No queremos presencia del terrorismo iraní en Colombia
Esta es una de esas historiadas que parecen extractadas de una novela o una película de espionaje, terrorismo e intriga. Fue publicada esta semana por ¨The Investigative Project on Terrorism¨ (Proyecto de Investigación sobre el Terrorismo) y replicada por algunos medios de comunicación internacionales. El título original dice: ¨Colombia descubre otra campaña de asesinatos iraníes en el extranjero¨.
Asegura que: ¨Una operación sin precedentes en la que han participado 15 agencias de seguridad internacionales ha puesto al descubierto una infraestructura terrorista iraní que planeaba una serie de asesinatos contra objetivos israelíes y occidentales en todo el mundo.
Comenzó en junio, cuando la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) de Colombia emitió una alerta de seguridad inminente tras determinar que dos empresarios israelíes eran el objetivo de un intento de asesinato planeado y financiado por un oficial de alto rango de la Fuerza Quds iraní. Ese oficial, Rahmat Asadi, es considerado por las organizaciones de inteligencia occidentales como un peligroso terrorista¨. Habría contratado a dos colombianos para cometer el crimen pero los dos hombres fueron arrestados. Asad les pagaría $100,000 dólares usando plataformas a través de criptomonedas para evitar sospechas. Posteriormente los contrataría para operativos criminales similares en otros países.
Los empresarios israelíes y sus familias tuvieron que abandonar rápidamente Bogotá bajo rigurosas medidas de seguridad.
Según una publicación del diario El Tiempo en agosto pasado, Rahmat Asadi es un hombre de 40 años, jugador “estrella del paintball” que viajaba por diversos países bajo esa fachada, pero quien realmente es considerado como uno de los terroristas más peligrosos en el mundo tras su entrenamiento con grupos terroristas como Hamas y Jihad en Palestina, y Hezbolá en el Líbano.
Según IPT, este hombre ya estuvo implicado en otra trama de asesinato en el extranjero. Fue detenido en Bangkok en 2014 y extraditado a los Emiratos Árabes Unidos por participar en el secuestro y asesinato de Abbas Yazdanpanah, (alias Abbas Yazdi), un empresario con doble nacionalidad británica e iraní que vivía en Dubai. Asadi fue liberado discretamente en un canje de prisioneros realizado en octubre de 2020 entre EAU e Irán.
La investigación en Colombia llevó a la identificación de una sofisticada infraestructura de la Fuerza Quds para llevar a cabo acciones similares en Azerbaiyán, Estados Unidos, Bulgaria y África mediante la contratación de sicarios profesionales y carteles de la droga.
La Fuerza Quds es un poderoso brazo paramilitar de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC), la organización militar más grande de la República Islámica de Irán y considerada por Estados Unidos como un grupo terrorista.
Irán ha matado al menos a 21 disidentes en todo el mundo y ha tramado decenas de atentados contra objetivos judíos, israelíes, árabes y occidentales, según un informe del Instituto de la Paz de Estados Unidos de 2020.
Los ciudadanos colombianos de bien y nuestras autoridades, tenemos que mantener muy abiertos los ojos ante la presencia de personas sospechosas de origen que quizás desconozcamos. El acercamiento del gobierno iraní con la región es altamente peligroso. El ¨Programa de Cooperación en Seguridad Regional¨ que tiene oficinas en una docena de países, entre ellos Colombia y Venezuela, destaca en un amplio informe que: ¨Las relaciones entre la República Islámica de Irán y Venezuela han experimentado un fuerte estrechamiento a partir de la llegada al poder en el año 2005 de Mahmoud Ahmadinejad. El presidente venezolano, a su vez, ha propiciado que los gobiernos de Bolivia, Nicaragua, Cuba y Ecuador, afines ideológicamente al proyecto del “socialismo del siglo XXI”, acrecienten sus relaciones con esta nación islámica¨.
Asadi estuvo preso en Dubai, y mientras cumplía su condena, se hizo amigo de dos mafiosos colombianos que estaban encarcelados por robo de joyas. Allí nació la relación terrorista que involucra a los colombianos, liberados en marzo en Emiratos Arabes Unidos.
Los dos, identificados únicamente como «Jimmy» y «Andrés K», fueron detenidos en Colombia, tras ser identificados como sospechosos por autoridades locales, y se incautaron todos sus dispositivos de comunicación. Al parecer, dijeron a los investigadores que Asadi los había reclutado y les había pagado el equivalente a 20.000 dólares en monedas digitales por adelantado y les había prometido otros 80.000 dólares al completar el ataque contra los empresarios israelíes.
El comandante de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, fue asesinado en enero de 2020 por un ataque aéreo estadounidense contra su convoy a las afueras del aeropuerto internacional de Bagdad cuando llegaba de Siria.
No existe un final para esta historia, Asadi continúa haciendo de las suyas y del paradero de los dos individuos que han puesto tan bajo el nombre de nuestro país, se sabe poco. Pero que bueno que nuestras autoridades, con ayuda internacional, detectaron el plan macabro y lograron impedir ese crimen que quizás sería el primero de muchos.