Ecuador celebra elecciones este domingo en medio de crisis y polarización
Ecuador, 9 de febrero de 2025. Este domingo, Ecuador vuelve a las urnas en una jornada electoral que definirá el futuro inmediato del país. A menos de 15 meses de haber asumido el poder, el presidente Daniel Noboa enfrenta una dura batalla por la reelección ante la candidata correísta Luisa González, en un contexto marcado por una crisis de seguridad sin precedentes, una economía debilitada y una creciente polarización política.
Un gobierno corto pero intenso
Cuando Noboa asumió la presidencia en noviembre de 2023, lo hizo con la misión de completar el periodo inconcluso de su predecesor, Guillermo Lasso, quien dejó el cargo tras disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas mediante la figura constitucional de la «muerte cruzada». Desde el primer día, el joven mandatario, proveniente de una influyente familia de empresarios y políticos, prometió medidas de choque para enfrentar la delincuencia y reactivar la economía. Sin embargo, su mandato ha sido una montaña rusa de éxitos parciales y fracasos que han mermado su popularidad.
En materia de seguridad, Ecuador ha vivido su período más violento. El narcotráfico, las bandas criminales y la corrupción institucional han convertido al país en uno de los más peligrosos de la región. En 2023, el país cerró con un promedio de 22 homicidios diarios, un récord histórico. Noboa declaró el estado de excepción, intervino cárceles y desplegó fuerzas militares, medidas que inicialmente gozaron de un fuerte respaldo ciudadano, pero que con el paso del tiempo han demostrado ser insuficientes para contener la escalada de violencia.
Un electorado dividido y una segunda vuelta probable
Las encuestas reflejan un panorama sumamente competitivo. Mientras algunas firmas de opinión pública, como Ipsos y Cedatos, ubican a Noboa con una ligera ventaja en la primera vuelta con un 41-48% de intención de voto, otras, como Negocios y Estrategias, dan a González un 44%, superando al actual mandatario por tres puntos. Dado que ningún candidato parece alcanzar el umbral del 50% más uno de los votos, todo apunta a que habrá una segunda vuelta el 13 de abril.
Luisa González, abanderada del Movimiento Revolución Ciudadana y protegida del expresidente Rafael Correa, representa el regreso de un modelo político que gobernó Ecuador por más de una década. Su discurso se centra en la reconstrucción del Estado, el combate a la desigualdad y el fortalecimiento de programas sociales que, según su equipo de campaña, fueron desmantelados por los gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso.
Por su parte, Noboa intenta presentarse como la única opción viable para continuar el combate contra la delincuencia y garantizar estabilidad económica, aunque enfrenta duras críticas por su gestión en el sector energético, la falta de consensos en la Asamblea Nacional y la lenta recuperación del aparato productivo.
Las claves de una elección decisiva
Más allá de la presidencia, el futuro de Ecuador dependerá en gran medida de la composición de la Asamblea Nacional, tradicionalmente fragmentada y fuente de ingobernabilidad en los últimos años. La elección de legisladores será determinante para el próximo gobierno, ya que sin una mayoría clara, cualquier presidente enfrentará obstáculos para implementar su agenda.
Además, la incertidumbre sobre una posible segunda vuelta plantea escenarios estratégicos. Los votos de los candidatos minoritarios serán clave en eventuales alianzas. Figuras como Leónidas Iza, del movimiento indígena Pachakutik, o Andrea González, de Sociedad Patriótica, podrían jugar un papel crucial en la definición del próximo gobierno.
Ecuador en búsqueda de un rumbo
Ecuador se encuentra en un punto crítico. La inseguridad, la crisis energética y la falta de consenso político han deteriorado la confianza de los ciudadanos en sus gobernantes. Noboa, pese a sus esfuerzos iniciales, enfrenta una ciudadanía cada vez más escéptica y una oposición con una base sólida de votantes. Por otro lado, el correísmo, aunque cuenta con un núcleo duro de apoyo, sigue generando resistencia en amplios sectores del país.
La jornada electoral de este domingo será determinante. Más allá de los resultados, Ecuador se juega su estabilidad y la posibilidad de encontrar una salida a una crisis que ha puesto en jaque a sus instituciones democráticas. En los próximos días, el país conocerá si Noboa consigue consolidarse en el poder o si la vuelta del correísmo se convierte en una realidad inminente.