20 de enero de 2025

Qué esperamos del 2022

10 de enero de 2022
Por Alberto Zuluaga Trujillo
Por Alberto Zuluaga Trujillo
10 de enero de 2022

Muchas son las preocupaciones al comenzar un nuevo año. Al tiempo que nos fijamos metas a cumplir durante el mismo, nos asaltan infinidad de interrogantes sobre su marcha. Habiendo sido particularmente difícil el 2021, recibimos el 2022 llenos de confianza y optimismo, pese a ser un año electoral que, como todos, ralentiza su desenvolvimiento y llena de expectativas nuestras vidas por lo que pueda pasar con su economía, dependiendo de quien sea el elegido y, una vez posesionado, qué medidas tomará y cuál, en definitiva, será la orientación del nuevo gobierno. Enfrentar los problemas resultantes de la pandemia y el estallido social sin precedentes del pasado año, más los impactos en pobreza, desigualdad y desempleo y mantener el ritmo de crecimiento económico, son algunos de los retos que nos esperan en este nuevo año. El aumento en 6 puntos de la pobreza monetaria que se situó en el 42.5%, con respecto al 2019, significando un salto en el número de pobres de 17.4 a 21 millones de personas, supone un esfuerzo descomunal para corregir tan grave y preocupante realidad. El fin de las protestas no significó la solución del largo pliego petitorio, antes, por el contrario, las agravó, y lo peor, en el ambiente persiste el afán de continuarlas, ante su no solución. Pese a que la inflación sigue alta y el país aun no se recupera totalmente de la grave incidencia de los dos fenómenos, el uno externo, originado en la pandemia y el otro interno, desprendido de las protestas, el gobierno espera un crecimiento del 9.7% en tanto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé una expansión de nuestra economía del 5.5%. Finalizamos el año con una inflación de 5.62%, muy por encima de la meta del 3% y en cuanto al mercado cambiario el dólar se ha situado por encima de los 4.000 pesos y según los expertos empezará a bajar estabilizándose por encima de los 3.800 pesos, hecho que ha provocado la subida de los precios de la canasta familiar. Dentro de los complejos problemas por sortear este 2022 está el tema educativo. Bien sabemos que la educación virtual es una extraordinaria herramienta para hacer frente a la crisis sanitaria vivida por el país, pero es innegable que esta presenta grandes limitaciones en términos de sociabilidad, a más de estar altamente limitada al no estar al alcance de todos. Apenas el 9.4% de los hogares en zonas rurales, según el DANE, cuentan con un computador de escritorio, portátil o tableta. Esta brecha digital que el gobierno del presidente Duque trató de corregir, se vio estruendosamente afectada con la corrupción que se tragó 70 mil millones del contrato en el Mintic, que debió llevar el internet a las escuelas rurales del país. Desde la firma del acuerdo de paz la violencia contra los defensores de los Derechos Humanos no ha cesado, a la par con la inseguridad ciudadana agravada con la pandemia. La lucha contra los cultivos ilícitos cuya producción aumentó un 8%, deberá incrementarse sin los consabidos pretextos del actual gobierno de inculpar al anterior de su responsabilidad y expansión. Las elecciones de congreso y presidente, en un momento crucial como el que vivimos, serán definitivas para determinar el rumbo que tomará el país en temas vitales como la reducción de la violencia, el desempleo, la implementación del acuerdo de paz y las relaciones con Venezuela. De la sensatez de los colombianos, dependerá la Colombia del mañana. Dios nos lleve de su mano.

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