Escalada del conflicto entre Israel e Irán
Tel Aviv, 3 de octubre de 2024. El sur de Líbano se ha convertido en un campo de batalla donde fuerzas israelíes se enfrentan a combatientes de Hezbollah, respaldados por Irán, tras el ataque más agresivo de Irán contra Israel. Ocho soldados israelíes murieron en los combates, mientras que el ataque, que incluyó 200 misiles balísticos, fue en su mayoría contenido gracias a las defensas israelíes, apoyadas por tecnología estadounidense.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, condenó la acción iraní, calificándola como un «error monumental» y prometiendo que las represalias serían severas. Este intercambio de agresiones eleva el riesgo de una guerra a gran escala en la región. Teherán, por su parte, justificó el ataque como venganza por los recientes asesinatos de líderes clave de Hezbollah y Hamas. El alto mando militar iraní advirtió que no dudarán en intensificar las hostilidades si Israel responde.
Ataque con drones en Tel Aviv atribuido a los hutíes de Yemen
En paralelo, los rebeldes hutíes de Yemen, también apoyados por Irán, reivindicaron un ataque con drones contra la ciudad de Tel Aviv. Según el ejército israelí, dos drones fueron identificados; uno fue interceptado sobre el mar y el otro cayó en un área no poblada, sin dejar heridos. Este incidente se suma a la creciente tensión en la región y marca un nuevo frente de conflicto.
Tensión diplomática: EE.UU. y su papel en la estrategia israelí
A medida que el conflicto se intensifica, el papel de Estados Unidos en la estrategia militar de Israel parece estar más limitado que nunca. Aunque Washington sigue siendo un aliado clave, proporcionando armamento y apoyo logístico, su capacidad para influir en las decisiones militares de Israel ha disminuido tras los ataques recientes.
La administración estadounidense ha instado a una desescalada, expresando su preocupación por las posibles repercusiones de un ataque a instalaciones nucleares iraníes. Sin embargo, Israel ha dejado claro que mantiene abiertas todas las opciones, incluyendo ataques a infraestructura clave de Irán, mientras busca evitar un conflicto directo que podría tener consecuencias devastadoras para la región.