26 de marzo de 2025

Salvar a las cooperativas y a los caficultores, Cuidar el Fondo Nacional del Café y la garantía de compra

12 de noviembre de 2022
Por Óscar Gutiérrez
Por Óscar Gutiérrez
12 de noviembre de 2022

Cumpliendo con el cronograma de reuniones acordado entre el Ministerio de Agricultura y Dignidad Agropecuaria Colombiana se realizó ayer, 10 de noviembre, la reunión sobre cooperativas de caficultores, compras de café a futuro, recursos del Fondo Nacional del Café para esa operación y el manejo dado por la Federación Nacional de Cafeteros al mismo. Durante tres horas se escucharon las posiciones y comentarios de Dignidad Cafetera, Dignidad Agropecuaria, directivos y asesores jurídicos de varias cooperativas, voceros de la Federación de Cafeteros y dirigentes gremiales de la misma. Contó la reunión, además, con la presencia de la Contraloría General de la República, la oficina de asuntos cafeteros del Ministerio de Hacienda y el responsable de la cadena agrícola del café del Ministerio de Agricultura.

Las conclusiones a las que llegaron los representantes de Dignidad Agropecuaria y Dignidad Cafetera son las siguientes:

1. Efectivamente no está resuelta, en su totalidad, la gravísima situación económica que se presentó por las ventas de café a futuro que promoviera la Federación Nacional de Cafeteros a través de las cooperativas y con respaldo en los recursos del Fondo Nacional del Café que administra bajo contrato suscrito con el gobierno nacional. Los acuerdos de entrega de café a futuro que se pactaron -violando en muchos casos la reglamentación de la Federación de Cafeteros- a precios que resultaron ser muy inferiores a los que se presentaron en el mercado en el momento de la entrega del grano físico, condujeron a graves incumplimientos en la entrega de este. Los contratos se hicieron desconociendo los efectos del cambio climático y sin prever ni ajustarlos al alza que se presentaba en el precio del grano nacional en el mercado mundial. En una actitud que sorprende, la Federación de Cafeteros, una vez detectado que se iban a presentar grandes faltantes en la entrega de café a las cooperativas y de estas al Fondo Nacional del Café, no hizo nada para corregir los errores y dejó que la situación se profundizara causando, de esa manera, más daño económico a las cooperativas y a los caficultores -que se supone son la razón de ser de la organización gremial- y al Fondo Nacional del Café.

2. Esta conclusión tiene como sustento la realidad que se presentó en la entrega del café por parte de los caficultores. Fenómenos ligados al cambio climático, merma en la producción y bajos precios pactados, frente a los elevados precios al momento de la entrega a las cooperativas, llevaron a los incumplimientos.

Se presentó también, en algunos casos, ofertas de café que no tendrían, en un juego de especulación que condujo a abultadísimas pérdidas que, sumadas a las de los incumplimientos, llevaron a la mayoría de las cooperativas a pérdidas que las tienen al borde de la disolución o liquidación. Frente a estas realidades, la posición de la Federación fue obligar a las cooperativas a firmar compromisos que ponen en riesgo su patrimonio y que, es muy posible, no puedan cumplir. Para lograr la firma de esos contratos amenazan con proceder contra los bienes personales de quienes dirigen las organizaciones cooperativas y con no entregar los recursos para el desarrollo de su actividad que es comprar café y, de esa manera cumplir, con la garantía de compra del grano a los productores. Sin embargo, no todas las cooperativas se sometieron y hoy, cinco de ellas, enfrentan una persecución económica por parte de la Federación de Cafeteros que les niega los recursos para cumplir con su tarea.

3. En esas condiciones, concluimos que las relaciones entre la Federación de Cafeteros y las cooperativas de caficultores se deben reconstruir teniendo como base un tratamiento entre iguales. Los recursos del Fondo Nacional del Café no son de la Federación. Esta los administra por un contrato con el gobierno nacional, pero, quienes cumplen el papel de ejercer la garantía de compra, son las cooperativas.

4. Las entregas de café físico deben cumplirse, pero, para poderlo hacer, por el cambio en los costos de producción, en relación con precio pactado en las ventas a futuro, se deben renegociar buscando que el error cometido permita plazos amplios para la entrega del grano, cinco años -por lo menos- para los caficultores y sin intereses o sobrecostos, y diez años para las cooperativas; todo, en el entendido de que estas se deben salvar, para que cumplan con su labor. De no ser así, puede llegarse a la situación que dio origen a la creación de la Federación en 1927. Comercializadores privados, fundamentalmente monopolios extranjeros volverían a tomar el control de la comercialización interna y disponer, de acuerdo con sus intereses, el precio de compra del grano a los caficultores.

5. Se anunció, por parte de la Contraloría General de la República, la entrega de la Auditoría Fiscal a los recursos del Fondo Nacional del Café y, se afirma, habrá elementos claves para la toma de decisiones sobre este asunto.

6. Se acordó realizar otra reunión, una vez las cooperativas tengan una propuesta elaborada, para redefinir las relaciones de ellas con la Federación -como administradora del Fondo Nacional del Café- y con el Gobierno, como firmante del contrato para la administración de este.

7. Otros asuntos también se abordaron, pero este -cooperativas, compras de café a futuro, fondo nacional del grano y manejo de la Federación de Cafeteros- debe ser mirado con detalle por el actual gobierno. El Congreso Nacional de la Federación de Cafeteros está próximo. Este asunto está a la orden del día. Ojalá pueda adelantarse una discusión democrática y se aprueben medidas que permitan solucionar tan espinoso y enojoso asunto.