29 de marzo de 2024

Impuesto a productos azucarados y ultraprocesados: trabas de la industria y falta de voluntad política

14 de agosto de 2022
14 de agosto de 2022
El debate fue organizado por el Doctorado en Salud Pública de la UNAL. Fotos: Brandon Pinto – Unimedios.

Ambos factores han provocado un retroceso en la implementación de una política pública en el país que garantice una alimentación saludable y consciente. Así lo expresaron los expertos invitados al programa Debates en Salud Pública realizado hoy en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y organizado por el Doctorado en Salud Pública

En la nueva reforma tributaria que se radicó el pasado 8 de agosto en el Congreso de la República, el tema del impuesto a productos como gaseosas, papas fritas y algunos embutidos, entre otros, ha sido el tema más sonado y controversial.

El impuesto se aplicará de la siguiente forma: las bebidas azucaradas que tengan entre 4 y 8 g de azúcar pagarán 18 pesos por cada 100 ml, y las que tengan más de 38 g pagarán 35 pesos por cada 100 ml. Por su parte, los productos comestibles ultraprocesados (aquellos que contienen alto contenido de calorías, grasas trans y azúcares) tendrán un impuesto del 10 %.

Estos productos se relacionan con la obesidad y con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II e hipertensión, entre otras, llevándonos a una morbilidad y muerte. En Colombia la prevalencia de sobrepeso y obesidad está determinada por la Encuesta Nacional de Situación Nutricional de 2018, la cual arrojó que en adultos entre 18 y 64 años se presenta un sobrepeso del 37,7 % y una obesidad el 18,7 %.

¿Qué ha impedido que en Colombia se implanten impuestos a las bebidas azucaras y a los productos comestibles ultraprocesados? Esta fue la pregunta que trataron de responder el viceministro de Salud, Jaime Urrego; la profesora Carol Cristina Guarnizo, del Departamento de Salud Colectiva de la Facultad de Odontología de la UNAL; Martha Janeth Sandoval, de la Red Académica por el Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuadas (DHANA), y el profesor Jairo Orlando Villabona, de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNAL, en una nueva sesión del programa Debates en Salud Pública.

La profesora Guarnizo explicó el concepto de “determinante comercial de la salud”, el cual hace alusión a los intereses privados, corporativos y publicitarios para que en la sociedad se consuman bebidas azucaradas y productos ultraprocesados.

“Los sectores privados aplican una serie de estrategias para promover estos productos tan perjudiciales para la salud, el mercadeo que proponen busca generar deseo e incrementar la aceptabilidad de estos, aunque existen evidencias del daño que les causan a las personas; un ejemplo claro es el patrocinio a eventos deportivos masivos”.

“Para cambiar los comportamientos es necesario cambiar los entornos; en 2020 Coca-Cola invirtió 12 billones de dólares en publicidad y mercadeo en África, y Pepsi invirtió 5,5 billones de dólares; lo cual contrasta con el presupuesto general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual es de apenas 4,4 billones de dólares”.

Esto muestra el impacto económico y las relaciones de poder establecidas entre la industria y cómo se presentan a través de los medios de comunicación para agradar más a los consumidores.

Siguiendo la discusión, la economista Sandoval se refirió a los fallidos intentos de aprobación de este tipo de impuestos a lo largo de los años: “desde 2016 ha habido tres intentos, sin embargo, por falta de voluntad política esto no se ha logrado”.

Además, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se maneja no es suficiente para solventar el problema, por lo que deben existir impuestos al consumo como el que se está proponiendo.

“La industria ha generado una serie de mitos alrededor de los impuestos, argumentando una serie de impactos negativos –como por ejemplo a las tiendas de barrio– que no están sustentados y que incluso tienen estudios pagados por ellos mismos”, afirmó la economista.

Agregó que “un caso claro e impactante es el de la empresa de bebidas y alimentos Postobón SA, que dice que les compra la fruta a los campesinos para poner los jugos Hit, pero esto no era así, incluso hubo una demanda que se ganó contra la publicidad engañosa relacionada con este”.

El profesor Villabona manifestó que “en Latinoamérica ya hay 21 países que cuentan con un impuesto en ese sentido, y de Suramérica solo faltan Colombia y Venezuela”.

“El Banco Mundial ha explicado que estos impuestos incentivan a los productores a reformular sus productos con el objetivo de reducir los niveles de azúcar que contienen, lo cual es importante porque genera una presión que antes no tenían”.

El viceministro de Salud, Jaime Hernando Urrego, señaló que “el Gobierno le dará importancia a esta serie de medidas, cuya base fundamental es aumentar la participación, teniendo estas discusiones como debate público y generando cambios trascendentales, como una reforma profunda del sistema de salud”.

 

Agencia de Noticias UNAL – Unimedios