24 de enero de 2025

El Aquelarre. Absolutamente reprochable la actuación del concejal de los taxistas de Manizales

6 de febrero de 2022

Por: la Bruja sin Escoba

Julián Osorio

Por la falta de escoba para movilizarse, esta Brujita es usuaria habitual del transporte público. Y se beneficia de las ventajas que ofrecen las plataformas tecnológicas como Uber y similares. De modo que es hincha de esa modalidad del servicio.

Oponerse al progreso y al apoyo de la tecnología para todo tipo de logros, es ir contra la historia de la humanidad. Tratar de que esos sistemas no se utilicen, cuando le mejoran la vida a la gente de manera ostensible, es una actitud retrógrada que a nada conduce y que, finalmente, resultará derrotada sin remedio. Es obligación de los gobiernos regular los nuevos sistemas y disminuir en lo posible los aspectos negativos que puedan tener, para que funcionen cuanto antes y de la mejor forma posible.

Por eso, es absolutamente reprochable la actuación del concejal de los taxistas de Manizales, señor Julián Osorio, quien, decidió hacer uso del servicio de transporte público individual ofrecido a través de plataformas tecnológicas, a pesar de estar convencido de que dicho servicio es ilegal. Así se lo manifestó al conductor Carlos Gutiérrez, cuando le dijo lo siguiente, como se escucha en un audio que ha invadido las redes sociales, aparentemente grabado por él mismo: «yo le colaboro diciéndole (a la policía) que usted viene prestándome un servicio de Indriver, y que usted está prestando un servicio ilegal; esa es la colaboración que le puedo hacer; porque eso no está permitido en Colombia y mucho menos en Manizales. Acá se respeta esta ciudad, mi amigo». ¿Amigo? Con amigos así, ¿para qué enemigos?

Entrevistado el concejal de marras, explicó que había actuado de esa manera porque es obligación de todo ciudadano actuar dentro de la legalidad y poner en conocimiento de las autoridades las actuaciones ilegales de las que sea testigo. Pero olvidó lo que él mismo ya había reconocido: que él fue quien contrató al conductor y lo motivó para que cometiera la infracción. Pensemos lo que ocurriría si en lugar de una infracción se hubiese tratado de un delito. Si alguien contratara a un sicario para que llevara a cabo un asesinato, ¿se le ocurriría denunciar el crimen? Si lo hiciera, él mismo, además del ejecutor, tendría que responder penalmente en su calidad de agente determinador del hecho.

CON NORMAS ADECUADAS, AMBOS SISTEMAS PUEDEN SUBSISTIR Y COMPARTIR PACÍFICAMENTE EL MERCADO

De tiempo atrás existe un enfrentamiento entre los taxistas legalmente acreditados, y los conductores que ofrecen sus servicios a través de las plataformas tecnológicas. Hay una especie de limbo legislativo en ese conflicto. La utilización de las plataformas es legal, pero la prestación sin licencia de un servicio de transporte de pasajeros no lo es. Las empresas que administran las plataformas han encontrado una manera de legalizar a los conductores que las utilizan a través de un invento ingenioso: el alquiler de automóviles con conductor. No hay ley que prohíba al propietario de un vehículo el alquilarlo a otro ciudadano. Quién lo va a conducir se convierte así en algo secundario. Con esa teoría, Uber pudo reiniciar su operación en Colombia, que había sido suspendida por las autoridades. Pero, a pesar de eso, casos como el del concejal Osorio y el conductor Gutiérrez muestran que aún hay dudas al respecto. Nuestro estado negligente no ha dictado una reglamentación que no deje dudas. Y, mientras tanto, el mundo progresa, la tecnología se desarrolla y nosotros no avanzamos. Ya es hora de que el congreso se pellizque, enfrente el tema con seriedad y establezca reglas claras y precisas. La normatividad de un país tiene que irse adaptando a las nuevas circunstancias, Otra cosa sería quedarnos atrás. El servicio a través de plataformas tiene en muchos casos indudables ventajas. Pero en otros, resulta preferible utilizar los taxis. Con normas adecuadas, ambos sistemas pueden subsistir y compartir pacíficamente el mercado.

ACTUACIÓN CRIMINAL Y SUBVERSIVA DE LA PRIMERA LÍNEA

Esta Bruja siempre ha sostenido que la actuación de la autodenominada «primera línea» durante el llamado paro nacional fue criminal y subversiva. Que no se trataba de una simple «protesta pacífica» (que de pacífica solo tenía el nombre) sino de un plan bien coordinado para generar terror, subvertir el orden público y destruir los bienes puestos por el estado y los particulares al servicio de la ciudadanía. Puede que muchos jóvenes ingenuos hayan participado en esos trágicos hechos de buena fe, convencidos de que se luchaba por unos derechos de equidad y justicia social e ignorantes de lo que había detrás. Pero a las primeras de cambio, cuando ya se empezaron a ver los resultados de esas acciones, deberían haber dejado de participar en ellas. Sin embargo se mantuvieron en ellas varios días, y luego las repitieron sistemáticamente, durante muchas semanas, el día 28 de cada mes. Ya no tenían entonces la disculpa de la ignorancia.

Ahora la fiscalía de la nación ha informado que encontró claras líneas de contacto entre el ELN y la primera línea. Al menos en el caso de Puerto Rellena en Cali, se ha conocido hasta el valor que entregó esa guerrilla a los líderes de las marchas para solventar sus acciones. Ojalá los jueces obren de acuerdo con la ley y apliquen con toda severidad las sanciones que les correspondan a esos jóvenes delincuentes.

LA ROPA SUCIA SE LAVA EN CASA

La coalición de la esperanza, ahora llamada coalición centro-esperanza, que ofrece a los colombinos un gobierno de centro, dispuesto a llevar a cabo las reformas que necesita el país, pero alejado de los extremismos de derecha y de izquierda, ha sido noticia en estos días. Íngrid Betancourt y Alejandro Gaviria ingresaron con buenos auspicios a ese movimiento. Ambos se propusieron como precandidatos a la presidencia, para participar en la consulta que va a elegir el candidato único de ese grupo. Desafortunadamente, algunos de los desacuerdos que, de manera natural, surgen necesariamente en ese tipo de confluencias, fueron ampliamente conocidos por la opinión pública por cuenta de la imprudencia de doña Íngrid quien, en lugar de someterlos en privado a la discusión interna del grupo, los expuso públicamente en un publicitado debate patrocinado por importantes medios de comunicación. Punto en contra. No es bueno para ese proyecto mostrar grietas en asuntos personales entre los pretendientes a la candidatura única. La ropa sucia se lava en casa y luego, para la opinión pública, lo que se debe presentar es un programa de gobierno integral, coherente y atractivo. Y los distintos precandidatos entrarán a exponer la manera como cada uno de ellos pretende desarrollarlo, para que los ciudadanos puedan pronosticar cuál contendiente será capaz de poner en práctica la oferta de la manera más eficaz, y cuál tendrá más posibilidades de ganar la presidencia, si logra pasar a la segunda vuelta

LA GUERRA TAMBIÉN TIENE SUS LEYES

Insiste el señor presidente Duque en presionar al gobierno de Cuba para que detenga, y entregue a las autoridades colombianas, a los delgados del ELN que estuvieron en las conversaciones de paz de La Habana en 2018 y que aún permanezcan en ese país. Duque llega incluso hasta a tildar de actitud inamistosa con Colombia la decisión cubana de negarse a hacerlo. Se equivoca de medio a medio nuestro gobernante.

Es indudable que todos quisiéramos que sobre los criminales del ELN cayera todo el peso de la ley. Nadie está cómodo al ver que siguen libres. Pero, a diferencia de los delincuentes, los gobiernos no deben actuar en contra de la moral. Colombia, el ELN y los países garantes  ̶ entre ellos Cuba ̶  firmaron un protocolo que protegiera el regreso, sanos y salvos, de los delegados de la guerrilla a sus campamentos, en caso de terminación de las negociaciones, cualquiera que fuera la causa de la interrupción. Obviamente, sin ese compromiso, los insurgentes no habrían aceptado salir a la luz pública y reunirse en La Habana con los delegados del gobierno. Ese protocolo es un tratado internacional que Cuba no puede violar Y el gobierno colombiano no debería, ni intentar violarlo, ni tratar de forzar a Cuba a que lo haga. Esa violación tiene un bello nombre de bolero: Perfidia. Y realmente sería una grave traición. Los bandidos engañan e incumplen sus promesas, es cierto. Pero los gobiernos no pueden permitirse ese lujo. Son los guardianes de la legitimidad.  Claro que Colombia tuvo razón en levantar las conversaciones con el ELN. La criminal acción de esta guerrilla contra la Escuela General Santander eran razón más que suficiente para dejar de negociar. Pero la protección del regreso de los representantes de la subversión era un compromiso adquirido con anterioridad por Colombia y los estados garantes, y tiene que cumplirse. Créase o no, la guerra también tiene sus leyes, y las organizaciones serias las cumplen.