28 de marzo de 2024

Jaque, hoyar-hollar, denigrar, agua, dimitir

Profesor y catedrático, algunos años; rebuscador, otros tantos, y hoy, escritor y defensor ferviente de nuestro hermoso lenguaje castellano.
15 de marzo de 2022
Por Efraim Osorio
Por Efraim Osorio
Profesor y catedrático, algunos años; rebuscador, otros tantos, y hoy, escritor y defensor ferviente de nuestro hermoso lenguaje castellano.
15 de marzo de 2022

Quisquillas de alguna importancia

Cuando no se aferra a su absurdo lenguaje incluyente, la columnista de El Tiempo Florence Thomas, a pesar de haber nacido en Francia, escribe castizamente en castellano.

 Según Corominas, ‘jaque’, 1283, viene del árabe sâh, ‘rey en el juego de ajedrez’, y éste a su vez del persa ‘xah, ‘rey de los persas’.  Su definición: “Lance del ajedrez en que un jugador, mediante el movimiento de una pieza, amenaza directamente al rey del otro, con obligación de avisarlo, y, por extensión, a la reina, sin tal obligación. // 2. Palabra con que se avisa. // 3. Ataque, amenaza, acción que perturba o inquieta a alguien, o le impide realizar su propósito”. ‘Peligro’. Esta última acepción, la que le damos los que a duras penas conocemos la apertura peón-cuatro-rey (p4r), es la que tiene en el siguiente titular de LA PATRIA: “En Caldas, en jaque por las lluvias” (1/3/2022). Afirma un lector que en él está de más la preposición ‘en’ en uno de sus dos empleos, de tal manera que la redacción de ese titular podría tener las siguientes variaciones: “Caldas, en jaque por las lluvias”, pues ‘Caldas’ es el sujeto del verbo, tácito en esa oración; o, “En Caldas, algunos municipios en jaque por las lluvias”, porque ‘en Caldas’ es su complemento circunstancial de lugar, y ‘algunos municipios’, su sujeto. ***

Nuestro léxico tiene dos verbos que, por la forma como los pronunciamos,  confunden a quienes los escriben. No a todos, por descontado, Son ellos ‘hollar’ y ‘hoyar’, verbo este último que el corresponsal de La voz del lector de LA PATRIA Rogelio Vallejo Obando empleó en lugar del primero en esta oración: “Las libertades políticas (…) les traen a las sociedades francos desasosiegos y marcas de melancolía, que hoyan las dignidades del ser humano” (4/3/2022). ‘Hollar’, el verbo apropiado en la oración del corresponsal, tiene las siguientes acepciones: “Pisar, dejando señal de la pisada. // 2. Comprimir algo con los pies. // 3. Abatir, humillar, despreciar”. Esta última acepción es la que tiene en la frase glosada, en la que ‘hollar’ significa’ ‘pisotear’, con su acepción de “tratar, desconsiderada o injustamente, a alguien o algo”. ‘Hollar’ se conjuga como ‘contar’. Hoyar’, en cambio, es “hacer hoyos en la tierra para sembrar alguna planta”. Es un verbo regular, que El Diccionario lo asienta como regionalismo de algunos países centroamericanos. Y de nosotros, le agrego. ***

Hace poco hablé del verbo ‘denigrar’, que, por su naturaleza de transitivo, no rige preposición alguna para su complemento directo, a menos que se trate de determinar o personificar, casos en los cuales pide la preposición ‘a’. El muy original columnista de El Tiempo Poncho Rentería, el del saludo “Buenas, buenas”, escribió así: “No denigren de las buenas gentes de Rusia…” (2/3/2022). “No denigren a las buenas gentes de Rusia”, así, con la preposición, porque éste es un claro ejemplo en el que la preposición es necesaria para determinar, pues, sin ella, ‘las buenas gentes de Rusia” podrían tomarse como el sujeto del verbo ‘denigrar’. Analícenlo, y verán. ***

Cuando no se aferra a su absurdo lenguaje incluyente, la columnista de El Tiempo Florence Thomas, a pesar de haber nacido en Francia, escribe castizamente en castellano, y lo hace mejor que muchos nacidos en Colombia. Sin embargo, como le sucedió hace poco a un editorialista de LA PATRIA con el sustantivo femenino ‘alza’, que pide el artículo masculino (el alza), se dejó engañar por el artículo masculino de ‘alma’ –o desconoce la norma gramatical– y esto escribió: “…el cuerpo destrozado con el alma vuelto pedazos…” (El Tiempo, 2/3/2022). ‘Alma’ es nombre femenino, por lo que el adjetivo (o participio pasado) debe concordar con él en femenino: “…con el alma vuelta pedazos…”. Elemental. ***

El verbo ‘dimitir’ (‘renunciar, hacer dejación de algo’) rige la preposición ‘de’, norma ignorada por el columnista de El Tiempo Pedro Medellín Torres en su artículo sobre Germán Vargas Lleras. Así escribió: “…pero no ha dimitido a la actividad política ni a la conducción de su grupo político….” (3/3/2022). “…no ha dimitido de (…) ni de…”, castizamente.

[email protected]