RUTA DEL ABASTO 2025 Una iniciativa de la sociedad civil para la transformación agroindustrial en Colombia
Según la FAO, dentro de 25 años habrá una crisis alimentaria mundial que matará el equivalente a la población europea. Esta situación está asociada al gran aumento de la demanda de alimentos en todo el mundo, no solo por el crecimiento de la población sino por el cambio en el nivel de vida de los países de las economías emergentes como China, que al sacar 800 millones de chinos de la pobreza, cuadruplicó su demanda de alimentos; o India, el país más poblado del mundo en la actualidad, que va por el mismo camino.
La FAO, en su informe “Colombia rural. Razones para la esperanza”, señala que Colombia por su biodiversidad, su riqueza natural, su agua, su geografía y la cultura agrícola de su gente, ocupa el primer lugar en la élite de países que pueden mitigar esta catástrofe humanitaria.
La libertad y el buen vivir de una población requieren de un Estado sólido y unas leyes apropiadas, y precisa de una sociedad civil participante, comprometida con el devenir político, empoderada, con interés en movilizarse y protestar cuando sea necesario y con criterio al momento de votar. Para que la Constitución Política, contrato social por excelencia, se cumpla y se mantenga un equilibrio de poder, los ciudadanos tienen que controlar al Estado.1
La Ruta del Abasto es una propuesta práctica para que la sociedad civil participe, desde el territorio, en el diseño y el control de la política pública del sector agropecuario durante los próximos treinta años. La política pública no puede seguir siendo rehén de la política electoral y del poder particular.
Mariana Mazzucato2 sostiene que la actual crisis social y económica mundial no se debe a la falta de dinero público, sino a su uso desigual. Destaca que estos recursos han servido para rescatar bancos corruptos y socializar las pérdidas, mientras que las ganancias de las grandes inversiones estatales en ciencia y tecnología quedan en manos privadas. Además, advierte que las grandes consultoras promueven un Estado pequeño y débil, reacio a invertir y a asumir riesgos por temor a cometer errores.
Recuerda cómo la exitosa “Misión Apolo”, que llevó al hombre a la luna, fue una asociación público-privada. Por esto, propone una agenda transformadora con base en un liderazgo de las comunidades desde el territorio, dinamizar la capacidad del Estado orientado a resultados, y regresar al modelo empresarial público-privado por misiones. La Ruta del abasto será la misión del sector agropecuario en Colombia para las próximas dos generaciones.
Sistemáticamente desde hace 15 años, el Estado colombiano viene ampliando la relación comercial con diferentes países del Asia, con China en particular. En el año 2023, se acordó fortalecer esta relación con el gigante asiático a través de una “Alianza Estratégica” que facilite la inversión y el comercio bilateral, la transferencia de tecnología, maquinaria, ciencia y conocimiento, y el intercambio educativo. Se reafirmó la importancia de trabajar conjuntamente para potenciar el sector agropecuario e impulsar la producción, mediante el mejoramiento de las minicadenas rurales y la introducción de una agricultura digital que modernice el campo colombiano.
Un modelo asociativo para la producción y comercialización de bienes agropecuarios, el reconocimiento de la vocación agrícola territorial, y grandes centros de transformación y empaque serán los ejes de la Ruta del Abasto, la vía para el buen vivir de toda la población rural y urbana.
La visión estratégica de la Ruta del Abasto —RUA— coincide con lineamientos básicos para el desarrollo social y económico, en cuanto propone resolver el derecho humano a la alimentación, promover el desarrollo a través de pactos territoriales y establecer el ordenamiento territorial alrededor del agua. Los proyectos a ejecutar a través de la Ruta del Abasto no solo buscan fortalecer la economía agroindustrial, sino también garantizar que este desarrollo sea inclusivo, equitativo y respetuoso de la biodiversidad.
El primer obstáculo que se debe superar para consolidar la RUA tiene que ver con la gestión de proyectos. El problema no es la falta de recursos. La Misión se debe poner en marcha.
La Ruta del Abasto en el Eje Cafetero
El Eje Cafetero es reconocido como la región más competitiva de Colombia, según el Consejo Privado de Competitividad. Con un precedente exitoso de exportación de un producto agropecuario, durante el siglo pasado se convirtió en el eje económico del país y actualmente cuenta con una experiencia exportadora de productos con valor agregado, incluyendo el sector de alimentos procesados.
Con más del 75 % de su geografía dedicada al uso agropecuario, y con 200 mil familias comprometidas en unidades productivas campesinas, el Eje Cafetero no solo es un importante proveedor de productos agrícolas en las plazas de mercado del país, sino que cuenta con el potencial para convertirse en un jugador global en la exportación de alimentos frescos y procesados. Su fortaleza reside en la combinación de recursos naturales, una arraigada cultura de trabajo cooperativo y el respaldo de importantes instituciones públicas y privadas. Es una región inclinada a la generación de conocimiento, con un excelente ambiente para los negocios y con el potencial de maximizar su producción agropecuaria industrializada, integrando los avances de la tecnología de la inteligencia artificial.
La propuesta inicial abarca la cuenca del río Cauca, desde el municipio de La Virginia y su puerto en el departamento de Risaralda, hasta el suroeste de Antioquia, involucrando veinte municipios que comparten una tradición cultural y una experiencia agrícola exitosa y centenaria. Se trata de una iniciativa interdepartamental, intersectorial, integral y con posibilidades reales de financiación.
La región está conectada al Pacífico y el Caribe, por los puertos de Buenaventura y Puerto Antioquia respectivamente, accediendo con ello a los principales mercados del mundo. En esta medida, la Ruta del Abasto se conecta muy bien con la iniciativa del Corredor Logístico Agroindustrial de Occidente (CLAO), puesto en marcha por la Corporación Andina de Fomento (CAF), la Gobernación de Caldas y los gremios regionales, que han venido desarrollando proyectos logísticos de gestión en productos, procesamiento, almacenamiento y transporte de bienes y servicios.
El paso a seguir para poner a andar la Ruta del Abasto implica la gestión de proyectos, por lo que en cinco meses se debe elaborar una propuesta para invertir, inicialmente y durante los próximos tres años, 500 mil millones de pesos. De esta cantidad, se espera que 100 mil millones se destinen a educación; 100 mil millones, para inversiones en ciencia y tecnología agropecuaria; y otros 300 mil millones para vías terciarias. Esta cifra a invertir en treinta años, es igual a los 5 billones de pesos que el Ministerio de Agricultura no ejecutó en la vigencia 2024.
Si todos nos proponemos, la MISIÓN Ruta del Abasto se pondrá en marcha.
Marco Aurelio Zuluaga Giraldo.
Febrero del 2025.
Notas
1. Ideas que están en sintonía con lo que postula James A. Robinson, premio Nobel de Economía 2024, en sus obras El pasillo estrecho y Por qué fracasan los países, o en su interesante ensayo ¿Otros cien años de soledad?
2. Mariana Mazzucato es directora en University College London para Innovación y Propósito Público. Es autora, entro otros libros, de El Estado emprendedor y de Misión Economía.