El 92º Congreso de la FNC*: Primera parte
Dos acontecimientos acerca del café se dieron en los últimos días. Uno, la Asamblea Cafetera Nacional realizada en Neiva, convocada por la ministra de agricultura, y sobre la cual escribí un artículo. El otro acontecimiento, la realización del 92º Congreso de la Federación Nacional de Cafeteros, sobre el cual versa este.
Lo primero es señalar que hemos leído, visto y oído lo que hemos podido sobre el Congreso. El informe del gerente, intervenciones del ministro de hacienda, la ministra de agricultura, el director nacional de planeación, algunas de los delegados al Congreso y las recomendaciones de las cuatro comisiones en que sesionó el evento. Con esa información hago la valoración del 92º Congreso. En esta primera parte el Informe del Gerente.
Señala el Gerente General de la FNC, en el Editorial del Informe que focalizarán los esfuerzos en: “seguir mejorando la calidad de nuestro café, apoyar la industrialización del grano, para que progresivamente los consumidores colombianos y del mundo tengan en su mesa más café colombiano transformado en origen, conquistar nuevos clientes y mercados con potencial de crecimiento en el consumo de café…y todo en un marco de austeridad”.
Y, en la estrategia de valor de la FNC: Transformación + Sostenibilidad, “se resalta el contribuir a la rentabilidad del caficultor mediante la renovación de cafetales con variedades resistentes, el sobreprecio pagado por cafés especiales y sostenibles, y los programas de capacitación en costos de producción a través del Servicio de Extensión”.
Dos frases que resumen los propósitos trazados desde la gerencia y ratificados en el Congreso que, en los hechos, nada nuevo aportan a las soluciones que requiere, con profundos cambios y urgencia, la caficultura nacional. Llama la atención que para “contribuir a la rentabilidad del caficultor” se señalen los programas para capacitarlos en costos de producción.
¿En qué análisis se sustenta dicha afirmación? ¿Será acaso que saber hacer las cuentas rebaja los costos de producción y favorece la rentabilidad del productor? Vale la pena una explicación. Saber de costos de producción ayuda a tener claro que no se puede seguir vendiendo a pérdida, pero, dada la manera de fijar los precios del grano, los comercializadores internacionales imponen precios de compra, independiente de los costos de producción, y sujetos a variables en las que nada define el productor.
Las cifras dadas por el gerente en el informe explican lo mal que les está yendo al café y a los caficultores. En el año cafetero 2022/23, la producción nacional fue de 10,6 millones de sacos de 60 kg de café verde, 9,1% menos frente a 2021/22. En el mismo periodo, el consumo de café en Colombia fue de 2,2 millones de sacos, 4% menos que en 2021/22.
En cuanto a las exportaciones, en 2022/23 alcanzaron 10,3 millones de sacos de 60 kg, 12,9% menos que en el año cafetero 2021/22. Y su valor cayó 22,4%, USD $3.500 millones desde los USD $4.508 millones del año cafetero anterior, mientras que las importaciones fueron de 2 millones de sacos, 4% menos que hace un año*.
Los análisis de rentabilidad de las empresas del FoNC señalan lo siguiente:
Las ventas de Buencafé a septiembre alcanzaron los USD $156 millones y se espera cerrar el año en USD $201 millones. En volumen, vendieron 7.661 toneladas a cerca de 40 países, despacharon más de 1.186 contenedores, como insumos, las compras alcanzaron 434.700 sacos de café verde, pagaron primas de cafés especiales por USD $1,5 millones, 97% de las ventas al detal usaron el logo 100% café de Colombia, el 13% correspondió a productos con estándares de sostenibilidad.
Las ventas de Buendía en Colombia y Ecuador superaron USD $19.8 millones (3% más vs. el mismo periodo de 2022) y representan 13% de la facturación total.
Lo que se informa es que las transferencias de la fábrica al FoNC del año 2022 fueron de USD $156,3 millones de dólares. Se referencia también los ingresos del FoNC por las regalías de las tiendas Juan Valdez que equivalen a COP $35 mil millones de pesos, y los ingresos por las actividades de Almacafé que equivalen a COP $77 mil 582 millones de pesos, pero no hay cifra que especifique las ganancias de Almacafé.
Por la comercialización de café verde, los ingresos (año cafetero 2022/2023) fueron de USD $368,2 millones de dólares que explica el gerente en los siguientes términos:
“Teniendo en cuenta que el precio internacional del café colombiano depende de tres variables fundamentales: el precio del contrato C en la bolsa de Nueva York, el diferencial por calidad y la tasa de cambio. Cualquier variación de estos factores lo afecta.
En el año cafetero 2022/23, el precio del contrato C en la Bolsa de Nueva York cayó 23% vs. el año cafetero 2021/22 a un promedio de 172,89¢/lb. El diferencial de los suaves colombianos cerró en un promedio de 42,08 ¢/lb, una caída de 36,6% con respecto al promedio del año cafetero 2021/22.
La tasa de cambio (TRM) se depreció 12,1% con respecto al año anterior a un promedio de $4.512 por dólar. Por estos factores (el precio del contrato KC, los diferenciales de origen y la tasa de cambio), el precio interno del café en Colombia cerró en un promedio de $1.788.844 por carga, con una tendencia a la baja durante todo el año cafetero. Estos bajos precios llevaron a que el valor de la cosecha cayera a $11,9 billones, 18% menos con respecto al valor del año anterior”.
El informe señala, además, que el FoNC financia bienes públicos cafeteros por COP $332 mil millones de pesos, un crecimiento del 10,7% frente al año anterior. Los ingresos del FoNC fueron de USD $368,2 millones de la comercialización de café verde, USD $156,3 millones de Buencafé y USD $63 millones de la actividad institucional y de los ingresos por actividad institucional, USD 54,6 millones fueron por contribución cafetera y USD $6,9 millones por regalías, que aumentaron 32% en el periodo.
A septiembre, el patrimonio creció USD $20,4 millones a USD $530 millones (excluyendo la provisión de la Flota Mercante Gran Colombiana y los efectos de retrasos en la entrega de café a futuro [USD -28,5 millones]), mientras que el endeudamiento se redujo a 57%, la cifra más baja desde 2021. *
Todas estas cifras nos permiten sacar algunas conclusiones sobre la situación de la caficultura y sobre el manejo de los recursos del FoNC.
La producción nacional cayó 9,1% en relación con el año cafetero 2021/2022; el consumo nacional 4% menos; las exportaciones en volumen 12,9% menos, el valor de las mismas 22,4%, de USD $4.508 millones de dólares a USD $3.500 millones de dólares.
Y, aunque los ingresos del FoNC crecieron 10,7%, lo cierto es que este está endeudado, porcentualmente, en el 57%. No hay claridad en los resultados en cuanto a pérdidas de los negocios de café a futuros, así se señalen efectos por USD $-28,5 millones de dólares.
Si las utilidades del FoNC deben destinarse a atender la investigación científica, el servicio de extensión, la garantía de compra, los proyectos de desarrollo, la comercialización y promoción del Café de Colombia, debería revisarse con toda claridad y tomar medidas para aumentar los recursos destinados a las tareas misionales del FoNC y a la del Fondo de Estabilización de Precios del Café, FEPCafé.
En ese sentido, revisar el costo para el FoNC de la administración del mismo –por la FNC– es una tarea de transparencia y austeridad que debe asumirse a través de una comisión de cafeteros, gobierno y FNC, que permita la revisión de gastos y la reducción de los mismos de acuerdo con los análisis objetivos y cimentados, en que son recursos de los cafeteros y deben manejarse con la mayor pulcritud y esmero.
Otros asuntos planteados en el informe podrían mirarse, pero considero que debe señalarse lo que no se dijo y que es de especial interés de los caficultores. Sea lo primero señalar que nada se dijo en el 92º Congreso sobre la actitud o la política de comercio exterior que debería adoptar el Gobierno Nacional frente al control, manipulación e imposición de precios, por parte de las multinacionales, en las bolsas de valores.
Un asunto de suma importancia que debería tener, al menos, un reclamo por parte de quienes nos representan en los foros mundiales. Hoy pagan por una libra de café el equivalente a menos de la mitad de lo que pagaban en 1.983.
Las cooperativas, su relación con la FNC y su papel en la garantía de compra del grano, la situación de endeudamiento por las compras de café a futuros, las deudas de los caficultores, el análisis de la crisis, así el Gobierno sostenga que la crisis no existe –intervención ministro de Hacienda y también el Gerente de la FNC–.
Esa posición es grave para los caficultores. Sus ingresos no tendrán mejoría. Los costos de producción se evalúan por parte de FNC, 2000 fincas, y por el CRECE en COP $1 millón 325 mil pesos carga de café pergamino.
Productores, que también hacen cuentas, consideran que sus costos son de por lo menos $300 mil pesos más en carga y otros soportan gastos mayores. En las recomendaciones y en los dos discursos del presidente del 92º Congreso se hizo referencia al asunto, pero, aparte de eso, nada más.
Las cifras, y el análisis de las mismas, llevan a concluir que alcanzar precios justos va a pasar, parece, por adelantar fuertes movilizaciones de los caficultores. En la segunda parte, miraremos la posición del Gobierno nacional.
*Cifras tomadas del Informe del Gerente General al 92 Congreso de la FNC.