Colombia cerró 2024 con crecimiento moderado: ¿recuperación o estancamiento?
Bogotá, 17 de febrero de 2025. Este año, el panorama económico de Colombia se define por un crecimiento moderado, pero con señales mixtas sobre su sostenibilidad a largo plazo. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) presenta hoy las cifras oficiales del PIB al cierre de 2024, con estimaciones que oscilan entre el 1,5% y el 2%.
Si bien el crecimiento representa una mejora respecto a los registros del año anterior, la pregunta es si la economía colombiana ha logrado consolidar una recuperación estructural o si, por el contrario, persisten factores de riesgo que podrían frenar su avance en el mediano plazo.
¿Recuperación o crecimiento estancado?
Los datos trimestrales muestran un avance gradual. En el primer trimestre de 2024, la economía creció un modesto 0,7%, reflejando el impacto de un consumo moderado y un entorno global incierto. En el segundo trimestre, el repunte fue más claro con un 2,1%, impulsado por sectores clave como el entretenimiento y el agro. Para el tercer trimestre, el crecimiento se mantuvo en 2%, consolidando la expectativa de un cierre de año en torno al 1,8%.
No obstante, el crecimiento de la economía sigue estando por debajo del potencial del país. La inversión privada se ha mostrado cautelosa ante la incertidumbre política, mientras que la industria y la minería registraron caídas importantes en su actividad. A esto se suman presiones externas, como la volatilidad de los precios del petróleo y el impacto de las tensiones geopolíticas en la estabilidad de los mercados emergentes.
El consumo privado como motor de la economía
Uno de los principales factores que ha sostenido el crecimiento ha sido el consumo de los hogares. La reducción de la inflación y un mercado laboral relativamente estable permitieron una recuperación del gasto en el último trimestre de 2024. Según estimaciones de distintos centros de análisis, diciembre habría sido el mes con mejor desempeño del año, con un crecimiento estimado del 2,8%.
Sin embargo, este repunte se dio en un contexto de aumento del endeudamiento de las familias y un crédito más costoso. La política monetaria restrictiva del Banco de la República, diseñada para controlar la inflación, ha limitado la expansión del crédito, lo que podría traducirse en un menor dinamismo del consumo en 2025.

Sectores ganadores y perdedores
El agro y el entretenimiento lideraron el crecimiento sectorial en 2024. La recuperación del turismo y el fortalecimiento de la producción agrícola, favorecidos por condiciones climáticas estables, permitieron que estos sectores registraran cifras positivas.
En contraste, la industria manufacturera y la minería enfrentaron desafíos estructurales. La caída en la producción petrolera, sumada a una menor inversión en el sector extractivo, afectó el desempeño de la economía. Además, la incertidumbre regulatoria en algunos sectores generó un ambiente poco propicio para la expansión empresarial.
El papel del Gobierno y los retos para 2025
El Ministerio de Hacienda ha señalado que el crecimiento del PIB cerrará en torno al 1,7%, lo que representa una mejora respecto al 2023, cuando la economía solo creció un 0,6%. El Gobierno insiste en que la recuperación continuará en 2025, aunque las proyecciones iniciales de un crecimiento del 3% han sido ajustadas a la baja, con estimaciones más realistas del 2,6%.
Las preocupaciones sobre la estabilidad económica continuan. El gasto público ha sido uno de los principales motores de la actividad económica, pero con un déficit fiscal aún elevado, el margen de maniobra del Ejecutivo es limitado. Las reformas estructurales que busca impulsar el Gobierno serán clave para definir el rumbo de la economía en los próximos meses, especialmente en lo relacionado con el sistema tributario, el mercado laboral y la inversión en infraestructura.
¿Hacia dónde va la economía colombiana?
El crecimiento moderado de 2024 deja a Colombia en un dilema. Si bien hay señales de recuperación, la sostenibilidad de este crecimiento dependerá de factores como la inversión privada, la confianza empresarial y la estabilidad política.
El 2025 será un año decisivo para definir si el país logra consolidar una senda de crecimiento más sólida o si, por el contrario, siguen los riesgos de un estancamiento prolongado. Las decisiones económicas del Gobierno, sumadas a las condiciones externas, marcarán el rumbo de la economía en un contexto global cada vez más desafiante.