19 de marzo de 2024

Una mejor vida para los carretilleros y equinos en La Virginia

29 de noviembre de 2022
29 de noviembre de 2022
Créditos: Gobernación de Risaralda.

Durante años cerca de 20 carretilleros trabajaron hombro a hombro con sus equinos. Los vehículos de tracción animal jugaron un papel fundamental en la historia del Puerto Dulce de Risaralda.

Ahora estas personas y los caballos podrán disfrutar de una mejor calidad de vida gracias a un trabajo mancomunado entre la Gobernación y la Alcaldía Municipal, quienes se unieron para entregar 18 motocarros y así remplazar los vehículos de tracción animal.

Los equinos fueron recibidos por Crines, quienes velarán por su salud para posteriormente buscarles un nuevo hogar donde reciban igual o más amor que por años les profesaron los carretilleros.

El gobernador Victor Manuel Tamayo Vargas acompañó la entrega de los motocarros, donde destacó las iniciativas que se adelantan desde la Administración Departamental por el bienestar animal. El mandatario señaló que cuando llegó a la Gobernación encontró que habían más de 60 trapiches que funcionaban con tracción animal, por ello comenzó una cruzada para sacar a los caballos y mulas de este duro trabajo y hoy solo quedan 5 trapiches donde se emplean animales.

Además, de la entrega de los motocarros y los equinos, también se ayudó a los carretilleros a sacar su licencia de conducción. En todos estos componentes se invirtieron alrededor de $400 millones, de los cuales la Gobernación a través de la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad destinó $150 millones.

Entre la tristeza y la alegría

“Despedirse de mi caballo no es fácil, fueron muchos años con él y ya se convirtió en parte de mi familia, pero estoy seguro que ahora le encontrarán un hogar amoroso donde va a tener una nueva vida”, fueron las palabras Luis Ernesto Usma al entregar su equino y recibir el motocarro.

Historias como esta se repitieron durante la entrega de los nuevos vehículos, incluso algunos de los carretilleros como Juan Pablo Carvajal no pudieron contener el llanto.