28 de marzo de 2024

Humberto de la Calle, un prohombre, el último de los liberales

27 de febrero de 2022
Por Diego Ramírez Lema
Por Diego Ramírez Lema
27 de febrero de 2022

Humberto de la Calle, «es el colombiano más determinante en los principales cambios positivos que ha tenido  Colombia en los últimos 50 años», afirmó  Santiago Gómez,  en el diario  La Vanguardia.

Según, Fernando Barbosa, columnista de El Espectador: «Si algo distingue a Humberto de la Calle, es su talante crítico siempre puesto al servicio de las buenas causas de Colombia «.

Por su parte, el prestigioso publicista, Carlos Duque, manifestó  en la revista Cambio : » La  obsesión de Humberto de la Calle es acoger las causas difíciles, quizás imposibles, a las cuales se entrega en cuerpo y alma con una obstinación que raya  en lo heroico. Conoce bien al Congreso colombiano, sus mecánicas y entresijos, sus vacíos y obsolescencias. Sabe del poder que tiene para hacer cambios «.

En opinión de  Ignacio Zuleta Lleras, a Humberto de lo Calle, lo caracteriza  «su tacto como ser humano para tratar al prójimo con el respeto que merece y su pericia para navegar sin abyecciones por entre las naturales porquerías del entorno político. Siempre ha hecho gala de un humanismo abierto y tolerante. Tiene como pocos un profundo conocimiento del Estado».

Coincido con Germán Cardona Gutiérrez Cardona, cuando al referirse recientemente a Humberto de la Calle en La Patria, dijo  :  «Hablar de las responsabilidades que ha ocupado en su vida es innecesario y redundante».

Poseedor de una lúcida claridad; sabe priorizar; tiene clara la hoja de ruta;  elige acertadamente los objetivos esenciales.

Prudente y equilibrado.  Jamás  se le ha visto ejerciendo la prepotencia tan propia de los mediocres. Ajeno al inmediatismo, le apuesta al largo plazo, cualidad principal del hombre de Estado, condición sine qua non para que  prosperen los proyectos de verdadero aliento.  Desprendido de toda mezquindad. En esta coyuntura sacrifica de nuevo su vida personal para contribuir a configurar un camino, a darle un  norte al  país .

Su  trayectoria pública ha sido rutilante.    Cuenta con un gran conocimiento de Colombia y del mundo político. Sus ejecutorias públicas,  su  compromiso, su  responsabilidad para encarar  retos sustanciales, son ampliamente conocidas por los colombianos, lo mismo que  su dimensión humana.

Tiene una  sólida  y vasta formación. Es un insaciable lector.Para él, leer, es viajar. Maneja, conoce  muy bien el psicoanálisis, entre otras. Le cabe el mundo en la cabeza.

 Es un hombre  de determinaciones, con una gran vitalidad y un singular entusiasmo en todas las actividades que acomete. Se compromete con su ideal de patria, de ética y de sentido de trascendencia. Fino y coherente, un verdadero esteta de la política, «sabe discernir entre los valores nacionales que deben preservarse y su certidumbre sobre lo que debe transformarse».

 De la Calle encarna genuinamente la concepción de José Ortega y Gasset quien consideraba que «el hombre de Estado debe tener virtudes magnánimas». Si hiciéramos una síntesis de lo que es Humberto de la Calle, bastaría con decir que es un hombre de Estado. Sabe «pensar largo y actuar corto».

En el universo de sus virtudes, la que más lo enaltece y  distingue, es la ecuanimidad,  virtud bien escasa en nuestro agresivo y hostil entorno. En ello coinciden tirios y troyanos.

A título estrictamente enunciativo menciono a continuación algunas de sus últimas  afirmaciones.

» Uno de los mayores orgullos de mi vida es haber contribuido a la creación de la Corte Constitucional».

«Estoy de acuerdo con la eutanasia, la vida es la vida digna, no hay una especie de derecho al sufrimiento»

 «Hay que sacar el código penal del cuerpo de las mujeres en Colombia. La autonomía del cuerpo de la mujer es decisión de la mujer, el Estado no debe meterse «.

» En Colombia hay que eliminar muchas exenciones y ampliar la base tributaria. Mantendría solo las exenciones por ejemplo de energías limpias o que generen educación».

 » Tengo dos temas en los cuales estoy trabajando a fondo: uno relacionado  con el cambio climático y otro con la economía del cuidado «.

Cuando Humberto de la Calle decide trasegar  el camino  del cambio climático   se reinventa;  inicia un nuevo ciclo político ; mantiene  su vigencia;  se sintoniza con las nuevas generaciones.

Con su presencia en el Congreso de la República, comenzará a devolverle  a éste el prestigio, el sentido real de su misión. Allí será un  indiscutible faro. Será la estrella.

El  Acuerdo sobre lo Fundamental pasará por sus manos. Es imprescindible reconstruir el tejido social,  la  convivencia,  tender puentes, trabajar en función de proyectos colectivos,  mirar más a lo que nos une que a lo que nos separa. Para eso estará Humberto de la Calle, quien como lo expresé anteriormente es un hombre completamente ecuánime.

Estimo que en las actuales y graves circunstancias  del país, donde el pesimismo nacional alcanza la escalofriante cifra del 85% , el Acuerdo sobre lo Fundamental es asunto de seguridad nacional. Aquí lo que está en juego es la supervivencia de la nación. De continuar como vamos, seguiremos  pavimentando el camino hacia la autodisolución de Colombia. De ese tamaño es la encrucijada por la que atravesamos. Y no olvidemos el desprestigio del Congreso, pieza fundamental de la arquitectura democrática y foro natural para construir consensos. Y ello solamente se logra articulando las demandas e intereses de la sociedad y de todas sus fuerzas. Por eso resulta imprescindible contar con el faro que representará de la Calle para darle lustre a la representación de todos congregada allí. Y en el  terreno  de la macro política, ya ha adelantado los ejes de sus aspiraciones: la Reforma Rural Integral, la Reforma a la Justicia, la Reforma Política.

Concibe la Reforma Rural Integral como estratégica para el país.Aquí, su referente principal es Corea del Sur.

En el marco de la crisis de civilización,  del apocalipsis climático, de los tiempos oscuros por los que atravesamos, hoy más que nunca   tengo el convencimiento de que  el discurso   político  contemporáneo debe incorporar  un mensaje espiritual. Más que líderes políticos, lo que requiere urgentemente el mundo  son filósofos, líderes espirituales laicos, para que iluminen, esclarezcan a los ciudadanos hoy muy  invadidos por el miedo, la incertidumbre, la confusión, el desconcierto,  y que muy especialmente no le encuentran sentido a la vida.

En ese contexto, he leído mensajes de  Humberto de la Calle con contenido espiritual. Como  genuino militante  que es de esa raza en vía de extinción —la de los humanistas—, no descarto que él igualmente lo perciba así.

Muy permeado por el budismo, es un cultor de la vida interior, de la espiritualidad. Allí converge  con Gonzalo Arango: «La salida es adentro», y con   André Malraux: «El siglo XXI será espiritual o no será».

Es muy versátil en sus gustos musicales.Uno de sus géneros predilectos es el jazz. Su tema favorito   «Take Five», composición  interpretada por el grupo The Dave Brubeck Quartet en su álbum “Time Out” de 1959.Curiosamente, coincidimos en este tema.Pero también vibra apasionada e intensamente con el tango.

Es un  cultor de la amistad. La amistad, el más eficaz antídoto, la mejor vacuna  contra  el otro virus  del siglo XXI: la soledad del hombre contemporáneo.

Reconocida su altura como actor nacional e internacional, no sobra añadir que tanto la ciudadanía como nuestra dirigencia local y regional no pueden dejar de sopesar lo que significará tener a un coterráneo en el centro de la política nacional. Esta es otra no despreciable oportunidad para decidir a su favor el voto el próximo 13 de marzo.No siendo así, ulteriormente no dispondríamos de autoridad moral y política para solicitarle a Humberto de la Calle su respaldo a las iniciativas que expresen  los intereses locales y regionales. Muy seguramente se «estrenará» como presidente del Senado y de la Comisión de Asuntos Constitucionales.

En función del estrecho compromiso que ha adquirido con el cambio climático,  me permitiría sugerirle    a Humberto de la Calle :

1- Elevar a rango constitucional la mitigación y adaptación al cambio climático.Conviene resaltar a Willam Ospina : » El nuevo protagonista de la historia mundial es el clima».

2- Reiterar  su respaldo a mi propuesta para  la creación de un Centro Internacional de la Gestión del Riesgo de Desastres, en el marco del Sistema Universitario de Manizales – SUMA, articulado con  las demás Universidades de la región,  con epicentro en la Universidad de Caldas, y   proyección internacional.Hablar del cambio climático, es hablar por antonomasia, por definición de la Gestión Integral del Riesgo de Desastres.

3- Tomar como bandera  mi recomendación para que  la Gestión Integral del Riesgo de Desastres sea el eje articulador de la integración latinoamericana.