28 de marzo de 2024

Colombia se impone a Argentina y dirigirá el banco de desarrollo regional CAF

5 de julio de 2021
5 de julio de 2021
Imagen La República

Eduard Ribas i Admetlla

Ciudad de México, 6 jul (EFE).- El Gobierno de Colombia se anotó este lunes un tanto frente al de Argentina al lograr la elección de su candidato Sergio Díaz-Granados como nuevo presidente del Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, el segundo organismo de este tipo más importante de la región.

Durante una reunión privada y semipresencial celebrada en el Palacio Nacional de México, los 19 países accionistas de la CAF eligieron por mayoría a Díaz-Granados, quien se impuso a su candidato rival, el argentino Christian Asinelli.

Díaz-Granados (Santa Marta, 1968), actual director por Colombia ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), asumirá el cargo el 1 de septiembre por un período de cinco años y sustituirá al peruano Luis Carranza, quien dimitió en marzo entre polémicas.

El colombiano presidirá el segundo banco de desarrollo más importante de Latinoamérica después del BID, que financia proyectos de integración y bienestar regional con 14.000 millones de dólares anuales.

La CAF, cuyas siglas responden a su anterior denominación como Corporación Andina de Fomento, tiene sede en Caracas y nació en 1968 conformada por los países andinos, pero poco a poco se sumaron otras naciones latinoamericanas, además de España y Portugal.

UN TANTO PARA COLOMBIA

«Nos complace la elección de nuestro candidato Sergio Díaz-Granados como nuevo presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), a quien le deseamos éxitos en su gestión. Gran noticia para el país y la región. Estamos seguros de contar con su apoyo en estos tiempos de pandemia», celebró en Twitter el presidente de Colombia, Iván Duque.

Y es que la postulación de Sergio Díaz-Granados fue una apuesta personal del mandatario colombiano, quien movilizó a su jefa de gabinete, María Paula Correa, para conseguir apoyos internacionales.

Aunque el resultado de la votación es secreto, Díaz-Granados partía como favorito con el respaldo de Gobiernos conservadores como el de Brasil, Ecuador, Perú, Uruguay, Paraguay y Panamá.

Los países andinos como Colombia tienen dos votos en la elección del presidente, mientras que el resto de países asociados cuentan con un voto.

Abogado de formación, Díaz-Granados fue ministro de Comercio, Industria y Turismo entre 2010 y 2013 en el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, y anteriormente había sido diputado.

También se le considera cercano al expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010).

Según ha trascendido en algunos medios, entre los planes de Díaz-Granados, quien será el primer colombiano al frente de la CAF, estaría sacar la sede del organismo de Venezuela.

SEGUNDO REVÉS PARA ARGENTINA

Aunque se le atribuía el aval de países como Bolivia, Venezuela, México, España y Portugal, Christian Asinelli, subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales para el Desarrollo en el Gobierno de Argentina, no logró hacerse con el puesto.

El ganador de las presidenciales peruanas, el izquierdista Pedro Castillo, había apoyado abiertamente a Asinelli, pero el retraso en su nombramiento benefició a Díaz-Granados, respaldado por la Administración saliente de Perú.

Esta derrota supone un segundo revés para el presidente argentino, el izquierdista Alberto Fernández, quien ha apostado en varias ocasiones por construir un eje progresista en América Latina.

El año pasado, Fernández postuló a su asesor Gustavo Béliz para evitar que Estados Unidos ganara la dirección del BID.

Sin embargo, ante la inminente victoria del candidato de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone, Argentina acabó retirando su candidatura.

NORMALIZACIÓN DE LA CAF

El nombramiento en septiembre de Díaz-Granados servirá para normalizar la situación de la CAF, cuyo liderazgo quedó interino en marzo tras la polémica dimisión del peruano Luis Carranza.

Durante la gestión de Carranza, iniciada en 2016, trascendieron acusaciones de despidos masivos y de acoso laboral en su contra, como denunció Alejandra Claros, excoordinadora de Secretaría de la organización.

En su carta de renuncia, Carranza criticó el «interés de politizar» el banco por parte de algunos países y denunció presiones de Argentina para que nombrara como vicepresidente a alguien que «no reunía las condiciones para el cargo». EFE