Elon Musk y su millonario respaldo a Trump
Miami, 7 de noviembre de 2024. Elon Musk, reconocido como el hombre más rico del mundo, destinó más de 260 millones de dólares a la campaña presidencial de Donald Trump, según documentos recientes de la Comisión Electoral Federal. Estas donaciones no solo marcaron un récord como el mayor aporte individual a la causa republicana, sino que también revelaron cómo el magnate utilizó su influencia para posicionarse como una figura clave en la política estadounidense.
Una inversión en estados decisivos
Gran parte del apoyo financiero de Musk se canalizó a través de America PAC, un comité que destinó millones a impulsar a Trump en estados clave como Pensilvania. Entre sus estrategias destacaron sorteos de un millón de dólares diarios dirigidos a simpatizantes, aunque más tarde se descubrió que estos premios nunca se materializaron. Solo en este comité, Musk invirtió 238,5 millones de dólares, una cifra que demuestra su interés en asegurar resultados en regiones estratégicas.
Otra parte significativa de su apoyo fue para RBG PAC, un controvertido comité que promovió mensajes sobre la postura de Trump respecto al aborto, buscando compararla con la de la fallecida jueza progresista Ruth Bader Ginsburg. Este comité, financiado exclusivamente por el fondo Elon Musk Revocable Trust, recibió 20,5 millones de dólares. A finales de octubre, el magnate también aportó 3 millones a la MAHA Alliance, un fondo que respaldaba al entonces aliado de Trump, Robert F. Kennedy Jr., en su campaña «Hacer Estados Unidos Saludable de Nuevo».
El impacto de las elecciones en su fortuna
Lejos de representar un sacrificio, la inversión de Musk tuvo un retorno inesperado. Tras la victoria de Trump, la riqueza del empresario experimentó un crecimiento de más de 133.000 millones de dólares, elevando su fortuna total a un récord de 362.000 millones. Este incremento fue impulsado principalmente por el auge en el valor de sus empresas, entre las que destacan Tesla, SpaceX, Neuralink y xAI.
Un aliado clave en el círculo de Trump
El apoyo financiero de Musk no terminó con las elecciones. Tras el triunfo republicano, el magnate se consolidó como un aliado cercano de Trump, acompañándolo a eventos públicos, reuniones privadas y actos simbólicos, como el lanzamiento de un cohete en la base de SpaceX en Texas.
Además, Trump designó a Musk y a Vivek Ramaswamy como líderes de un organismo no oficial denominado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Desde esta posición, Musk busca impulsar reformas regulatorias que podrían beneficiar directamente sus negocios en áreas como inteligencia artificial, vehículos autónomos y exploración espacial.
Poder político y controversia
La influencia de Musk en la campaña no se limitó a las donaciones. Desde su red social X, el empresario difundió mensajes que favorecían al partido republicano, acompañados de desinformación dirigida a debilitar a los demócratas. Además, protagonizó mítines y eventos donde criticó abiertamente a la vicepresidenta Kamala Harris, consolidando su papel como uno de los defensores más visibles de la candidatura de Trump.
Con esta jugada estratégica, Elon Musk no solo fortaleció su posición económica, sino que se estableció como una figura influyente en el panorama político estadounidense. Su cercanía con el nuevo presidente y su capacidad para moldear políticas regulatorias podrían tener un impacto profundo en la administración Trump y en el futuro de sectores clave como la tecnología, la exploración espacial y la inteligencia artificial.