Los buenos deseos para Colombia en el 2022
El paso de un año a otro ocurre en tan solo un segundo, algo normal en el tiempo. Pero los humanos aprovechamos el momento para abrazarnos, desearnos cosas buenas, elaborar planes, en fin.
Y sin desechar la costumbre, quiero, en esta primera columna del 2022 en “Eje 21”, hacer votos porque el periodismo pulcro se mantenga en Colombia en una época compleja de su historia. Compleja porque, como el resto del mundo, nos vemos avocados a hacerle frente, de manera improvisada, a una pandemia que jamás pensamos causaría tantos estragos; y aun faltan. Porque el país entero vive en medio de una incertidumbre política malsana que desde antes de las elecciones de Mayo está causando destrozos, fuga de capitales, y fuga de intelectuales y empresarios. Porque la verdad se ahoga en muchas salas de redacción y muchos colegas la ahorcan en función de mezquinos intereses individuales. Porque la informalidad, la corrupción, la falta de educación, la pobreza, el engaño, la mentira y otros males, siguen azotándonos sin piedad, en fin …
Y es que es a los periodistas pulcros y objetivos a quienes corresponde investigar, denunciar a toda costa, y contarle a la ciudadanía lo malo, lo bueno, las alternativas, lo escondido.
Sigo, en lo posible, los escritos y mensajes de mi otrora jefe Juan Gossaín, y hago votos para que continúe, se mantenga con vida, lucidez mental y ejemplo en la promulgación de la verdad. Y claro, Juan es un extraordinario referente pero en esa lista, por fortuna, hay otros colegas que el país conoce. Lo triste es que cada vez son menos. No escribo más nombres para evitar pecar.
Hago votos porque los medios de comunicación en Colombia, sean dirigidos por periodistas que hagan honor a la profesión en todo el sentido de la palabra, que brillen por la imparcialidad y no que respondan a intereses oscuros, ajenos a los intereses del pueblo. Siguiendo con la idea de dar al menos un referente, menciono a la revista “Semana” como ejemplo.
También hago votos para que no perdamos más vidas de colegas como tristemente ocurrió, por motivos diversos, en el fatídico 2021. Y para usar también un referente, hago votos por la recuperación de mi querido amigo Armando Plata Camacho, a quien han afectado recientemente serios quebrantos de salud. Su voz es una o tal vez la que más fronteras ha traspasado en la historia de mi país y sus enseñanzas han ayudado a miles.
Anhelo, con todas mis fuerzas, que la juventud de mi país sea cobijada por la sensatez. Y que los jóvenes sensatos se armen de buenas ideas para atraer hacia el sentido común a los demás jóvenes en un año en el que la incertidumbre nos embarga en grado máximo.
Los colombianos pregonamos con orgullo y satisfacción que el Creador del universo nos ha ubicado en un verdadero paraíso terrenal. De eso no cabe duda, la naturaleza de nuestra Colombia no tiene comparación. Pero tampoco lo tiene nuestro desamparo por tan maravillosa riqueza. Por eso hago votos para que los defensores del medio ambiente triunfen con sus ideas de conservación.
Creo en las leyes humanas, que están para sostener y enriquecer la vida de la comunidad humana, no para someterla a intereses limitados y mezquinos. Creo en la ley del karma que es una interpretación energética de la ley física de causa y efecto, y asegura que cada individuo vive las consecuencias de sus propios actos, ya sean positivos o negativos. La palabra karma significa ‘acción’, y ésta se refiere a nuestras acciones físicas, verbales y mentales. Creo en principios y virtudes. Creo en el derecho a la vida, a la supervivencia, a la libertad y al desarrollo; el derecho de prioridad; el derecho a la identidad; el derecho a vivir en familia; el derecho a la igualdad sustantiva; el derecho a no ser discriminado; el derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral; el derecho a elegir y a ser elegido. Creo en la justicia y hago votos porque las leyes, los principios, los derechos y la justicia prevalezcan en mi amada patria, en este 2022 y siempre.