24 de mayo de 2025

Biden lucha por mantener su candidatura ante creciente escepticismo demócrata

4 de julio de 2024
4 de julio de 2024

Crédito: Joe Biden

Washington, 4 de julio de 2024.  En el Día de la Independencia, Joe Biden no pasa por el mejor momento en su carrera política. Pese a sus esfuerzos, el presidente no ha logrado frenar la ola de dudas entre los demócratas sobre su capacidad para vencer a Donald Trump en las próximas elecciones, especialmente después de su mal desempeño en el reciente debate.

Desafíos en la Casa Blanca

Biden celebrará el 4 de julio en la Casa Blanca con su familia, en un día importante para deliberar sobre su campaña de reelección. Necesita con urgencia un respiro mediático para reagruparse en las que podrían ser las 48 horas más decisivas de su carrera política. A pesar de las especulaciones sobre un posible retiro, Biden afirmó claramente su intención de continuar en la contienda. Reunido con 20 gobernadores demócratas, buscó mostrar su energía y capacidad para liderar durante otros cuatro años.

Entrevistas y apariciones públicas

El viernes, Biden concederá una entrevista a ABC News, vital para corregir su imagen tras el debate. Cada aparición pública en los estados clave será minuciosamente analizada en busca de cualquier desliz que confirme las dudas sobre su capacidad para otro mandato. A pesar de su firme declaración de seguir en la carrera, su desempeño en el debate dejó una impresión de debilidad ante millones de espectadores, una percepción difícil de revertir incluso con un esfuerzo de control de daños más competente.

Respuestas insuficientes

Las explicaciones sobre el mal desempeño de Biden en el debate, como el desfase horario y un resfriado, no han logrado desviar la atención de su imagen de presidente en apuros. La Casa Blanca intentó justificar el rendimiento de Biden en el debate, argumentando que el jet lag y un resfriado afectaron su actuación. Sin embargo, dado que el presidente había estado de regreso en Estados Unidos durante más de una semana, estas excusas solo generaron más dudas sobre su capacidad para cumplir con las exigencias de la presidencia.

Opiniones divididas y encuestas desfavorables

La incertidumbre se reflejó en las encuestas, con un sondeo de The New York Times/Siena College mostrando a Trump liderando con un 49% frente a un 43% para Biden. Esta tendencia fue confirmada por la encuesta de CNN, donde Trump también superó a Biden. Las encuestas adversas intensificaron la presión sobre Biden, ya que las percepciones negativas de su desempeño no solo perjudican su campaña, sino que también afectan la confianza de los donantes y funcionarios demócratas.

Apoyos y críticas dentro del partido

Mientras algunos líderes demócratas, como Gavin Newsom de California, expresaron su apoyo a Biden, otros, como el representante Raúl Grijalva de Arizona, sugirieron que el presidente debería considerar retirarse. En medio de este panorama, Biden realizó llamadas a figuras clave del partido, incluyendo a Chuck Schumer y Nancy Pelosi, buscando consolidar su respaldo. Sin embargo, incluso entre los aliados, persiste la preocupación sobre su capacidad para liderar una campaña efectiva.

Preparativos y contingencias

La campaña de Biden enfrenta un desafío creciente, con señales de que incluso dentro de su equipo se están considerando planes de contingencia. Si Biden decide retirarse, podría apoyar a la vicepresidenta Kamala Harris para evitar una lucha interna que divida al partido. Cada movimiento del presidente será minuciosamente examinado en busca de signos de fortaleza o debilidad, mientras el reloj avanza hacia las elecciones.

El camino hacia adelante

La presión sobre Biden es enorme y los próximos días serán cruciales para definir su futuro político. Debe demostrar de manera convincente que sigue siendo el líder adecuado para enfrentar a Trump y dirigir al país, en medio de una creciente ola de escepticismo dentro de su propio partido. La forma en que maneje estos desafíos determinará si puede mantener su candidatura y recuperar la confianza de los votantes y de los demócratas.

El reto de Biden es monumental, y cada acción y declaración en los próximos días será determinante para el destino de su campaña y la dirección futura del Partido Demócrata.