz definitiva como algo posible. Quienes quieran disfrutar la libertad, que permitan que el pueblo disfrute la tranquilidad. He pedido a los medios de comunicación y a la opinión comprender la prudencia que el tema demanda”.

Septiembre 30 de 2004

Discurso ante la 58 asamblea de la Organización de Naciones Unidas

“Agradezco los esfuerzos realizados por el Secretario General en el último año para buscar caminos de paz con las FARC. El Gobierno apoya la gestión de buenos oficios que hasta ahora ha sido infructuosa por falta de voluntad de los terroristas.”

Agosto 7 de 2006

 

Discurso de posesión

No nos frena el miedo para negociar la paz. Confieso que me preocupa algo diferente: el riesgo de no llegar a la paz y retroceder en seguridad. La paz necesita sinceridad. Por eso los hechos irreversibles de reconciliación deben ser el enlace entre seguridad y paz.”

Septiembre 9 de 2006

 

Comunicado 005 de la Casa de Nariño

“El Gobierno tiene la voluntad de aceptar una zona de encuentro con las FARC, con condiciones propicias para la eficacia del Acuerdo Humanitario y de la Paz; condiciones que se pueden acordar“. 

Agosto 8 de 2007

“Si las Farc liberan a los secuestrados, el Gobierno está dispuesto a convenir una zona de encuentro con el ánimo de pactar la paz en 90 días”.  

 

Marzo 29 de 2008

“Las Farc tienen dos caminos: o seguir causando muertes, destrucción y tarde que temprano desaparecer por la acción contundente del Estado, o reflexionar: liberar a los secuestrados, buscar la paz, para la cual estamos listos, y buscar que sus integrantes tengan un futuro en la Patria y en el mundo. “

Fuente: archivos de Razón Pública

Pero la “nueva” exigencia de que “cesen los actos de violencia y hagan paz” implicaría, simple y llanamente, que las Farc se disuelvan o dejen de existir, porque su única arma es la violencia y sin ella no importarían nada ni contarían para nada. Pedir que “hagan la paz” antes de negociar la paz es pues poner la rendición incondicional como la única conclusión posible del conflicto.      

Y sin embargo la tesis de rendición incondicional no es realmente nueva.   Por una parte  es claro que las alusiones del Presidente Uribe a una paz negociada no eran más (y en el futuro seguramente no serán más) que una figura retórica, una frase obligada ante ciertas audiencias o en ciertos contextos donde importa fungir como estadista razonable, porque de hecho su gobierno ha guardado absoluto silencio sobre cuáles podrían ser los mecanismos, los temas o los contenidos posibles para la negociación eventual con las Farc.

Y además la exigencia de rendición incondicional no es incompatible con las ofertas que en distintos tonos y en distintos momentos ha hecho el Presidente a los guerrilleros rasos e incluso a los comandantes de las Farc. Como podrá constatarse en el Cuadro 4, estas ofertas no incluyen alusión ninguna a reformas políticas o sociales, sino a una gama de figuras penales e incentivos financieros que facilitarían la desmovilización, la deserción o la entrega voluntaria de los miembros de las Farc.

 

CUADRO 4

CRONOLOGÍA DE LAS PROPUESTAS DEL GOBIERNO DE URIBE PARA LA DESMOVILIZACIÓN DE GUERRILLEROS

Agosto 16 de 2004

Presidente Uribe: “Vamos a revisar en los próximos días la política de oferta de recompensas en un punto muy especifico, el porcentaje que se le puede otorgar a aquellos integrantes de grupos terroristas que abandonen esos grupos y que nos entreguen el dinero que esos grupos terroristas tienen. Ella puede recibir una condena de los jueces pero al mismo tiempo por haberse reinsertado un beneficio del Gobierno. El Gobierno está resolviendo el tema jurídicamente.”

Marzo 27 de 2008

El Gobierno Nacional expide el Decreto 880 por medio del cual se reglamenta el artículo 61 de la Ley 975 de 2005 (Ley de Justicia y paz).

 

La propuesta es la siguiente

 

         Liberación de secuestrados es asumida como la realización del Acuerdo Humanitario.

         En consecuencia el Gobierno queda comprometido a conceder los beneficios del artículo 61, adelantando el estudio jurídico respectivo.

         Se establece procedimiento para el trámite ante las autoridades judiciales.

Junio 12 de 2008

El Gobierno declara estar dispuesto a encontrar un mecanismo que permita conceder el beneficio de libertad condicional a los guerrilleros que se desmovilicen y liberen a los secuestrados que tengan en su poder, con la posibilidad de enviarlos al extranjero. De igual manera se asume el compromiso de no extraditar a un guerrillero que tenía secuestrados en su poder, si procede a la liberación inmediata de los mismos.

Enero 13 de 2009

 Presidente Uribe: “Si el ‘Mono Jojoy’ entrega a los secuestrados y abandona la guerrilla, no va a tener indulto ni amnistía, pero puede tener libertad”

 

 

Febrero 15 de 2009

Presidente Uribe: “Vamos a revisar en los próximos días la política de oferta de recompensas en un punto muy especifico, el porcentaje que se le puede otorgar a aquellos integrantes de grupos terroristas que abandonen esos grupos y que nos entreguen el dinero que esos grupos terroristas tienen”

 

“Ella puede recibir una condena de los jueces pero al mismo tiempo por haberse reinsertado un beneficio del Gobierno. El Gobierno está resolviendo el tema jurídicamente”

Fuente: archivo de Razón Pública

Así que este gobierno de manera consistente se ha negado a ver las Farc como un actor político o por lo menos parcialmente político – a diferencia del trato que en su momento le otorgó al ELN[2].  Más todavía, el gobierno se ha negado a ver las Farc como un actor criminal organizado – a diferencia del trato que otorgó a las AUC-.  

De este último punto resulta un corolario que vale destacar: la “Ley de Justicia y Paz” fue materia de prolongadas discusiones en Santa Fe Ralito y sus versiones sucesivas se adaptaron, al igual que los decretos complementarios, a los altibajos del proceso y a la situación peculiar (e incluso personal) de cada comandante. Ofrecerles a las Farc la aplicación de una ley que no fue “sondeada” con sus mandos ni fue pensada en función de sus circunstancias es una propuesta que insiste en ignorarlas como organización.

Aún en términos de técnica jurídica cabe argüir que los ofrecimientos basados o derivados de la Ley de Justicia y Paz no pueden aplicarse en forma individual a ningún miembro de las Farc sin que antes se haya dado algún acuerdo o alguna aceptación de su carácter de grupo u organización armada como tal. Pese a la argucia jurídica de llamar “acuerdo humanitario” a la entrega de cualquier secuestrado- como hizo el Decreto 880 de 2008 (Cuadro 4) – queda en pie la frase entera al final del artículo 61 de la Ley, según el cual  ”El Presidente de la República tendrá la facultad de solicitar a la autoridad competente, para los efectos y en los términos de la presente ley, la suspensión condicional de la pena, y el beneficio de la pena alternativa a favor de los miembros de los grupos armados organizados al margen de la ley con los cuales se llegue a acuerdos humanitarios”.

El endurecimiento no es con la guerrilla

La relación anterior deja en claro que la nueva actitud del Presidente en realidad es menos nueva de lo que parece y que no tendrá efectos directos para las Farc en relación con el actual gobierno.

El endurecimiento verbal fue una respuesta inmediata a la liberación unilateral de los seis secuestrados  por parte de ese grupo guerrillero. O sea que, de entrada, es una negación de lo humanitario como un valor in se (no importaba la libertad de los rehenes: importa ganar la guerra). Y en lo estratégico podría haber sido una forma de abortar cualquier ventaja militar, ganancia de popularidad o espacio político que las Farc hubiesen buscado o pudieran obtener con su jugada.

Nadie ha podido decir en qué consistiría la ventaja militar de la guerrilla al liberar seis secuestrados. Si antes se temía que una “zona de encuentro” o de “despeje” (como la que las Farc reclamaban en Pradera y Florida) podría convertirse en un “corredor estratégico” para las drogas, las armas u otros usos siniestros, ahora bastó con suspender por unas horas los operativos militares para que seis compatriotas recuperaran su libertad. Y de hecho esta vez fue el Estado quien trató de obtener “inteligencia” con sus mal escondidos “sobrevuelos”.

Por su parte la ganancia política si acaso habría consistido en mostrar una guerrilla algo menos criminal, quizás interesada en explorar las vías de la paz negociada. Pero las encuestas de opinión confirman que las Farc no han ganado prestigio, respetabilidad ni apoyo cuando anuncian su interés en dialogar y menos aún – si cabe- cuando adelantan diálogos como los que tuvieron lugar en El Caguán. Es al revés: la opinión – o en todo caso la opinión informada por los medios del “establecimiento” – reacciona negativamente frente a lo que percibe como testarudez, doblez o manipulación por parte de una guerrilla que  no suspende ni amaina sus delitos atroces. Y en estas condiciones, como indica el Cuadro 5,  la proporción de quienes dicen tener una “imagen favorable” de las Farc se ha mantenido en los niveles exiguos que mostraban en tiempos de El Caguán – entre un 1% y un 3%, con fluctuaciones que no son “estadísticamente significativas”.

 

CUADRO 5

IMAGEN DE LAS FARC

 

 

Fuente: Gallup Poll Bimestral. Enero de 2008. (Para ampliar el cuadro haga click en las gráficas)

El endurecimiento es electoral

Pero la liberación unilateral de los secuestrados -o más exactamente el proceso que condujo a su liberación – amenazaba con abrir el debate prohibido acerca de (1) Si en Colombia existe  conflicto armado o terrorismo, (2) Si es posible – y a qué costo- la rendición incondicional de las guerrillas, y (3) Si es posible -y es sensata- la salida negociada.

Las Farc han hecho todo para ganarse el odio de los colombianos y por eso, de lejos, predominan los halcones. La inmensa mayoría de la gente cree a pie juntillas que “los terroristas están a punto de rendirse y no hay lugar a diálogos“. O sea que para la opinión en general, nos encontramos en medio de una guerra total, que según los teóricos supone (1) La movilización de todos los recursos, (2) contra la encarnación de “el mal” que nos agrede sin razón alguna (3) hasta lograr su exterminio o su capitulación,  (4) donde todo se vale y (5) donde disentir, preguntar o peor aún, contactar al enemigo, son actos de traición. 

En vísperas de un año electoral y con la continuidad del uribismo en juego, el gobierno  está empeñado en impedir que el debate tan siquiera se inicie, y por eso se apresura a tildar de  “cómplices del terrorismo” y de “bloque intelectual de las Farc” a quienes osan disentir, preguntar o contactar al enemigo: son traidores, y por ende el candidato que vacile o se aparte de la línea ultra-dura está contra la Patria. Para muestra el botón del Cuadro 6.

 

Cuadro 6. DE LOS COMPLICES Y DEL BLOQUE INTELECTUAL

 

Presidente Uribe – 3 de Febrero: “El señor Botero y el señor Morris se escudan en su condición de periodistas para ser permisivos cómplices del terrorismo. ¿Qué pasó hoy? Yo me hice esta reflexión: una cosa son aquellos amigos del terrorismo que fungen como periodistas, y otra cosa son los periodistas.”

Juan Manuel Santos – 3 de Febrero: “Morris es afín a la guerrilla…Cuando un periodista hace unas entrevistas que son producto de la coacción de un grupo terrorista, debe ser un tema de reflexión del gremio de periodístico y los tribunales de ética”

 

Presidente Uribe – 7 de Febrero: “No vamos a permitir ahora que el ‘bloque intelectual de las Farc’ nos desoriente con un discurso de paz que finalmente fortalezca el terrorismo. Nos toca dar esa batalla en todo el país. Ahora me dicen: ‘Presidente, no tenga lenguaje pendenciero, que mucho cuidado’. Entonces, pregunto: ¿no damos esta batalla? ¿Dejamos, entonces, que el país vuelva a la desorientación que conduce a la exaltación del terrorismo liderada por el ‘bloque intelectual de las Farc’? No caigamos en esa trampa”

 

Juan Manuel Santos-  11 de Febrero: “Las Farc, con las recientes liberaciones de seis secuestrados y actos terroristas, pretenden influir en la decisión de los colombianos para la elección presidencial de 2010. Ellos, con las acciones políticas, liberando secuestrados a cuentagotas, quieren poder colocarse en una situación donde en las próximas elecciones puedan influir como lo han hecho en las elecciones pasadas, decir: yo escojo con quien hago la paz, el pueblo vota por esa persona y nuevamente repetimos el engaño. La culebra sigue viva, está herida, arrinconada, y las fieras arrinconadas son más peligrosas”.

Un debate necesario

Pero las mayorías no necesariamente tienen la razón – y menos si abiertamente las mueve la pasión-. Los colombianos tenemos razón en odiar a las Farc, pero el odio ciega y el odio ciego ciega más aún. Así que aquellas tres preguntas no sólo son legítimas sino además urgentes y vitales para ponerle fin, por fin, a este desangre.

Alguien podría razonar que 1) en Colombia hay un conflicto armado cuyos actores realizan actos terroristas, 2) que la rendición incondicional de las Farc está lejos o es costosa en vidas y en recursos, 3) que tras los logros de la Seguridad Democrática es posible y sensato explorar  la salida negociada – sin suspender ni descuidar por eso las acciones militares.

Voces como esas deben poder oírse en estas elecciones, porque en caso contrario sobran las elecciones.

Y es porque la guerra total, como fue concebida por Churchill o por Roosevelt, es una guerra entre Estados donde se juega la existencia del Estado, no una guerra civil donde se juega el carácter del régimen político. Las Farc son asesinas, pero son colombianas y sus raíces, por mucho que nos duela, se encuentran en Colombia.    

* Agradezco la colaboración de Jaime Wilches en la preparación de los cuadros que aquí se incluyen.    

 Notas de pie de página


[1] Declaración, al concluir su reunión con la Conferencia Episcopal, Febrero 13 de 2009; por ejemplo en  http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=762541

[2] Puesto que en las  “rondas” sucesivas de La Habana, el Gobierno dialogó sobre métodos como la “Convención Nacional”  y mencionó asuntos sobre los cuales se podría llegar a negociar con el ELN.