27 de marzo de 2025

Trump agita el tablero geopolítico y deja a Ucrania en la incertidumbre

19 de febrero de 2025
19 de febrero de 2025
Crédito: Instagram Donald Trump

Miami, 19 de febrero de 2025. En un giro que podría alterar el curso de la guerra en Ucrania, el presidente Donald Trump volvió a cuestionar el papel de Estados Unidos en el conflicto, deslizando acusaciones contra Volodymyr Zelensky y sugiriendo cambios que podrían favorecer los intereses del Kremlin. Sus declaraciones, realizadas desde su complejo de Mar-a-Lago, han encendido las alarmas en Europa y entre sus propios aliados republicanos.

La controversia estalló tras revelarse que Trump excluyó a Zelensky de las conversaciones iniciales entre Estados Unidos y Rusia para un eventual acuerdo de paz, una movida que aleja aún más a Washington de su postura tradicional de respaldo a Ucrania. No solo eso, el mandatario estadounidense fue más allá y afirmó que el conflicto se originó por decisiones de Kyiv, en lugar de reconocer la invasión rusa como el detonante del desastre humanitario y geopolítico que ha azotado a la región en los últimos tres años.

Un discurso alineado con el Kremlin

Uno de los puntos más polémicos de sus declaraciones fue su insistencia en que Ucrania debería celebrar elecciones, sugiriendo que la falta de comicios debilita la legitimidad de Zelensky. «Tenemos una situación en la que no ha habido elecciones en Ucrania, en la que tenemos ley marcial», afirmó Trump, insinuando que la población ucraniana no ha tenido voz en la continuidad de su gobierno.

Si bien es cierto que Ucrania pospuso sus elecciones debido a la guerra, la Constitución del país permite esta decisión en tiempos de conflicto. No obstante, Trump parece querer utilizar esta narrativa para debilitar la imagen de Zelensky, quien hasta hace poco era considerado un símbolo de resistencia en Occidente. La ironía no pasó desapercibida para sus críticos, ya que Trump se ha negado repetidamente a reconocer su derrota en las elecciones presidenciales de 2020 y ha elogiado la longevidad en el poder de Vladimir Putin, quien ha manipulado elecciones en Rusia durante más de dos décadas.

¿Un pacto a la medida de Moscú?

El mensaje de Trump generó inquietud en Europa, donde muchos temen que su administración busque imponer un acuerdo de paz que favorezca a Moscú. Sus palabras parecieron desmentir las garantías ofrecidas por su propio secretario de Estado, Marco Rubio, quien aseguró recientemente que cualquier negociación respetaría la soberanía ucraniana. Sin embargo, la actitud del presidente sugiere lo contrario: su enfoque podría abrir la puerta a una solución donde Ucrania ceda territorio o autonomía, dejando a Rusia con una victoria estratégica sin mayores costos.

Además, Trump dejó entrever la posibilidad de que fuerzas europeas se encarguen de hacer cumplir un eventual pacto, algo que ya fue descartado por Reino Unido y otros aliados de la OTAN. Su reticencia a comprometer tropas estadounidenses en Ucrania podría debilitar la posición de Occidente y reforzar la percepción de que Washington está dispuesto a reducir su apoyo a Kyiv, un giro que Putin ha estado esperando desde el inicio de la guerra.

Reacciones divididas en Washington

Si bien muchos republicanos han cerrado filas en torno a Trump, algunas figuras dentro de su propio partido han expresado preocupación por su actitud hacia Putin. El senador Roger Wicker, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, criticó la postura del mandatario y recordó que «Putin es un criminal de guerra y debería estar en la cárcel el resto de su vida». Otro senador republicano, John Kennedy, calificó a Putin como un líder con «el gusto de Stalin por la sangre», aunque evitó criticar directamente a Trump.

La situación plantea una pregunta crucial: ¿busca Trump realmente una solución de paz o está utilizando la guerra en Ucrania como una ficha política para reforzar su imagen de negociador? A medida que su administración avanza en conversaciones con Moscú, las preocupaciones crecen en Europa y en el Congreso de EE.UU. sobre las implicaciones de una paz negociada bajo términos favorables para el Kremlin.

 Un cambio de paradigma en la política exterior estadounidense

El discurso de Trump marca un cambio significativo en la postura de Washington hacia el conflicto en Ucrania. Con la exclusión de Zelensky de las negociaciones iniciales y su insistencia en elecciones que podrían debilitar al gobierno ucraniano, la administración estadounidense parece estar pavimentando el camino para un acuerdo que podría consolidar las ganancias territoriales de Rusia.

Este nuevo enfoque, en contraste con la estrategia de contención impulsada por la administración anterior, plantea dudas sobre la solidez del apoyo estadounidense a sus aliados europeos y el futuro de la resistencia ucraniana. En un escenario donde las palabras de Trump tienen el poder de cambiar el rumbo del conflicto, la incertidumbre sigue dominando el panorama internacional.