Proyecto de ley, educación y cambio climático
Es ya un lugar común afirmar que el cambio climático constituye el mayor reto que enfrenta la humanidad a lo largo del siglo 21; reto por demás colosal, como quiera que nos veremos enfrentados a las fuerzas implacables y devastadoras de la naturaleza, que pone en serio riesgo la supervivencia de la humanidad.
Resulta entonces obvio que para enfrentar el cambio climático estamos obligados a saber de qué se trata.En consecuencia, la educación está llamada a ser un componente fundamental, imprescindible y urgente de esta tarea.
Sin embargo, en la actualidad los sistemas educativos no reflejan actualmente la gravedad de la crisis climática, según la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación – UNESCO – .
Conforme a una encuesta realizada por esta Organización, » solo el 53% de los programas educativos nacionales del mundo hacen alguna referencia al cambio climático y, cuando se menciona el tema, casi siempre se le otorga una prioridad muy baja. Además, menos del 40% de los docentes encuestados se sienten seguros a la hora de enseñar acerca de la gravedad del cambio climático, y solo un tercio se siente capaz de explicar los efectos del cambio climático en su región o localidad «.
Conviene resaltar, que previamente a la COP26, realizada en Glasgow, la Directora General de la UNESCO, Audrey AZOULAY, manifestó en relación con el cambio climático : » No hay solución sin educación. Es necesario que todos los alumnos comprendan el cambio climático y se capaciten para formar parte de la solución, y que todos los docentes reciban los conocimientos necesarios para enseñar sobre el tema «.
Cuando se habla de cambio climático, se está hablando también de la gestión integral del riesgo de desastres. De allí que vale la pena mencionar las palabras de Alejandra BOTERO, Directora Nacional de Planeación : «Lo que dicen los estudios internacionales es que por cada dólar invertido en prevención y reducción de desastre se pueden ahorrar más de 15 dólares en la recuperación por desastres».
De otra parte, según el Consejo de Inteligencia de los Estados Unidos, Colombia figura entre los 11 países de mayor preocupación por la amenaza del cambio climático. Nosotros tenemos mucho que perder. Somos el segundo país en biodiversidad del mundo, que es nuestro mayor instrumento de negociación internacional.
En armonía con todo lo anterior, me permito proponer a la Universidad de Caldas, concretamente al Departamento de Ciencia Educativas, liderar un proceso, dentro del marco del Sistema Universitario de Manizales – SUMA, para la formulación de un proyecto de ley que incorpore el cambio climático en la estructura curricular del Sistema Educativo Nacional en todos los niveles de escolaridad. Considero que la pertinencia y urgencia se explican por sí mismas.
Si la iniciativa se plasmara en una ley, Colombia pasaría a convertirse en país pionero en América Latina, lo que permitiría pensar en, por ejemplo un estrecho acompañamiento por parte de la UNESCO.
Cuando el escritor y pensador William Ospina dice que»El nuevo protagonista de la historia mundial es el clima «, hace un llamado a la imperiosa necesidad de educarnos al respecto y actuar. No hay mucho tiempo.