16 de julio de 2025
Gabriel Ortíz


Todos los colombianos del común, los que se dejan seducir e ilusionar por las promesas de las campañas creyeron que realmente íbamos camino a una Venezuela. Y votaron para impedirlo.


El expresidente López Pumarejo, decía que los colombianos éramos una especie rara, porque cuando estábamos muy contentos en una fiesta, nos íbamos a buscar otra.


Los diez y seis días que faltan para una primera vuelta electoral, dejan muy en claro que en Colombia se perdió cualquier ideología política, porque la corrupción, la violencia y los débiles y dóciles dirigentes la derrotaron.


El país se conmovió y escandalizó cuando apareció el “cartel de la toga”, lo repudió y consideró que debían adoptarse medidas para impedir que la justicia se fuera a pique.


Se les dijo, se les advirtió, se les notificó, se les avisó, se les previno, como decía el humorista uruguayo Hebert Castro, y no hicieron nada, no actuaron, no escucharon.
