27 de febrero de 2021
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Orlando Cadavid Correa
Evelio Giraldo Ospina
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Óscar Tulio Lizcano


Las denuncias sobre corrupción siempre han sido un tema protagónico en mis columnas. Hace 28 años, en febrero de 1989, escribí como columnista habitual del diario de La Patria un texto que titulé “Mientras tanto la corrupción sigue en la sombra”.


“¿Por qué no han salido? Simplemente porque las Farc no han querido”. Esa fue la respuesta de Sergio Jaramillo Caro, comisionado de Paz, quien dijo que no había otra explicación posible.


Odebrecht, interrogantes que no tendrán respuesta Ya lo he dicho aquí: la corrupción nos desborda. Como sociedad hemos perdido la capacidad de sorprendernos ante cada noticia. Son tantos los casos.


Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los EE.UU., se abre una serie de interrogantes difíciles de responder sobre lo que podría pasar en América Latina, en particular en los países suramericanos como Venezuela.


Los libros, que habían sido hasta ese momento mi supervivencia en la selva, con el paso del tiempo se volvieron un lío por los reclamos de los guerrilleros que tenían que cargarlos.


Cada día, cada año que termina, es motivo para mí de profundas reflexiones sobre la existencia humana. Particularmente mi secuestro -2000 al 2008-, fue una prueba de vida.


“Lizcano, alístese que nos vamos. ¡Ah!, y sepa que no puede llevar tanto libro. Tenemos que ir livianos por si hay alguna emboscada del Ejército”. Esa fue la sentencia que Jofrey, uno de mis carceleros durante el secuestro —2000 al 2008—, me dijo.


Es preocupante que vengan creciendo rumores, muy fuertes y de voces autorizadas, de las presuntas disidencias dentro de las Farc. Sé que lo que se viene diciendo tiene mucho de cierto.


“Los vicios y otros males de los hombres son producto de la sociedad”. Así lo afirmó Jean-Jacques Rousseau. Según afirmó el polímata suizo francófono, el hombre es un “buen salvaje.


“Estoy aquí para comunicarles mi miedo por su país”. La frase la pronunció, ante el Congreso colombiano, Todd Howland, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
