Colombia elige a su primera mujer Defensora del Pueblo en medio de una puja política
Bogotá, 16 de agosto de 2024. La Cámara de Representantes de Colombia se encuentra a horas de escribir un nuevo capítulo en su historia. Este viernes, por primera vez desde su creación, el país elegirá a una mujer para liderar la Defensoría del Pueblo, una entidad clave en la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los colombianos.
La elección, sin embargo, se ha convertido en un campo de batalla político, donde las alianzas, las estrategias y las presiones internas del Congreso juegan un papel fundamental. A pesar de la importancia de la institución y del perfil de las candidatas, la puja por el cargo se ha visto marcada por la búsqueda de cuotas de poder y la consolidación de alianzas políticas.
Una terna de mujeres destacadas
Las tres finalistas, Dora Lucy Arias, Iris Marín Ortiz y Jomary Liz Ortegón, son reconocidas defensoras de los derechos humanos con trayectorias destacadas. Cada una de ellas ha presentado sus propuestas para fortalecer la Defensoría del Pueblo y adaptarla a los desafíos actuales del país.
Iris Marín, la favorita
Sin embargo, todas las miradas apuntan a Iris Marín, quien cuenta con el respaldo de una amplia coalición política que incluye al Partido Conservador, el Partido Liberal, el Partido de la U, la coalición Verde-Centro Esperanza y las curules de paz. Su experiencia en justicia transicional y su cercanía con el gobierno actual la posicionan como la favorita para ocupar el cargo.
Jomary Ortegón, la candidata del Pacto Histórico
Por su parte, Jomary Ortegón, respaldada por el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (Cajar), es vista como la candidata del Pacto Histórico. Su trayectoria en litigios internacionales por violaciones a los derechos humanos la ha consolidado como una figura relevante en el ámbito de la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, su vinculación con el petrismo y las críticas de la oposición podrían limitar sus posibilidades.
Dora Lucy Arias, la carta fuera de juego
Dora Lucy Arias, a pesar de su amplia experiencia en la representación de víctimas, parece tener menos posibilidades de resultar electa. Su estrategia se centraría en captar votos dispersos y en construir alianzas puntuales para alcanzar el umbral necesario.
Un juego de alianzas y negociaciones
La elección de la Defensora del Pueblo es un claro ejemplo de cómo la política colombiana se mueve por intereses particulares y alianzas coyunturales. Las próximas horas serán decisivas para conocer el nombre de la primera mujer que liderará esta importante institución y para evaluar el impacto de las diferentes fuerzas políticas en este proceso.