27 de marzo de 2024

¿Viajando en Navidad con el virus a bordo?

9 de diciembre de 2020
Por Fernando Escobar Giraldo
Por Fernando Escobar Giraldo
9 de diciembre de 2020

Me saludó diciendo mi nombre. Nos encontramos en uno de los pasillos del aeropuerto. Me preguntó cómo me encontraba. Le respondí que bien, con la misma amabilidad que él me saludó. ¿Todo bien contigo?, le pregunté. Me respondió que sí, que todo estaba bien con él y con su familia. Y preguntó por la mía. Después, sin apretón de manos, ni toque de codos, cada uno siguió su camino. Mi esfuerzo por saber de quién se trataba fue vano.

La escena es normal hoy en día, en este mundo enmascarado en que vivimos. La costumbre de ver rostros con rasgos orientales, europeos, latinos, en fin, se acabó, al menos por un tiempo, en la mayoría de aeropuertos del mundo. Y nos podemos cruzar con conocidos sin distinguirlos.

Y entre todos esos viajeros enmascarados, no dudo que hay algunos o de pronto muchos, contagiados con el virus de moda, quizás sin saberlo o tal vez con síntomas que prefieren no revelar para que no les impidan viajar o, más lejos aún, con plena conciencia de que están enfermos del COVID-19 pero no se detendrán para viajar.

Hasta la primera semana de noviembre, para viajar a Colombia era requisito hacerse la prueba previamente. Pero el gobierno del presidente Duque eliminó la restricción justamente cuando un mayor número de personas viaja al país con motivo de la Navidad.

La modificación establece que los requisitos previos al vuelo para los viajeros son:

  1. No presentar fiebre o síntomas respiratorios asociados con COVID-19; y
  1. Llenar la solicitud de «Check-Mig».

Estas disposiciones se realizan en el marco de la estrategia de Ensayo Selectivo Sostenible, Seguimiento y Aislamiento (PRASS).

Me preguntó cuánta gente dirá la verdad y cuántos entienden lo que es el llamado PRASS.

Exigir la prueba no era malo, la gente se había acostumbrado a esa idea y cumplía. Pero ahora, el asunto queda a la deriva, y reconocer a un contagiado dentro de un avión que va hacia Colombia, es casi imposible debido a la variedad de síntomas, algunos imperceptibles.

El gobierno colombiano mantiene cerradas las fronteras vía terrestre o fluvial, con países vecinos. Pero en realidad es en los aviones donde con mayor facilidad se puede transportar el virus, eso ya no requiere explicaciones adicionales.

Por es razón suenan un tanto ingenuas las recientes medidas, las cuales incluyo a continuación, para que usted lector, saque sus propias conclusiones.

Dice el gobierno:

Los viajeros también deben:

– Responder al estricto seguimiento y monitoreo que realizará la EPS o la Secretaría de Salud de la jurisdicción donde se encuentren. Esta medida se aplica tanto a los nacionales como a los extranjeros.

– Informar a estas instituciones si durante los 14 días posteriores a su viaje presentan síntomas sospechosos de COVID-19 y seguir las medidas indicadas, las cuales serán pagadas por los viajeros en caso de no estar asegurados.

– Si salen de Colombia, ingresar al aeropuerto con 3 horas de anticipación para abordar el vuelo, utilizar la máscara de entrada al terminal aéreo, durante el vuelo y en el puerto de llegada; y conocer todos los requisitos sanitarios del país de destino, como cuarentenas o pruebas.

Por su parte, las compañías aéreas deben:

– Informar a sus pasajeros que a su llegada a Colombia serán monitoreados por su aseguradora, el Ministerio de Salud o a través del Centro Nacional de Contacto de Seguimiento de la CCNR; y

– Recuerden a sus viajeros que el uso de una máscara es obligatorio para todos los mayores de dos años durante todo el vuelo, lo que también deben hacer los operadores de los aeropuertos.

Las consideraciones para el viaje a bordo incluyen:

– El nuevo acto administrativo, que modifica la Resolución 1627 de 2020, establece la obligatoriedad para las aerolíneas de designar un baño exclusivo para la tripulación, siempre y cuando haya suficientes para el uso de los viajeros y sin generar aglomeración. En tal caso, los baños deben ser asignados en función de la ubicación de los pasajeros.

– Los viajeros deben evitar en la medida de lo posible el uso del baño en los vuelos de menos de dos horas.

– Los viajeros deben llevar varias máscaras faciales para sustituirlas durante el viaje y permanecer en el asiento asignado durante el tiempo de vuelo.

– También se define que cuando haya espacio para distribuir alimentos, debe hacerse en recipientes sellados y preenvasados, y mediante la colocación de letras en el avión para evitar que los pasajeros de la misma fila coman al mismo tiempo. Además, en el caso de los vuelos de menos de dos horas de duración, las compañías aéreas deben abstenerse de realizar actividades de servicio a bordo.

– También se define la obligación de limpiar y desinfectar los servicios de entretenimiento a bordo después de cada vuelo; se prohíbe a los miembros de la tripulación compartir los artículos utilizados para las demostraciones de seguridad; y en caso de que un viajero presente síntomas asociados con el covid-19, deben ser aislados.

– Se sugiere que los viajeros guarden silencio en la medida de lo posible durante el viaje, ya que así se reduce el riesgo de transmisión durante el vuelo, que en cualquier caso sigue siendo bajo.

Hasta aquí las medidas. Algunas hasta divertidas, como la última. Perdón por la ironía.