29 de marzo de 2024

¿En qué va el proyecto para construir Aerocafé?

5 de noviembre de 2020
Por José Miguel Alzate
Por José Miguel Alzate
5 de noviembre de 2020

En todo el Eje Cafetero hay expectativa sobre cuándo se iniciará la construcción de llamado Aeropuerto del Café, antes Aeropalestina, una obra que Caldas lleva casi treinta años esperando, y que según sus impulsores les abre mercados a nuestros productos y, además, servirá para afianzar la región como destino turístico toda vez que posibilita vender el Paisaje Cultural Cafetero como un atractivo que despierte el interés de los europeos y los norteamericanos. Después de que el presidente Iván Duque visitara los terrenos donde se tiene proyectado construir el aeropuerto, la esperanza de contar con una terminal aérea que permita vuelos internacionales desde Manizales renació entre los pobladores de este departamento.

¿En qué va este proyecto que las fuerzas vivas de Manizales ven como la oportunidad para que Caldas se convierta en una región competitiva, con posibilidades de un mayor crecimiento industrial? En esta crónica se los vamos a contar. La idea de aprovechar los terrenos de Palestina para construir un aeropuerto internacional salió de la mente del ingeniero Gustavo Robledo Isaza, un hombre visionario que vio en ese lugar la posibilidad de desarrollar un proyecto que mejoraría la comunicación aérea de Manizales. Convencido de que la ciudad necesita de un aeropuerto que la proyecte, empezó a hablar de los terrenos de Palestina como el punto indicado para construirlo.

¿Cuáles son los argumentos para convencer al Gobierno Nacional de que le inyecte recursos a este proyecto? Según un estudio hecho por una comisión de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, su capacidad de carga. Ese estudio estableció que, mientras desde El Dorado un avión Boeing 747 levanta 83 mil libras de carga, en Aerocafé levantaría vuelo con 111 mil libras, superando en un 33 por ciento a Bogotá. En la comparación con el aeropuerto de Rionegro, la diferencia sería mayor. En este terminal aéreo el mismo avión levanta 75 mil libras. Este solo hecho permite que los costos de operación de los aviones sean menores y, en consecuencia, las tarifas para transporte de carga sean más favorables.

El otro argumento de peso lo expuso Gustavo Robledo Isaza en una carta enviada a la revista Semana. Allí dijo que había que insistir ante el Gobierno Nacional en las bondades de este proyecto. Señaló que el sitio donde se está construyendo ofrece una “zona trapezoidal de planeo de más de ocho kilómetros hacia el sur que permite giros amplísimos a izquierda y derecha para decolar o aterrizar sin ningún peligro”. Dijo también que estudios meteorológicos realizados con vigilancia de la Aeronáutica Civil demostraron que, por carecer de vientos cruzados, Aerocafé podría operar las 24 horas. Y por quedar ubicado sobre una extensa meseta facilita su operación aérea en ambos sentidos, debido también al despeje montañoso.

El ingeniero Gonzalo Duque Escobar sostiene que con una pista de cuatro mil metros Aerocafé puede complementar a los aeropuertos El Dorado y José María Córdoba, “funcionando en red desde el centro de las Américas y desde la Región Andina de Colombia”. Argumenta que operando desde Aerocafé un avión Jumbo puede realizar un vuelo transoceánico con tarifas inferiores en un 49% a las del José María Córdoba y un 36% a las de El Dorado. Ello debido a que las aeronaves no necesitarían hacer escala en Caracas o en Guayaquil para aprovisionarse de combustible. Desde el aeropuerto de Matecaña no se puede volar directo a Europa, ni a Canadá ni a la China. Desde Aerocafé se puede llegar sin escalas a esos destinos.

Que de este aeropuerto salgan vuelos directos a Europa o al Asia depende de que se construya una pista superior a los cuatro mil metros, que permitan el aterrizaje y decolaje de aviones de cabina ensanchada. Esa posibilidad está contemplada en la tercera etapa del proyecto. La licitación que saldrá en los primeros meses del próximo año es solo para una pista de 1.460 metros, que permite el aterrizaje de aviones pequeños, tipo ATR 42. Para esta primera etapa se cuenta con 350 mil millones de pesos aportados por el Gobierno Nacional, de los cuales 100 mil millones ya se encuentra depositados en el Patrimonio Autónomo constituido para sacar adelante el proyecto. Los otros 250 mil millones están incluido en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, viabilizados por Planeación Nacional.

¿En qué va el proceso para la construcción? Para garantizar la conectividad terrestre a la terminal, la Gobernación de Caldas asume, a un costo de 59 mil 200 millones de pesos, la construcción del acceso vial, con una intersección a desnivel. Autopistas del Café le propuso a la Agencia Nacional de Infraestructura la construcción de una intersección con glorieta elevada, de corte vanguardista, para facilitar la interacción entre Pereira, Manizales, Chinchiná y Palestina, que se financiaría con excedentes de los peajes. Y en un convenio firmado entre Intercolombia, la Aerocivil y Aerocafé, se trabaja en la reubicación de la línea de alta tensión que atraviesa el sector donde va a quedar la pista; se construye la línea subterránea del tramo de línea Enea – La Esmeralda, de 230 KVA.

El proyecto ya cuenta con estudios y diseños de conformación de pista en fase III. Complementario a esto, tiene los diseños arquitectónicos en fase II y estructurales e Hidrosanitarios de la infraestructura de tierra. Además los estudios de operación aérea, de modelación de ruido y de Vientos. También cuenta con el diseño de balizamiento y señalización de pista, la licencia ambiental de la etapa I, el diseño de pavimentos, el estudio se seguridad operacional y el de gestión integral de espacio aéreo. Y en convenio con Findeter, se realizó el estudio de factibilidad socioeconómica y su impacto en el desarrollo regional. Todo esto demuestra que la obra está caminando. Y que el compromiso tanto del Gobierno Nacional como de la Gobernación de Caldas y el Municipio de Manizales está dando frutos.

Gonzalo Duque Escobar sostiene que Aerocafé debe concebirse como un proyecto de impacto regional, como complemento para los aeropuertos Matecaña de Pereira y El Edén, de Armenia. En su concepto, esa sería la fórmula para hacer viable el paisaje Cultural Cafetero. Dice que, por su ubicación estratégica, Aerocafé debe proyectarse como un aeropuerto de bajo costo, de carga pesada, con operaciones transoceánicas y “como nicho para una plataforma logística del modo aéreo de gran proyección, en el Eje Cafetero”. Sin embargo, aunque reconoce que es una obra fundamental para hacer de Caldas un departamento competitivo sugiere que su construcción debe hacerse a través de una Asociación Publico Privada (APP), y no con recursos públicos.

La gerente de Aerocafé, la ingeniera Amparo Sánchez, es optimista sobre los avances que se han logrado hasta el momento para hacer realidad la construcción de este aeropuerto que le permitiría a la región disponer de transporte aéreo las 24 horas al día y, sobre todo, no sufrir los cierres constantes de La Nubia, que obliga a los pasajeros a desplazarse hasta Pereira para tomar un vuelo. Dice que los estudios hechos por las firmas Setec de Francia en el 2017 y Aertec de España en el 2020, concluyen que en el año diez de estar en operación Aerocafé estará movilizando un millón de pasajeros por año. Añade que, en la etapa de construcción, la obra estará generando 1.800 empleos directos, y que las proyecciones a treinta años de estar en operación son 5.600 puestos de trabajo.

El cronista tuvo conocimiento de que la empresa Fibercell Internacional, con sede en México, presentó a la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, una propuesta para construir ellos, en concesión, este aeropuerto, con una pista de 4.360 metros, apta para operación de aviones Jumbo. Leonardo Alzate López, ingeniero manizaleño, su presidente, dijo en una rueda de prensa convocada para dar a conocer el proyecto, que están en capacidad de ejecutar la obra en dos años, a un costo de 690 millones de dólares. Sostiene que conocen los suelos donde se va a construir el aeropuerto y, por lo tanto, la empresa puede garantizar la estabilización de los terrenos. Dice tener el respaldo financiero para la ejecución de los trabajos.

“Aerocafé estará ubicado en el centro de la conurbación Cali-Pereira- Medellín, un territorio en donde en un radio de 200 kilómetros habitan 23 millones de habitantes, que generan el 64% del PIB de Colombia”, dijo en su intervención el ingeniero Alzate López. El proyecto presentado contempla construir dos pistas elevadas, en concreto de alta resistencia, y un edifico moderno con centro comercial. Señala que en un año el aeropuerto estará movilizando un millón de pasajeros. Solicitó voluntad política para que el gobierno acoja su propuesta. Reconoce que el tiempo corre en su contra porque la fase I para su construcción está próxima a salir a licitación. Dice que para ejecutar la obra, el gobierno le entregaría los terrenos que son de su propiedad y entraría como socio de la concesión con el 20%.