20 de enero de 2025

Patrimonio cultural de la nación

20 de junio de 2024
Por Hernando Arango Monedero
Por Hernando Arango Monedero
20 de junio de 2024
Ahora, tenemos que cambiar el valor de las cosas que realmente debemos apreciar, según ha determinado el personaje que se encuentra en la presidencia de la república. Ahora, loar al sombrero de un sujeto que pasó por su vida asesinando y comandando un grupo de criminales que hasta llegaron a asesinar a personas que poco o nada tenían que ver con el devenir de la nación, como es el caso de Gloria Lara, pasando luego a mayores con Rafael Mercado, que pecó por ser dirigente sindical , y llegando luego al magnicidio de los magistrados de la Corte en la venta que hicieron de su capacidad de hacer fechorías al narcotraficante Pablo Escobar.
Desde luego que, quién eleva a insignia nacional el sombrero de un criminal, es nada menos que un integrante del mismo grupo de asesinos que un día fue amnistiado en un gesto de magnanimidad de un presidente que había perdido la capacidad mental de prever las consecuencias de su gesto.
Nos falta, eso sí, que ahora el ¨sombrero voltiao¨ o la gorra para cubrir la alopecia del senor Petro, entren a la galería de lo que en adelante haya que reverenciar, olvidando el pasado y los males que con sus actos se han traído al país.
Y patrimonio cultural de la Nación, con minúsculas, también tendremos en la desfachatez a la que hoy asistimos, cuando desde la presidencia misma vemos cómo se aplaude la violación de las normas, como ha sido el caso del nombramiento de un nuevo rector de la universidad Nacional, por sobre el legítimamente designado el senor Roca.
Y, a todas estas, resulta incomprensible el cómo, desde la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, no se haya oído pronunciamiento alguno sobre el aplauso dado por el presidente a la transgresión de la ley en la que incurrieron sus delegados ante el Consejo Superior de la universidad. Acaso no está obligado el presidente a se guardián de la ley.  No es la Comisión de Acusaciones la encargada de que el presidente cumpla con la ley y sus obligaciones. No es esta conducta un prevaricato de marca mayor. Las Cortes también están haciendo oídos sordos a estas transgresiones.
Tenemos, pues, que en tanto por acá llueve, por los otros lados no escampa y solo nos falta que tírios y troyanos, Comisión y Cortes, cada uno por su lado, nos muestren los nuevos hitos ante los cuales debemos reverencia, estos ya de magnitud jurídica.
Dios nos guarde.
Bogotá, Junio 20 del Segundo Ano del Régimen.
Excusas por la falta de sinos de interrogación, la ausencia de eNe, la imposibilidad de u mayúsculas. No las encuentro en este teclado.