29 de marzo de 2024

Proteger, historicista-historiador, entre más, comas de más

Profesor y catedrático, algunos años; rebuscador, otros tantos, y hoy, escritor y defensor ferviente de nuestro hermoso lenguaje castellano.
15 de agosto de 2022
Por Efraim Osorio
Por Efraim Osorio
Profesor y catedrático, algunos años; rebuscador, otros tantos, y hoy, escritor y defensor ferviente de nuestro hermoso lenguaje castellano.
15 de agosto de 2022

Quisquillas de alguna importancia 

La frecuencia de su uso no hace castizos los errores gramaticales.

 Los verbos transitivos, generalmente, no necesitan la preposición ‘a’ para su complemento directo. ‘Proteger’ es uno de ellos. El reconocido escritor y columnista don José Jaramillo Mejía utilizó esa preposición en oraciones que no la requieren: “…representa y protege a los sectores populares, a la libertad de cultos y al libre examen…”. “…y proteja a las bases trabajadoras de la explotación…” (LA PATRIA, 1/8/2022). Sobra en todas la preposición: “…protege los sectores populares, la libertad de cultos y el libre examen; proteja las bases trabajadoras…”, correctamente. Si el complemento es de persona, se requiere la preposición ‘a’, según la norma, para determinar, por ejemplo, ‘protege al niño del matonismo escolar’. Pero decimos ‘es un deber sagrado proteger la niñez y adolescencia de nuestros hijos de los peligros que las rodean’. De acuerdo con estos ejemplos, para su complemento circunstancial el verbo ‘proteger’ rige la preposición ‘de’. ***

En sus cuatro letras a ‘La voz del lector’ (5/8/2022), Don Cecilio cita esta frase del escritor Adalberto Agudelo Duque: “Los historicistas nos contaron que el 20 de julio de 1810…” y la enmienda así: “No los historicistas, sino los historiadores”. Da en el clavo, porque son los ‘historiadores’ (hombres o mujeres, no lo dude) los que relatan los hechos, importantes o no, que ocurrieron durante la existencia de un personaje, de una ciudad, de una raza, de una nación o del mundo entero. ‘Historicistas’, por su parte, son aquellos (hombres o mujeres, sin duda) que profesan el ‘historicismo’, que es, según M. Moliner, una “doctrina según la cual los fenómenos humanos se pueden explicar enteramente desde una perspectiva histórica”. El Diccionario lo define de esta manera: “Tendencia intelectual a reducir la realidad humana a su historicidad o condición histórica”. El término ‘historicismo’ apareció por primera vez en la vigésima edición de El Diccionario (1984); ‘historicista’, en la siguiente (1992). La diferencia entre ‘historiador’ e ‘historicista’ la da su respectivo sufijo: en el primer término, el sufijo es ‘-dor’, con el que se forman adjetivos y sustantivos verbales (agente o instrumento), y que cambia según la conjugación, así: ‘cobr-ador’, para la primera; ‘ten-edor’, para la segunda, y ‘descubr-idor’, para la tercera. El sufijo ‘-ista’ se emplea en adjetivos que generalmente se sustantivan y que significan partidarios o seguidores de lo que se expresa con los sustantivos terminados en ‘-ismo’, como ‘historicista’. ***

 El oficio de las preposiciones no es el de ‘modificar’ otras partes de la oración. Éste es oficio exclusivo de los adverbios. Es frecuente el empleo de la preposición ‘entre’ en la locución adverbial ‘entre más’ o ‘entre menos’. Una muestra: “Aquí, por el contrario, entre más crímenes se cometan contra ellos, más estridentes son algunas voces pidiendo acabar la policía…” (El Tiempo, Juan Lozano Ramírez, 1/8/2022). No obstante su uso extendido, el  lenguaje culto proscribe esta construcción, que debe ser reemplazada por “mientras más crímenes se cometan…”. Puede también utilizarse la expresión adverbial ‘cuanto más’, invariable si le sigue un adjetivo, verbigracia, ‘cuanto más viejos nos ponemos, más caprichosos nos volvemos’. Pero si le sigue un sustantivo, tiene que concordar con éste en género y número, por ejemplo, ‘cuanta más plata tiene, más ambiciona’ y ‘cuantas más propiedades posee, más desea’. La frecuencia de su uso no haces castizos los errores gramaticales. ***

LA PATRIA publica todos los días en el extremo superior derecho de la página del crucigrama una sentencia. Desconozco su origen e ignoro si es traducción o no. Lo que sí sé es que casi siempre su autor, o no sé quién, le pone una coma innecesaria. Dos botones: “Algún día regalarás plumas, a todos aquellos que no creyeron en tus alas” (6/8/2022). “Deja de frotar lámparas y date cuenta, ¡QUE EL GENIO ERES TÚ!” (7/8/2022). Sobra la coma en las dos, y en la segunda hace falta la preposición ‘de’: “…date cuenta de que…”. Son tantas estas comas innecesarias, tantas, que ya las extraño cuando no las veo.

 

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