28 de marzo de 2024

Socialización de una Conducta Empresarial Responsable: No estamos solos

1 de abril de 2022
Por Jaime Fernando Rodríguez Rocha
Por Jaime Fernando Rodríguez Rocha
1 de abril de 2022

El tema más importante del siglo y de los venideros es El Cuidado de nuestro Planeta, que es nuestra casa, nuestro hogar y de donde obtenemos el alimento, el agua, nuestro hacer diario…en resumen nuestra vida y la de nuestros seres queridos.

Vemos como la pérdida de la Capa de Ozono permite que la radiación afecte nuestro entorno e incluso la salud de nuestro cuerpo.  Como la emisión de gases especialmente el Co2 y el metano hacen que se capture mayor cantidad de calor del sol creando un cambio climático, al generarse calentamiento y así una mayor evaporación del agua, causando sequías en determinados sitios y mayores precipitaciones de lluvia en otros, generando inundaciones. Lo enunciado sin duda afecta la salud, el bienestar y la tranquilidad de todos nosotros al perderse cultivos y consecuentemente alimentos para humanos y animales, haciendo infértiles los terrenos e invivibles por una total carencia de agua y así de vida.

Esto no es solo para generaciones futuras, todos lo estamos sufriendo hoy ya y lo podemos corroborar en los noticieros o en cualquier medio informativo donde observamos y oímos sobre inundaciones, incendios, hambrunas etc. Respetados lectores, este es el estado del arte y ante él no debemos solo preocuparnos sin ocuparnos de él.

La buena noticia es que no estamos solos para acometer esta gran misión de salvar el planeta, contamos con organizaciones internacionales, como lo es la ONU y otras tantas, ocupadas en mejorar nuestro planeta de manera integral y solidaria e indicándonos la manera, los estándares a seguir por todas las naciones y todos nosotros.

En el año 2030 vence el plazo fijado para el cumplimiento del compromiso adquirido por 189 naciones en el seno de la Organización de Naciones Unidas – ONU, donde el 25 de septiembre del año 2015, mediante Resolución 70/1 titulada “Transformando nuestro mundo: La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” se acordó una alianza de colaboración de todos ellos para su logro.

Mediante una ambiciosa y esperanzadora visión para una nueva era de desarrollo global, a partir de 2016 y hasta el año 2030, se fijan en este documento 17 objetivos a alcanzar. A manera general buscan establecer una agenda, a ejecutarse mediante planes de acción, en favor de las personas, el planeta y la prosperidad. De manera más puntual tienen por objeto fortalecer la paz mundial dentro de un concepto amplio de libertad, buscar la erradicación de la pobreza y el bienestar del planeta, siendo este último el de mayor desafío a enfrentar y que es requisito indispensable para un desarrollo y una paz sostenible en el tiempo. Sus ejes principales son cinco a saber: Planeta, Personas, Prosperidad, Paz y Alianzas a ejecutar.

Estos objetivos buscan dar continuidad y complementar a los Objetivos del Milenio fijados también por la ONU en el año 2000 y cuyo eje principal fue la Erradicación de la Pobreza objetivo que se establece como común y prioritario dentro de los ODS 2030.

Debemos reflexionar sobre qué podemos y debemos hacer en relación con limitar y controlar las principales y mayores causas de fenómenos que afectan al planeta y quienes son sus ejecutores.

La especie humana es sin duda la principal ejecutora de acciones que causan este desequilibrio en el planeta. Y lo hace a título personal y a través de los modelos que ha creado para satisfacer sus necesidades e incluso excesos, las empresas, instituciones y modelos de subsistencia. Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS se establece un objetivo, el número nueve, “Industria, Innovación e Infraestructuras” el cual de manera general busca establecer una industrialización inclusiva, solidaria y sostenible, junto con la innovación y una infraestructura adecuada que permita generar fuerzas económicas dinámicas y competitivas que creen empleo, valor e ingresos a las comunidades.

Estas desempeñan un papel clave a la hora de introducir y promover nuevas tecnologías, facilitar el comercio internacional y permitir el uso eficiente de los recursos de manera que se modernice la infraestructura y reconvertir las industrias para que sean sostenibles, utilizando los recursos con mayor eficacia y promoviendo la adopción de tecnologías y procesos industriales limpios y ambientalmente racionales, y buscando que todos los países tomen medidas de acuerdo con sus capacidades y necesidades respectivas.

Propender por el desarrollo de tecnologías, la investigación y la innovación nacional e incorporar la internacional a fin de mantenerse vigente en temas ambientales a nivel local, regional e internacional es fundamental.

El desempeño de las personas es importante para conseguir resultados que aporten a esta causa y es así como las mujeres, a quienes destacaremos en el presente artículo, por su esencia, características son esenciales con sus aportes como dadoras de vida, madres cuidadoras de la familia, líderes decisoras en el hogar y trabajadoras en todas las disciplinas son aportantes muy importantes. Sin embargo, aún hoy, no se da una igualdad de género que permita desarrollar todo el potencial que las mujeres pueden aportar al desarrollo sostenible. Es así como fijamos un segundo Objetivo de Desarrollo sostenible – ODS a tratar en el presente artículo, es el quinto “Lograr la igualdad de géneros y empoderar a todas las mujeres y a las niñas” en todos los campos, sitios y momentos. Haremos énfasis en este objetivo en lo relacionado con su aplicación y pertinencia en lo relacionado con el noveno, ya mencionado, y en particular con la participación de la mujer en las labores empresariales, innovadoras y de infraestructura, además de las naturales que ellas ejercen, como parte integral de un modelo económico y solidario de las sociedades. Así mismo por su importante participación y aporte a la sostenibilidad del planeta como personas, madres y trabajadoras.

Las empresas, dentro de su esencia y objeto, son generadoras de valor (empleo, riqueza, bienestar), pero también lo son de problemas (emisiones, contaminación, destrucción) a través de los diferentes stakeholders o partes interesadas en el negocio, tanto Internas (empleados, propietarios) como Externas (proveedores, sociedad, gobierno, acreedores, accionistas, clientes). El equilibrio del planeta se ha roto y debe restablecerse mediante acciones conjuntas de manera solidaria.

En el caso de las empresas estas deben ejercer una Conducta Empresarial Responsable – CER, que identifique y gestione adecuadamente los impactos que se causan al planeta desde las diferentes áreas funcionales de manera sostenible y no dañina. Así obtendrá el reconocimiento y aprecio de todas las partes interesadas mencionadas. No es caridad, filantropía o simple responsabilidad, es cuestión de competitividad, ya que, en caso de no hacerlo, los clientes y las diferentes partes interesadas escogen a las empresas que sí lo tengan. 

 jaime.fdo.rodriguez.r@gmail.com