29 de abril de 2025

El espejismo apocalíptico

14 de abril de 2025
Por Víctor Zuluaga Gómez
Por Víctor Zuluaga Gómez
14 de abril de 2025

Es bueno recordar y no olvidar lo que ocurrió durante el gobierno del Andrés Pastrana en lo que tiene que ver con las negociaciones con los grupos alzados en armas. Sin duda fue mucho el esfuerzo que realizó dicho presidente con el fin de ponerle punto final a una guerra con las FARC. El poder que tenía este grupo armado era, enorme, al igual que el narcotráfico liderado por Pablo Escobar.

Pero sabemos de la arrogancia del jefe guerrillero Tiro Fijo, cuando luego de planear una conversación con Pastrana, se dio el lujo de no asistir. Y fue a partir de ese momento cuando el gobierno comenzó a dotar a las fuerzas armadas de material suficiente para enfrentar a la guerrilla. Entonces aparece lo que podemos llamar el “espejismo apocalíptico”, es decir, a pintar un panorama de terror, que iría a convertir al presidente Uribe en el salvador. Lo grave es que toda la fuerza se enfocó en la parte militar, dejando de lado o considerando simplemente periféricas las inversiones que se harían en los territorios ocupados por las fuerzas guerrilleras. Fuerzas armadas y otros grupos armados como fueron al “autodefensas”, acorralaron y presionaron de tal manera a la guerrilla, que los asaltos a los vehículos por las carreteras, prácticamente desapareció.

Ese panorama de una guerrilla acorralada, fue un factor favorable para que el presidente Santos firmara un acuerdo de paz con las FARC, pero que de alguna manera fracasó en la medida que las inversiones que se prometieron no fueron cumplidas.

Entonces llega a la presidencia Gustavo Petro y se repite la creación del “espejismo apocalíptico”, señalando que la estrategia para el logro de la paz era la inversión en proyectos productivos, así como la entrega de tierras. Ya sabemos que de ninguna manera se ha logrado avanzar en un proceso de paz, que se ha llamado “total” y que podríamos llamar de “fracaso total”. Y lo digo porque el enfoque no puede ser parcial sino tener en cuenta que es necesario acudir a las armas, pero al mismo tiempo realizar la inversión social. Porque si hay inversión, pero los grupos armados continúan apoderados de la producción y venta de coca, la rentabilidad de dicha actividad supera en mucho a otras actividades productivas que puedan desarrollar los campesinos de las regiones que siempre han sido marginales. Como dice el dicho “amanecerá y veremos”