27 de marzo de 2025

Buena esa

15 de febrero de 2025
Por Augusto León Restrepo
Por Augusto León Restrepo
15 de febrero de 2025

 

Hay que sacar lecciones de los movimientos telúricos de la política y sus circunstancias. Las libertades, continúan intactas. En especial, la libertad de prensa y la de expresión ciudadana. Que se sepa, ningún medio ni red, ha sido sometido a la más mínima atadura, que conduzca a la desinformación. Los colombianos tenemos acceso a cuanta noticia aparece sobre el presidente Petro y sus viajes internacionales, el ministro delegatario con funciones presidenciales , Guillermo Alfonso Jaramillo y su pretendida reforma a la salud, las movidas del cogobernante Armando Benedetti, las de Papá Pitufo, su ventilador y su solicitado asilo político en Portugal, el proceso judicial al doctor Álvaro Uribe Vélez, y el encarcelamiento de Araña, Geovanny Andrés Rojas, quien cayó en las redes del CTI de la Fiscalía colombiana, en cumplimiento de un requerimiento internacional, por tráfico de drogas.

A mí me emocionan ésta libertad y las discusiones que en su ejercicio proliferan, porque es señal de que al menos en éste campo, la democracia funciona, está viva, en los términos en la que la entendemos quienes estamos en el deber ciudadano de defenderla.

Cualesquiera de los acaeceres, sería un accesible tema para el columnista. Pero voy a escoger al canto, el relacionado con Geovanny Andrés Rojas, porque me parece digno de interés el desarrollo que ha tenido su caso. Araña fue detenido en un hotel del occidente de Bogotá, el Marriot Courtyard, al finalizar una reunión entre la comisión negociadora del gobierno y la delegación de la autodenominada y flamante «Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano», grupo éste que está estrenando nombre y que tiene entre sus integrantes al moteado arácnido, cabeza visible de los «Comandos de la Frontera», otra denominación subversiva cuya presencia en el escenario de la paz total, ayuda a agrandar el enredo nacional.

Ante ésta situación inesperada y sorpresiva, Otty Patiño, consejero comisionado de paz, fue llamado de urgencia, para que solicitara explicaciones en relación con el apresamiento de Geovanny Andrés, porque sus compañeros de guerrilla reclamaron que no podían hacerlo, ya que a éste se le levantaron las órdenes de captura que se habían librado durante más de quince años de su trayectoria criminal. El arquitecto Otty Patiño, de temperamento tranquilo y de reacciones sesudas, sin embargo, soltó una frase a los del CTI, que ha causado sorpresa y escozor. Les dijo que la detención constituía un «entrampamiento» contra el proceso de paz: «Esto puede constituir un nuevo elemento de trampa hecho por ustedes, les dijo Patiño a agentes del CTI». (El Tiempo. Viernes 14 de febrero). Y ratificó el argumemto de que Araña no podía ser detenido, porque la Fiscalía desde abril del 24 había revocado temporalmente la, o las órdenes de captura en su contra.

La fiscalía a renglón seguido, expidió un comunicado, que nos ilustró a todos sobre el tema, pero en especial al Dr. Otty Patiño: no hubo entrampamiento, ni cosa que se le pareciera. «En cumplimiento de compromisos internacionales, la suspensión de la orden de captura no cobija las circulares rojas de Interpol, como la que se ejecutó». Rojas, alias Araña, jefe de los alzados en armas de los «Comandos de la frontera», fue conducido al amanecer del jueves al búnker de la fiscalía, para cumplir con el requerimiento de la Corte del Distrito Sur de California por cargos relacionados con narcotráfico, delito que seguía cometiendo pese a estar sentado en la mesa de diálogo.

Como quien dice, el que estaba tejiendo el entrampamiento contra la paz total, contra Armando Novoa y sus compañeros comisionados del gobierno, contra los colombianos, era el líder de los violentos que delinquen en territorio del Amazonas, Putumayo y Caquetá, alias Araña, y no la Fiscalía contra el proceso pacificador petrista.

Salió avante la institucionalidad. Buena esa.