29 de marzo de 2024

Pobre defensa

7 de enero de 2023
Por Eduardo Aristizábal P.
Por Eduardo Aristizábal P.
7 de enero de 2023

El connotado filósofo francés, Francis Wolff – 72 años – en una de sus obras, 50 razones para defender la corrida de toros, consigna claras y contundentes conclusiones de estudios científicos, algunos de ellos, de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, sobre la realidad de la fiesta brava.

En un aparte con el título, La adaptación fisiológica del toro a la lidia, escribe:

“ …no sorprende que los estudios de laboratorio del ya citado Juan Carlos Illera del Portal hayan demostrado que este animal, particularmente adaptado para la lidia, tenga reacciones hormonales únicas en el mundo animal ante el “dolor” (que le permiten anestesiarlo casi en el mismo momento en que se produce), especialmente debido a la segregación de una gran cantidad de beta-endorfinas (opiáceo endógeno que es la hormona encargada de bloquear los receptores del dolor), sobre todo, cuando se produce en el transcurso de la lidia. Otro descubrimiento que demuestra la singularidad del toro de lidia en relación a las demás “razas” de bovinos es la talla del hipotálamo (parte del cerebro que sintetiza las neurohormonas que se encargan especialmente de la regulación de las funciones de estrés y de defensa) que es un 20% mayor que el de los demás bovinos – dato que es considerable. Todo esto no hace sino explicar las causas fisiológicas de un comportamiento que cualquier ganadero de toros de lidia o cualquier aficionado conoce (pero que ignoran todos los profanos) y que hace posible la lidia: el toro bravo, en lugar de sentir el “dolor” como un sufrimiento, lo siente como un estimulante para la lucha. Se transforma inmediatamente en una excitación agresiva.”

Francis Wolff, filósofo francés,  catedrático en la Escuela Normal Superior de la Universidad de París,  las universidades de Paris-X-Nanterre , la de Reims y la de São Paulo (Brasil). Con 18 obras de filosofía, ciencias sociales y 4 taurinas.

Sobre los toros: 50 razones para defender la corrida de toros, Filosofía de las corridas de toros, Discours de philosophie taurine à l’usage de tous,   Seis claves del arte de torear.

En otro no menos interesante párrafo, el filósofo francés, anota: ¡Si un toro fuera torturado huiría!

“ La lidia no pretende torturar a un animal indefenso, sino más bien al contrario consiste

en hacer pelear a un animal naturalmente predispuesto para la lucha (de ahí el nombre

de toro de lidia. Tenemos dos comprobaciones empíricas evidentes: si se le hiciera la prueba del puyazo a cualquier otro animal (un buey o un lobo), huiría inmediatamente, puesto que la fuga es la reacción inmediata de cualquier mamífero ante una agresión. Sin embargo, el toro de lidia, lejos de huir, redobla sus acometidas.

Segunda comprobación: cuando se le hace sufrir a un toro de lidia una verdadera

“tortura” (por ejemplo, una descarga eléctrica como es el caso de algunas vallas

electrificadas), se escapa y huye. Este comportamiento es justamente el contrario al de su reacción normal durante la pelea en el ruedo.”

Y para entrar en el tema del título, remato con con este aserto final.

“ Ya hemos dicho que, al contrario de los demás animales, el toro de lidia no reacciona a las heridas huyendo sino atacando. Es el único animal que, herido por los puyazos, vuelve a la carga para atacar al picador en lugar de huir de él (siendo la fuga la respuesta normal, naturalmente adaptada, al dolor). Sin embargo, esta reacción es perfectamente natural en un animal genéticamente predispuesto para el combate.

Sabemos que en el ser humano sucede algo parecido. Miles de testimonios de soldados

heridos lo confirman. Ellos explican no haber notado nada, o casi nada, de las graves

heridas recibidas a causa del fragor del combate. Esto mismo les ocurre a algunos

toreros cuando reciben una cornada, que comienzan a sufrir después de acabada la lidia.

¡Cuánto más verdad es en el caso de un animal fisiológicamente dotado y genéticamente

seleccionado para la lidia, y que no deja de combatir, mientras le reste un hilo de vida!”

Lo anterior son verdaderos argumentos, aquellos que se deben presentar cuando se cuestiona seriamente la actividad taurina y mucho mas cuando se trata de tránsitos legales en un congreso de la república. Pero, da grima, por no decir dolor, la manera como algunos congresistas armados simplemente de buena fe, tratan de sustentar pobremente la verdad verdadera de la fiesta brava, pidiendo, no argumentando.

Algunos se han limitado, como excepción, a mostrar unas pocas cifras de orden económico y social, que se tiene que fortalecer, pero nadie se ha referido a temas científicos o ha solicitado la comparecencia de científicos, que como en el caso del filósofo francés, conoce profundamente la verdad del arte taurino.

Da grima ver y escuchar al senador, domador de caballos, subcampeón mundial de coleo, Josué Alirio Barrera Rodríguez, el mismo que quiso entrar su caballo a las oficinas del congreso, cuando pide, no argumenta, en forma casi lastimera, que se archive el proyecto. Con ponentes así, estamos graves.

¿ Y que hace Manizales, la capital taurina del nuevo continente ? Se imaginan ustedes amables lectores cuales serían los efectos sociales y económicos del cierre de nuestro coso taurino y por lo tanto una Feria sin programación taurina. La ciudad no es el alcalde, somo todos y en este caso los taurinos que al menos deben confrontar a nuestros representantes en el Congreso de la República que aceptan la fiesta brava, a buscar respaldo de otros congresistas taurinos, para defenderla verdaderamente, con argumentos, con pruebas, sustentos, realidades, no con peticiones anodinas, porque o sino, como se dice vulgarmente Esta sería una inmediata  tarea de UNDETOC, que además preside un manizaleño, doliente directo, el matador y abogado Guillermo PERLA Ruiz, porque de lo contrario,  ¡ apagá y vámonos ! como se dice prosaicamente.