28 de marzo de 2024

Fidel y la familia Cano

22 de noviembre de 2022
Por Óscar Alarcón
Por Óscar Alarcón
22 de noviembre de 2022

Lo recuerdo de pantalones cortos, imberbe, vendiendo por centavos en la redacción de “El Espectador” un periodiquito del tamaño de un cuarto de cuartilla. Se llamaba el “Fideloncito”, no sé si en homenaje a su bisabuelo o a él mismo. Creo que a él mismo. Publicaba cuestiones varias, sobre todo de deporte y sobre todo del Santa Fe, que era el equipo de la casa. Veíamos en él la reencarnación de su bisabuelo, quien llevaba su mismo nombre, fundador de “El Espectador” quien en Medellín se atrevió a fundar un periódico radical para enfrentarse a quienes en la batalla de La Humareda derrotaron los ideales consagrados en la Constitución de 1863. “La Constitución de 1863 ha dejado de existir”, lo dijo desde el balcón de Palacio el presidente Núñez ante los aplausos de quienes eran sus nuevos amigos.

Vino luego la ley de los Caballos, que silenció a la prensa, y se inició la ardua batalla de cierres y aperturas de “El Espectador” que hoy, afortunadamente, está en las manos de Fidel Cano Correa, en buena hora exaltado por el premio Simón Bolívar en reconocimiento a la vida y obra de un periodista que al mismo tiempo es a la vida y obra de una estirpe que por más de 136 años ha defendido una tradición de la libertad de prensa, del liberalismo como doctrina y de los postulados de la igualdad. Ha sido una familia de una sola línea, desde Fidel Cano Gutiérrez, el iniciador de la estirpe, Luis Cano, Gabriel Cano, y Guillermo Cano, quien sobrevivió a la tenaza financiera impuesta por un reconocido grupo y falleció enfrentado a las balas del narcotráfico cuando los denunció.

Fidel Cano Correa es sangre de los mismos, y es quien con valentía ha sabido llevar la antorcha de la familia, con el patrocinio de otra familia, los Santodomingo. Con independencia ha dado cabida a los voceros de la nueva Colombia, sin tener en cuenta a qué partido o coalición pertenecen.

Merecido el galardón el que se le ha adjudicado a Fidel Cano Correa. Lo expresa con satisfacción quien llegó a esta casa joven y hoy ya es Cano.