27 de septiembre de 2023

¿Quién era Orlando Cadavid Correa?

30 de junio de 2022
Por José Miguel Alzate
Por José Miguel Alzate
30 de junio de 2022

Debido a los muchos artículos que con motivo del fallecimiento de Orlando Cadavid Correa se han publicado en varios medios de comunicación, algunos lectores que no conocieron su trayectoria se han preguntado quién era este periodista cuya muerte ha despertado sentidas expresiones de pesar en diversos círculos de Manizales. Pues bien: aquí se los vamos a contar. Y lo hacemos con dolor en el alma por la partida de un amigo entrañable, de un maestro de periodistas, de un redactor que tuvo una especial habilidad para escribir el lead de una noticia. Empecemos, pues. Orlando Cadavid Correa llegó a Manizales procedente del municipio de Bello, una población cercana a Medellín, siendo muy joven. Y aquí, en esta ciudad que quiso como si fuera la suya, se hizo periodista.

¿Cómo empezó esa carrera periodística que llevó a Orlando Cadavid Correa a ser director nacional del noticiero RCN radio y uno de los impulsores de la agencia noticiosa Colprensa? Oscar Domínguez, el excelente periodista que escribe notas  llenas de un fino humor, dice que “se inició en una emisora de pedal, Voces de Itagüí, de don José Mejía”. Pero su despegue como periodista dotado de un buen sentido de la información lo tuvo en esta ciudad, donde compartió micrófono con Eucario Bermúdez, en la antigua Transmisora Caldas. Pasó luego al noticiero de La Voz del Ruiz y, de allí, a Radio Manizales. En esta emisora, ya desaparecida, encontró el espacio para darse a conocer como excelente entrevistador y, además, como fino redactor.

Fue en Radio Manizales donde Orlando Cadavid Correa se abrió camino para obtener al reconocimiento nacional. Por el cuidado para redactar un lead, por su excelente sentido periodístico, por su deseo de mantener a la audiencia al tanto de lo que sucedía en el departamento, el noticiero Crónica, que se transmitía por esta emisora, del cual fue su director, se convirtió en un referente en Caldas para estar bien informado. Era el noticiero más sintonizado en el departamento. Ello debido a que, por sus quince kilovatios de potencia, era el único que se podía escuchar en todos los municipios. Además por su buena nómina de periodistas y, sobre todo, porque sabía ponerle picante a la información a través de secciones como La noticia en bikini y El informe al desnudo.

Después de haber obtenido un nombre como periodista en Manizales, y aprovechando sus buenas relaciones con los medios de comunicación, por sus conocimientos musicales la casa disquera Codiscos se lo lleva para Medellín como jefe de relaciones públicas. De ahí da el salto a los medios nacionales al ser llamado para que ejerciera como director de noticias de RCN radio a nivel nacional, recién adquirida la cadena radial por el industrial Carlos Ardila Lulle. La nostalgia por la máquina de escribir y el deseo de reencontrarse con la noticia como elemento inspirador de su oficio le permitió no solo formar a su alrededor un buen equipo periodístico, sino alcanzar cubrimiento nacional con una empresa radial que para entonces estaba por debajo de Caracol y Todelar como medio noticioso.

Cuando la familia Ardila Lulle quiso imponerle a Darío Hoyos como subdirector del noticiero, Orlando Cadavid renunció a la cadena RCN. Asumió entonces como director de la agencia Colprensa, una empresa fundada por los periódicos regionales para que los mantuviera al día en la información que se producía en Bogotá. Aquí volvió a demostrar su talento periodístico. Y su lucha porque la redacción de las noticias estuviera alejada de la adjetivación. Pienso que de esta preocupación suya por el escribir bien nació su admiración por Roberto Cadavid Misas, el inolvidable Argos, “el más agudo, pertinaz, certero y ameno crítico del lenguaje que tuvo el periodismo nacional en el siglo pasado”, según Tomas Nieto. Y por don Efraím Osorio, el de las quisquillas de La Patria.

Oscar Domínguez dijo que Orlando Cadavid Correa era “enemigo personal de la mala sintaxis”. Agregó que un error de ortografía ajeno le dañaba el día. Por esta razón, en sus columnas publicadas en La patria a lo largo de veinte años predomina el respeto por el idioma y la pureza del lenguaje. Era un escritor de prosa alegre, nostálgica a veces, elegante en la descripción. De ese estilo límpido hizo gala en sus informes periodísticos publicados en El Espectador y en El Tiempo por la época en que fungió como corresponsal en Manizales. Una vez jubilado, cerró su vida profesional como director de noticias de Caracol Antioquia, después de ejercer el mismo cargo en Manizales. Orlando Cadavid fue, además de maestro de periodistas, un gran ser humano. Y, sobre todo, un amigo de sus amigos.