El cambio de las insignias patrias
Mientras crecen los escándalos en el “Gobierno del Cambio”, en plena mitad de su periodo, y la popularidad del presidente Petro se derrumba como un castillo de naipes, la encuesta Opinómetro de la firma Datexco arrojó una desaprobación de su gestión del 61%. El obnubilado mandatario en la inuguración de la Facultad de Inteligencia Artificial de la Universidad de Caldas, dijo: “Lo que nos espera es llevar la vida a los planetas, llevar tejido humano colombiano a Marte”, frase que nos recordó otra “brillante” intervención suya cuando en la ONU en el 2023 propuso: “expandir el virus de la vida por las estrellas del Universo” y eso que, apenas, se había tomado dos tazas de café, que según él, es a lo único que es adicto. A su delirante locuacidad el concejal bogotano Daniel Briceño en su cuenta de X escribió: “Le quedó grande llevar agua en carrotanques a la Guajira y ahora quiere llevar tejido humano a Marte”. Durante la entrega de tierras de la “Hacienda las Pavas” a la Asociación de Campesinos de Buenos Aires, en el sur de Bolívar, Petro le solicitó a una Representante a la Cámara de ese Departamento, presentar un proyecto de ley para modificar el Escudo Nacional, el cual ha permanecido inmodificable desde el 9 de mayo de 1834, cuando fue aprobado por la Ley 3 de ese año, en el gobierno del general Francisco de Paula Santander. En su intervención en la Universidad de Caldas, volvió sobre el tema y dijo que en vez de una cinta que aparece en las garras del cóndor con la inscripción “Libertad y Orden”, deben aparecer dos, una que diga “Libertad” y la otra “Orden” pero agregándole la palabra justo; “Libertad y Orden Justo”. Ya María del Mar Pizarro en la Cámara, hermana de la otra Pizarro del Senado, hijas de Carlos Pizarro (el comandante papito) de la misma bandola del presidente Petro, a quien este le hizo el homenaje de elevarle la gorra a símbolo nacional y la que muy seguramente reemplazará el Gorro Frigio en el Escudo, propuso igualmente cambiar la letra del Himno Nacional y nada raro que propongan sustituir la bandera colombiana; amarilla, azul y roja por la azul, blanca y roja del M-19. Mientras Petro y sus secuaces proponen todo tipo de disparates como los anteriores y se les hace la boca agua esperando echarle mano a los ahorros de los colombianos, para sus inversiones forzosas, y continuar viviendo sabroso, aumentan las masacres, crece el narcotráfico, la economía se derrumba, los puestos escasean, la inseguridad nos apabulla, el robo y los desfalcos de las finanzas nacionales nos abruman en cada amanecer, y creen, a pie juntillas, que trayendo a los Duques de Sussex a bailar reguetón a Cali y gastarse en cuatro días, según el diario británico “The Sun”, $8.000 millones de pesos, los colombianos les quedamos altamente agradecidos. Este desbarajuste institucional, económico, político y social, todos los días toma más fuerza, sin que el Congreso de la República enmermelado se pellizque, antes, por el contrario, continúa desoyendo el clamor nacional que pide ejercer un serio y estricto control al “Gobierno del Cambio”. El fuerte vocabulario utilizado por el mandatario contra sus opositores, llamando asesinos a los que gritan “Fuera Petro” ubicándolos dentro de la oligarquía como si esta asistiera a los festejos populares como el fútbol, por ejemplo, donde al unísono el pueblo grita su salida, está llenando de odio y violencia a la nación. Diálogo nacional es conversar con quienes hacen Patria, no con quienes la destruyen. Fuera Petro.