29 de marzo de 2024

Teatro del oprimido

Comunicador Social-Periodista. Especialista en Producción Audiovisual. Profesor universitario, investigador social y columnista de opinión en diferentes medios de comunicación.
5 de junio de 2023
Por Carlos Alberto Ospina M.
Por Carlos Alberto Ospina M.
Comunicador Social-Periodista. Especialista en Producción Audiovisual. Profesor universitario, investigador social y columnista de opinión en diferentes medios de comunicación.
5 de junio de 2023

De manera real, la disposición personal de Petro, de punta a cabo, es antidemocrática. No por su sórdido e inconfeso pasado ni sus ínfulas de sabiondo, tan solo vive de pura mala acción. Por más que utilice expresiones exclamativas, exponga planteamientos incongruentes alrededor de los temas serios, haga giros verbales para ocultar el desgobierno, lance sofismas de distracción o produzca cortinas de humo; ahora mismo, ni los descerebrados creen el sartal de cosas fingidas. Hasta los actores del sketch, ‘vamos a vivir sabroso’, pusieron pies en polvorosa.

Gustavo Francisco Petro Urrego, asegura respetar las decisiones de la justicia, siempre y cuando, no afecten el círculo cercano de áulicos, familiares y defensores de oficio. En ese sentido, le estorba la independencia de los poderes públicos, rotulándolos como conspiradores de un ‘golpe blando’ en caso de que la presunción no admite prueba en contrario. Por ejemplo, sin precedente, el alzamiento violento, ese sí, que promovió junto a sus secuaces en oposición al orden público y el Estado de derecho durante la sublevación conocida como ‘Paro Nacional’.

Acostumbrado a recibir inmerecidos halagos de unos cuantos periodistas arrodillados, no tolera la libertad de expresión ni la prensa independiente que ensaya censurar e inspeccionar a medida de sus pretensiones. Una evidencia más en dirección opuesta a la democracia. Por lo tanto, aficionado al juego de compadres que, también, practica el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y el defensor a ultranza del bandido Santrinch, Iván Cepeda Castro.

Señala con el dedo sin poner las cartas boca arriba. Habla de violación de los derechos humanos, a la par que defiende la dictadura de Maduro; sigue de largo en presencia de fajos de billetes embolsados por él y los millones de pesos virtualmente recogidos por su hijo, Nicolás, provenientes de narcotraficantes. El colmo consiste en que niega cualquier vínculo formativo con su primogénito. “Realmente nunca tuvimos la oportunidad de convivir. No lo crie, esa es la realidad.” (sic) A lo que ripostó la familia materna del encartado, “gracias a Dios no lo crio… se habrá torcido cuando empezó a andar con usted” (sic). Sin más comentario.

Para tratar de disimular el olor nauseabundo de la conducta discriminatoria por parte de la exjefa del gabinete presidencial, la violación de los derechos humanos de Marelbys Meza, la exniñera del hijo de Laura Sarabia; y enfocar la atención en un supuesto riesgo de seguridad nacional, Gustavo Petro, se hace la víctima y apela a la compasión de los demás ante la “mujer recién parida” (sic), refiriéndose a la exfuncionaria de Palacio. La táctica de engañabobos, poco a poco, se desbarata por encima de todo discurso populista y la exuberancia retórica. Es decir, palabras al aire.

Por esta razón y otras de gran calado, la desaprobación de Petro Urrego alcanzó el 59% y el 70,7% de los colombianos consideran que el país va por mal camino (Encuesta Invamer Colombia Opina #14, mayo 2023).

Está tan seguro como el agua en un cesto, puesto que ‘explicación no pedida, culpa manifiesta’. ¿Qué tiene que ver el delito contra el patrimonio económico por la pérdida de dinero con interceptar las líneas telefónicas de dos personas que trabajaban para la cabeza de gabinete? Allí hay gato encerrado; en especial, la falta de consistencia sobre el monto, el origen y la circulación de ese efectivo. ¿Quién en Casa de Nariño ostenta tanto poder para ordenar el análisis del polígrafo, inventar un expediente ligado al Clan del Golfo, pagar vuelos chárteres en avión de lujo y entrampar a la Dijin y a la fiscalía? ‘¡A otro perro con ese hueso!

Del mismo paño, la absolución en la instancia de los exguerrilleros del partido Comunes, la revelación de la causa a cargo de varios miembros del Pacto Histórico en relación con lo que otros dudan y la narrativa pueril del congresista Cepeda que plantea “montajes y manipulaciones para socavar la imagen y la legitimidad del gobierno” (sic – junio 3 de 2023). Es como oír cantar sin saber de dónde viene la delación. En último término, la fiebre de los intransigentes siempre busca dar la vuelta al problema y a las responsabilidades.  Un patrón del invariable truco bajo de ‘echar con la bola propia la del contrario’ (sic – Rae 2023).

La senadora Clara López, dizque, defensora de “los nadies”, trato de sirvienta a la nana Marelbys, demostrando menosprecio por las mujeres en posición de vulnerabilidad. El combo agrandado de la coalición política y Gustavo Petro son la expresión exacta de la incoherencia, el arribismo, la manipulación de los débiles y las distintas formas de corrupción. Ahí les duele el botón de muestra y el montaje de su teatro del oprimido.

Colombia va de capa caída. Es necesario accionar el paracaídas frente al experimento fallido de la izquierda radical, la descarada negociación con grupos delincuenciales organizados, el saqueo del erario, los proyectos de ley con tintes de inconstitucionalidad y la destrucción de la nación.

Enfoque crítico – pie de página. ¡Ojo! Con el mierdero que puede armar el sub judice Armando Benedetti. De hecho, hizo el primer ensayo a partir del escándalo de la chuzada. ¿Prenderá el ventilador acerca de las irregularidades de la campaña presidencial y los vínculos cercanos entre Maduro y Petro? Amanecerá y veremos las diferentes artimañas.

Pregunta suelta, ¿Por cuál razón Estados Unidos retiro la visa al exembajador Benedetti? ¡Uy! A comprar papel higiénico.