Maduro refuerza su poder ante el aumento de sanciones de EE. UU. y el rechazo internacional
Caracas, 13 de septiembre de 2024. El gobierno de Nicolás Maduro enfrenta una nueva ola de sanciones impuestas por Estados Unidos, que se suman a las que ha soportado en los últimos años. La administración chavista, que ha demostrado una capacidad notable para sobrevivir a condiciones económicas extremas, se atrinchera en su postura, mientras Washington aumenta la presión por unas elecciones libres y transparentes que den paso a una transición democrática.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos han estado marcadas por tensas negociaciones. En los últimos años, Washington ha condicionado el alivio de sanciones a la celebración de comicios con garantías de participación real para la oposición. En un intento por cumplir con estos requisitos, representantes de ambos países se reunieron en Qatar hace un año para delinear una solución que permitiera la normalización democrática en Venezuela.
Sin embargo, el panorama actual dista mucho de ese objetivo. A pesar de las promesas, el régimen de Maduro se encuentra en medio de su mayor crisis de legitimidad. El chavismo, convencido de su invulnerabilidad en las urnas, inhabilitó a la opositora María Corina Machado y organizó unos comicios cuyo resultado sigue sin ser reconocido por gran parte de la comunidad internacional. Edmundo González Urrutia, quien tomó el lugar de Machado como candidato opositor, asegura haber vencido ampliamente a Maduro. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral no ha publicado las actas que certifiquen los resultados, lo que ha desatado dudas incluso en países ideológicamente cercanos al chavismo, como México y Brasil.
En un intento por validar su continuidad en el poder, Maduro recurrió al Tribunal Supremo de Justicia, que ratificó su victoria en un proceso ampliamente criticado. Al mismo tiempo, Estados Unidos respondió intensificando las sanciones, dirigidas ahora contra altos funcionarios del CNE, el TSJ y el aparato militar que respalda al gobierno.
Lejos de ceder ante la presión internacional, Maduro ha optado por fortalecer su gobierno con figuras clave del chavismo, como Diosdado Cabello, quien ha sido nombrado ministro del Interior. También ha colocado a Delcy Rodríguez al frente del Ministerio de Petróleo, en un movimiento interpretado como una radicalización del régimen.
Mientras tanto, las sanciones continúan debilitando la economía venezolana, especialmente en el sector petrolero, que representa su principal fuente de ingresos. A pesar de los intentos de Estados Unidos por controlar el impacto de estas sanciones en su propia economía, el conflicto sigue afectando tanto a Venezuela como a sus socios comerciales.
Con la comunidad internacional cada vez más unida en su rechazo a los resultados electorales, la posibilidad de una solución democrática parece más lejana. Sin embargo, Washington no pierde la esperanza de que la presión política y económica eventualmente obligue a Maduro a ceder y permitir una verdadera transición en el país.