TikTok enfrenta apagón en EE.UU. en medio de tensiones políticas y legales
Miami, 19 de enero. TikTok, la popular plataforma de videos cortos, dejó de funcionar en Estados Unidos este sábado por la noche, apenas dos horas antes de la entrada en vigor de una prohibición federal que la señala como una amenaza para la seguridad nacional. Los usuarios de la aplicación se encontraron con un mensaje directo: “Lo sentimos, TikTok no está disponible en este momento. Se ha promulgado una ley que prohíbe TikTok en Estados Unidos”.
La medida, aprobada el año pasado con apoyo bipartidista y promulgada por el presidente Joe Biden, busca cortar los vínculos entre ByteDance, la empresa matriz de TikTok con sede en China, y el acceso masivo a datos de usuarios estadounidenses. Sin embargo, la incertidumbre persiste tras las recientes declaraciones del presidente electo Donald Trump, quien sugirió que podría retrasar la prohibición por 90 días una vez que asuma el cargo este lunes.
Un desenlace esperado, pero lleno de incertidumbres
El cierre temporal de TikTok culmina meses de tensiones entre legisladores estadounidenses y ByteDance, que se ha resistido a vender la aplicación a una empresa estadounidense, como lo exige la ley. A pesar del fallo unánime de la Corte Suprema que ratificó la prohibición, el futuro de la plataforma sigue siendo incierto.
Desde el viernes, TikTok había comenzado a notificar a sus usuarios sobre el posible apagón. El sábado, intensificó el mensaje: “Estamos trabajando para restaurar nuestro servicio en EE.UU. lo antes posible y agradecemos tu apoyo. Por favor, mantente atento”.
Sin embargo, la implementación de la prohibición enfrenta retos técnicos y legales. Google y Apple, responsables de las principales tiendas de aplicaciones, podrían verse obligados a retirar TikTok para evitar sanciones, mientras que proveedores de servicios como Amazon Web Services podrían enfrentar complicaciones similares si permiten que la plataforma siga operando.
Trump: ¿El villano o el salvador de TikTok?
En un giro político inesperado, Donald Trump, quien durante años criticó a TikTok como una herramienta de espionaje del Partido Comunista Chino, ahora se presenta como un posible mediador en la crisis. En declaraciones recientes, Trump afirmó que “muy probablemente” considerará una extensión de 90 días para que ByteDance alcance un acuerdo que permita mantener la operación de TikTok en territorio estadounidense.
“La extensión es algo que probablemente llevaremos a cabo porque es apropiado. Es una situación grande que merece una solución cuidadosa”, declaró Trump en una entrevista este sábado. Sin embargo, la decisión final no será anunciada hasta el lunes, dejando a los 170 millones de usuarios estadounidenses de TikTok en el limbo.
El CEO de TikTok, Shou Chew, se ha reunido en varias ocasiones con Trump en Mar-a-Lago para buscar una solución. Además, se espera que Chew asista a los actos de inauguración presidencial, en un intento por suavizar las tensiones y asegurar el futuro de la plataforma.

Impacto económico y social
La desconexión de TikTok representa un golpe para millones de creadores de contenido e influencers que dependen de la plataforma para generar ingresos. También afecta a pequeñas empresas que han encontrado en TikTok un canal accesible para llegar a sus clientes. “Estamos perdiendo nuestra principal fuente de ingresos”, afirmó uno de los usuarios más populares de la plataforma.
Mientras tanto, otras aplicaciones como Lemon8, también propiedad de ByteDance, han ganado popularidad como alternativas temporales, aunque enfrentan riesgos similares. Legisladores como los senadores Tom Cotton y Josh Hawley insisten en que TikTok y sus aplicaciones relacionadas representan una amenaza inaceptable. “ByteDance tuvo nueve meses para cumplir. Su negativa solo confirma sus intenciones como herramienta de espionaje comunista”, señaló Cotton en X.
Próximos pasos en un tablero político dividido
La prohibición podría convertirse en un tema divisorio para la nueva administración de Trump, quien deberá equilibrar las presiones de los legisladores que exigen medidas drásticas con el clamor de los usuarios y empresas afectadas. Aunque la Casa Blanca de Biden aseguró que la aplicación de la ley quedará en manos de la nueva administración, TikTok ha exigido garantías más concretas para evitar sanciones a sus socios tecnológicos.
La situación plantea un desafío político para Trump, quien podría emitir un decreto presidencial que pause la prohibición y otorgue tiempo adicional para encontrar una solución permanente. Sin embargo, este movimiento podría enfrentar oposición dentro de su propio partido, así como críticas de los sectores más conservadores del Congreso.
Por ahora, el destino de TikTok en Estados Unidos sigue en el aire, con la aplicación desconectada y millones de usuarios a la espera de respuestas. Lo que parecía un caso cerrado se ha transformado en una partida política estratégica, donde las decisiones de las próximas semanas podrían definir el futuro de una de las redes sociales más influyentes del mundo.