Editorial Impuestos sobre la Vivienda: ¿Cómo está Colombia frente a la OCDE?
Comprar o vender una casa no es una decisión fácil, y menos aún cuando se tiene que pagar una alta cantidad de impuestos. En Colombia, los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria son superiores al promedio de la OCDE, lo que tiene un impacto negativo en el mercado de la vivienda y en la economía de los hogares.
La propiedad de una vivienda no solo proporciona un techo bajo el cual vivir, sino que también representa una forma de ahorro e inversión. Sin embargo, la compra o venta de una casa implica costos adicionales, como el pago de impuestos. ¿Cuán elevados son estos impuestos en Colombia y cómo se comparan con los de otros países?
Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que representa a las economías más desarrolladas del mundo, se indica que Colombia se encuentra por encima del promedio en términos de gravámenes a la propiedad inmobiliaria, tanto en el momento de la transacción como de manera recurrente.
El impuesto predial, que se paga anualmente por poseer una casa o un terreno, es el más común y el más importante en términos de recaudación. En Colombia, este impuesto se calcula en función del valor catastral del inmueble, que se actualiza de acuerdo con la inflación y se revisa cada cinco años. Además, el impuesto tiene una tarifa progresiva, que varía según el uso, el estrato y el valor de la propiedad. Por lo tanto, se puede pagar desde el 0,1% hasta el 1,6% del valor catastral.
Además del impuesto predial, existen otros impuestos asociados a la vivienda. Al comprar o vender una casa, también se deben pagar los impuestos de registro (2%), de retención en la fuente (1%) y los gastos notariales (0,54%), que se calculan sobre un porcentaje del valor del inmueble. Además, si se vende una casa que no sea la de habitación, se debe pagar el impuesto de renta o por ganancia ocasional, según corresponda.
Estos impuestos colocan a Colombia por encima del promedio de la OCDE en cuanto a gravamen a la propiedad inmobiliaria. Según datos de la organización, en 2021, Colombia recaudó el 8,3% de sus ingresos fiscales por este concepto, el séptimo porcentaje más alto entre los 38 países miembros. Además, el impuesto predial representó el 2,1% del PIB, el décimo porcentaje más alto, y los impuestos sobre transacciones financieras, son los segundos más altos después de Corea del Sur.
Estos impuestos tienen un impacto en el mercado de la vivienda, que ya está afectado por la desaceleración económica y la inflación. Por un lado, pueden desincentivar la compra y la venta de casas, al aumentar el costo de las transacciones y reducir la rentabilidad de la inversión. Por otro lado, pueden dificultar el acceso a la vivienda, especialmente para los hogares de menores ingresos, que deben destinar una mayor parte de sus recursos al pago de impuestos.
De manera sorpresiva, el gobierno presentó recientemente el proyecto de Ley 292 de 2023, que busca imponer límites a los posibles aumentos en el impuesto predial. Este incremento se aplicaría de forma diferenciada, teniendo en cuenta el valor del avalúo catastral y el uso del inmueble, y contaría con un tope máximo de aumento.
No obstante, ciertas agrupaciones han expresado su preocupación sobre las posibles consecuencias negativas de este proyecto. En respuesta a esta propuesta, Guillermo Herrera, presidente ejecutivo de Camacol, advirtió que “la ley pretende reemplazar estos topes, pero no es una solución, sino que generará un incremento”. Según Herrera, “la propuesta del Gobierno afecta tanto a predios urbanos como rurales y no aborda el problema principal. Los esfuerzos deberían dirigirse a que los más de 900 municipios con rezagos en su catastro urbano y rural puedan contar con información actualizada”.
Por lo tanto, la vivienda se convierte en un tema central para el debate público. ¿Cómo se puede aliviar la carga tributaria de los hogares? Ante la caída en la venta de viviendas, ¿en este momento, es apropiado incrementar el impuesto predial?