28 de marzo de 2024

Elecciones con lupa

12 de diciembre de 2021
Por Álvaro Rodríguez Hernández
Por Álvaro Rodríguez Hernández
12 de diciembre de 2021

Mientras el partido liberal extiende su mano peluda de vetos, imposiciones y bloqueos, el elector va en la búsqueda de candidatos que no produ8zcan repugnancia. Que no generen estropicio y trabajen de verdad por la región.

Cada vez hay menos política. En consecuencia, menos partidos.  Extrañan ideologías y se mimetizan. Sin tránsito a la decencia sino al que más corrompa.

Cada vez semejan registradoras con cálculo de ruido de monedas. Cada vez se liquidan en baratillos electorales de quien da más.

Directorios sin indicadores medibles. Sin respuesta, vacilantes y cada vez ajenos a su masa rehén. Movidos por dígitos y componendas para atajar.

Hoy los partidos dan miedo. Producen pánico por las órdenes subterráneas emergentes. Qu8e caen al vacío como cli9entelasw inútiles que se pasean entre el descrédito y la sordina.

La desconfianza que creció como maleza como refugio de ambiciosos y desmedidos entre la pandemia y el misterio sin descifrar de sus intereses ocultos. Personales.

La redujeron a punta de billete y corrupción. Pocos se salvan a la hora del balance en un Congreso desprestigiado y nauseabundo. Partidos que corresponden a nefastos y pequeños intereses libreteados con la sutileza del bribón.

Ojalá el ciudadano interprete el momento vivido. Revise opciones que le son presentadas como un menú electoral perverso. Revueltos. La que quiere para la coyuntura moral y ética de una Colombia con menores cicatrices morales.

La política está llena de odios y rabiosos procederes. De enigmáticos procederes que los cubre el manto lo turbio. De lo oscuro. Se presta para venganza.

Por eso: elecciones con lupa. De escoger con mérito. De mirar y repasar opciones para que la tarjeta no parezca otro cartel electoral.

De selecciones prestigios, para que no se roben la esperanza y entierren el presente. Para ellos futuro no hay. Revidar quiénes sirven a intereses colectivos y no de bolsillos propios. Qu7e miren con respeto y coherencia al elector. Nombres entre nuevos y con experi9encia y no acólitos de de franquicias y marcas, hechas más como fábricas de corrupción.

La política no puede ser una red sin fin, urdida, elaborada sin decencia. Cargada de mensajeros podridos. Política con compromiso. Que no avale malos procederes o que no rinda cuentas. De manos peludas o con mayordomos de uñas largas que imponen y quitan.

Elecciones con lupa: ¡no nos podemos hacer los ciegos!

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