A descolonizar se dijo.

“Aunque los grandes imperios coloniales llegaron a su fin en el siglo XX, los efectos del colonialismo perviven aún hoy, tanto en los ámbitos político y económico como en los campos del conocimiento, la cultura y las artes.” Esto es lo que afirma Luste Boulbina, filósofa francesa que se ha dedicado al tema de la “desconolización”.

Sin duda alguna lo que hoy en día está claro es que el proceso de sometimiento por parte de los europeos en territorios americanos y africanos, determinó la imposición de unos conceptos políticos, filosóficos, artísticos, estéticos, que siguen teniendo presencia en la actualidad, a pesar de haberse terminado el proceso de colonización. Porque colonización implica presencia y sometimiento que hoy en día no existe, pero de otro lado, quienes fuimos en su momento sometidos, seguimos aferrados a la filosofía y a los valores que nos impusieron en donde queda claro que la cultura de los pueblos sometidos en el pasado, eran especies de pre-homínidos.

En el caso de Egipto, los faraones fueron blanqueados, de manera que los negros simplemente fueron eliminados. Algo parecido ocurrió en Colombia cuando un presidente envió unas pinturas de presidentes colombianos al exterior para retocarlas, en donde se encontraba Juan José Nieto, que era afro y regresó su foto “blanqueada”.

En la actualidad, son muchos los comentarios que se hacen por la manera de vestir de líderes indígenas que han llegado al Congreso, así como los afros. Pero el Sombrerón utilizado por Castillo cuando tomó posesión de presidente del Perú, provocó también burlas por parte de aquellos que siguen considerando que el sombrero a utilizar en esos sitios públicos debe ser el borsalino, elaborado en fieltro de pelo y de origen italiano. Yo no me puedo imaginar a un indígena de la Sierra Nevada, utilizando un borsalino.

Y finalmente, ojalá la discusión se plantee en términos políticos y económicos, de manera que podamos analizar otros caminos en el orden económico y político en donde se habla de capitalismo y socialismo, dos teorías europeas que de ninguna manera contemplan organizaciones económicas y políticas que en su momento practicaban tanto indígenas como afros y en donde lo que se buscaba era la suplencia de necesidades pero no la búsqueda ciega de una ganancia, así sea arrasando con el otro, o en el caso de la otra orilla en donde se desconoce la diversidad de anhelos, de sueños, de los seres humanos.