19 de abril de 2024

Referentes cercanos motivarían a niñas en carreras STEM

27 de diciembre de 2020
27 de diciembre de 2020

Fomentar desde edades tempranas el gusto por carreras STEM –ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas–, mostrarles que ellas tienen las mismas capacidades que los hombres y crear más referentes cercanos en carreras de Ingeniería ayudaría a disminuir la brecha de género en este campo.

La profesora María Alejandra Guzmán, decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá y directora del Centro de Pensamiento para el Fortalecimiento del Liderazgo y del Empoderamiento de la Mujer Colombiana en STEM, también de UNAL, revela que en los últimos 10 años el promedio de estudiantes matriculados en carreras de la Facultad de Ingeniería de la Sede Bogotá son 80 % hombres y 20 % mujeres.

En algunas carreras, como Ingeniería Agrícola y Química, el panorama es ligeramente mejor, con un 65 % de hombres y 35 % de mujeres, pero en otras como Ingeniería Mecánica, Mecatrónica o de Sistemas y Computación, la relación ronda más del 90 % hombres y menos del 10 % mujeres. Durante 2019, en esta última carrera la brecha se aumentó, y de cada 100 estudiantes 93 eran hombres y apenas 7 mujeres. En estudios de doctorado la relación se ha mantenido en 75 y 25 %.

A raíz de estas cifras, investigadores y estudiantes de las Facultades de Ingeniería, de Minas y de la UNAL Sede Tumaco se articularon para crear el Centro de Pensamiento mencionado.

“No puede ser que a las hijas, nietas o sobrinas se les diga que la ciencia es cosa de hombres”, recalca la profesora Guzmán. Por eso agrega que “el Centro busca fortalecer el liderazgo y empoderamiento de la mujer en STEM a través de espacios de discusión para desarrollar propuestas de políticas públicas. Otro objetivo es crear una Red de Género en la cual se vinculen instituciones gubernamentales y la UNAL”.

En otras universidades

La profesora Laura Rodríguez, directora de la Oficina de Informática y Telecomunicaciones de la Universidad del Valle, comenta que en las 8 carreras de ingeniería que ofrece la Universidad, el promedio es un 70 % hombres y un 30 % de mujeres, e incluso hay casos como los programas de Tecnología Electrónica e Ingeniería Mecánica, en los que la relación es de 94 y 6 %.

“En cuanto a los docentes, hay casos como las Escuelas de Ingeniería Mecánica, Ingeniería Química e Ingeniería de Materiales, en las que hay máximo 2 profesoras en cada institución, aunque en términos de artículos científicos ellas jalonan la investigación”, destaca.

Las dos investigadoras concuerdan en que no se trata de incluir más mujeres porque sí, sino que se debe incentivar a que ellas se acerquen, por medio de referentes cercanos.

Al respecto, la profesora Amparo Camacho, directora académica de la División de Ingeniería de la Universidad del Norte, indica que es común pensar en las grandes científicas de la historia, pero que hacen falta otros modelos en los que se les muestren a las niñas que no deben tener capacidades extraordinarias para cursar carreas STEM.

La investigadora Melina Narváez, especialista en Políticas Públicas, explica que para que una niña opte por carreras STEM deben generarse espacios diversos como acercarlas al ajedrez o al fútbol, para que ellas sientan que pueden hacer lo que quieran.

En palabras de Roberto Hincapié, presidente de la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería (Acofi), se debe fortalecer el gusto orgánico de las niñas en estas carreras desde pequeñas, que se reconozca el desempeño por sus capacidades personales y no por diferencias artificiales.

Agencia de Noticias UN – Unimedios

Ejemplos en la industria

En el conversatorio “Mujeres en STEM”, organizado por el Centro de Pensamiento y la Facultad de Ingeniería de la UNAL, la arquitecta Nohora Arbeláez, líder de la iniciativa Women in Concrete Alliance, de la Cámara Colombiana del Cemento y el Concreto, en la que participan más de 50 organizaciones y facultades del país, incluida la UNAL, dice que la apertura de espacios de discusión es clave para llegar al Objetivo de Desarrollo Sostenible número cinco, que habla de la igualdad de género.