18 de mayo de 2022
Directores
Orlando Cadavid Correa
Evelio Giraldo Ospina
Orlando Cadavid Correa
Evelio Giraldo Ospina
Clara Inés Chaves Romero


En este país del Sagrado Corazón uno no entiende cómo las instituciones de control son parcializadas. Si el alcalde de Medellín intervino en política también otros funcionarios del Estado comenzando por el propio Presidente de la República han venido haciendo campaña a favor del candidato Fico Gutiérrez.


En algunas de mis columnas pasadas he hablado de la necesidad de que en el mundo en general y en Colombia en particular, hagamos un nuevo contrato social que sirva de referencia para la humanidad.


Es lamentable ver en estas elecciones como se ha recrudecido la violencia en los territorios y en particular en los departamentos del Choco y del Cauca. Así mismo la agresividad de algunos seguidores de los candidatos es enorme.


Para nadie ha sido una sorpresa la conmoción que el general Eduardo Zapateiro ha despertado, con ocasión de sus declaraciones políticas, y con toda la razón.


Cuando miramos las redes sociales observamos el grado de violencia…


Parecería ser que en Colombia nos encanta nadar contra la corriente de lo que el mundo requiere e impone para dar solución a problemas fundamentales como el cambio climático, la subsistencia del planeta y de la especie humana, la hambruna y la conservación de los recursos naturales siendo el principal de ellos, el agua.


Todos los inconvenientes que se viven no solamente en Colombia sino en el mundo a causa de la violencia, la guerra, el hambre, la desesperanza, el desempleo, la ingobernabilidad y sobre todo el debilitamiento de la democracia, nos llevan a pensar que es hora de realizar un cambio en el sistema político.


Los resultados electorales del pasado 13 de marzo reflejan varios aspectos. El primero de ellos, es evidentemente la sed de cambio de los colombianos. El segundo, la falta de conciencia de algunos compatriotas que eligieron senadores y votaron por otros candidatos que están investigados.


La coalición de la Esperanza nació como una alternativa para purificar la política y con opciones sociales, que es lo que tanto requiere el país.


Parece que la humanidad no aprende de la historia y es por ello que está se repite. Con la guerra de Rusia contra Ucrania estamos viendo como el deseo imperialista de Putin se pone en marcha para recuperar el territorio perdido.
