29 de marzo de 2024

Cuba de ayer y de hoy

20 de julio de 2021
Por Óscar Alarcón
Por Óscar Alarcón
20 de julio de 2021

Un periódico recordaba en estos días que hace cincuenta años (7 de julio de 1971), Mario Vargas Llosa pasó por el aeropuerto Eldorado en escala hacia Lima. Dos reporteros, Leonel Giraldo, de “El Tiempo” y el suscrito, en representación de este periódico, lo “pescamos” porque una fuente nos había soltado la chiva de que el joven escritor iba a pisar tierra colombiana Era noticia porque los intelectuales del “boom” habían protestado en esos días por el caso del poeta Heberto Padilla ante sus autoconfesiones, a las que fue obligado por el gobierno de Fidel Castro.

Los escritores, entre ellos Vargas Llosa, habían publicado un manifiesto y aquí en Bogotá el peruano hizo la siguiente aclaración: “Yo soy un entusiasta admirador de la revolución cubana desde el primer momento. Yo he protestado sobre un hecho que me parecía lamentable y que de por sí creo que daña la imagen de la revolución cubana”.

Pero la verdad es que ese fue el comienzo de su rompimiento definitivo con el régimen que hoy, cincuenta años después, cuestionan muchos en el mundo. Vargas Llosa fue dando el giro hasta el punto de que el otrora “entusiasta admirador” está matriculado con la derecha más reaccionaria de Latinoamérica y España. Está comprobado que Cuba fue un experimento que fracasó, igual que los movimientos armados, pero no puede juzgársele con la ligereza y simplicidad que lo hace el exilio cubano en Miami porque fue víctima de la desaparición de la Unión Soviética, de la perestroika, de la caída del muro de Berlín, del bloqueo norteamericano y del también fallido gobierno de Chávez.

Claro que en este siglo XXI Cuba necesita cambios sustanciales, con libertad y democracia, lo mismo que Venezuela y Nicaragua, pero con instituciones y gobiernos que tengan los vicios que sufren algunos países latinoamericanos.

Ojalá jamás suframos de castroenteris, la enfermedad que padece el exilio cubano de Miami, similar a nuestro castrochavismo.