24 de enero de 2025

Anotación sobre gazapos

20 de enero de 2022

Por: Cazador

El maestro Efraím Osorio, autor de la columna Quisquillas de alguna importancia (así como de su libro del mismo nombre, Editorial Táctica, Manizales 2020, y otros varios), presentó en su escrito del pasado 18 de enero un sesudo análisis sobre el significado de la palabra gazapo, para protestar porque alguien lo tildó de cazagazapos.

 Tiene parcialmente razón el profesor Osorio: dice que «el noventa y nueve por ciento de los errores gramaticales que corrijo (que corrige él, por supuesto) no son ‘gazapos’, pues se deben a ignorancia de las normas gramaticales o a falta de análisis…», y no yerros «que por inadvertencia deja escapar quien escribe o habla», que es el verdadero significado de gazapo.

Don Efraím, desde su alta posición de conocedor de nuestro idioma, puede tener derecho a pensar así. Pero yo, que creo que generalmente los errores que pesco sí son involuntarios, no me considero con la autoridad suficiente para tildar de ignorantes a quienes los cometen. Pruebas al canto: sabiendo de los conocimientos del propio Efraím Osorio, jamás pretendería pensar que él no conoce la diferencia entre caro y carro o entre pero y perro, y que fue por ignorancia que escribió, minireseña en lugar de minrreseña en el primer renglón del segundo párrafo de la columna a la que me estoy refiriendo.

Cuando yo pesco un error como ese, en alguien que es columnista de experiencia, doy por sentado que es una falla involuntaria, cometida por puro descuido, y no por ignorancia. Y entonces, para mí, es un verdadero gazapo. Y si lo corrijo, no es por molestar al autor sino porque el público puede pensar que la expresión a la que aludo, por provenir de quien proviene, es correcta, y utilizarla, convencido de que lo está haciendo bien. Es bueno hacer la respectiva pedagogía.

En el caso de minirreseña, hay la tendencia errónea de olvidar esa r adicional que se necesita cuando se escribe un prefijo antes de una palabra empezada por r, para que no se cambie el sonido fuerte (rr) por el débil. Porque una sola r entre dos vocales siempre suena suave, como en los ejemplos dados antes, caro y pero. Para confirmarlo, me tomo la libertad de transcribir, consultado a través de Google, lo que dice al respecto Fundéu, la Fundación del Español Urgente, entidad constituida por la Real Academia Española (RAE), la agencia española de noticias EFE y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), para atender en línea las preguntas sobre el uso del idioma que les llegan de todo el mundo: «En las palabras prefijadas o compuestas en las que el primer elemento termina en vocal y el segundo empieza con erre, es preciso duplicar esta erre para mantener su sonido: anti- + reumático no da antireumático sino antirreumático (donde se pronuncia con erre)».

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