La Ruta del Reencuentro
Por: Eugenio Marulanda Gomez
Por supuesto que en una Nación, estúpidamente polarizada y dividida hace décadas, sorprende una iniciativa emprendedora desde la región colombiana, que convoca, aglutina y compromete.
Este país y su dirigencia se ha empeñado en restar y en dividir y ha proscrito la suma y la multiplicación para todo propósito Nacional.
Es decir, mezquindad y codicia han inspirado la Colombia de hoy.
En buena hora líderes cívico – sociales, pretenden con sentido de país:
- Comprometer a la sociedad civil.
- Apostarle a la agroindustria Nacional.
- Incrustar en la Colombia profunda proyectos y programas agroindustriales.
- Convertir en política pública la recuperación del Agro.
- Honrar la inclusión y la equidad más allá del discurso mediático.
Quien quita, que la RUTA DEL ABASTO, impulse por fin la reforma agraria, que el bipartidismo enclenque, enterró hace 50 años, para desgracia de Colombia.
Quien quita, que la alianza para la producción y comercialización de bienes agropecuarios, contribuya a derrotar la desesperanza a través de proyectos de èsta índole.
Qué mejor, que el laboratorio social sea precisamente el Eje Cafetero, como punto de partida a manera de ejercicio piloto,
A propósito, resulta indispensable inventariar y analizar cuidadosamente los CONPES, de acá para atrás, que transversalizan y abordan iniciativas de esta naturaleza.
También habrá que ahondar, los sondeos y encuestas del agro para auscultar cuántas gentes están atadas al campo, que tanta se vino a la urbe y depende de la ruralidad.
La pertinencia de la RUTA DEL ABASTO, resulta única e irrepetible como para que Catatumbo, Cauca, Chocó, Amazonas, Caquetá, es decir, más de media Colombia, propendan por èstas salidas antes de que sea demasiado tarde.