28 de marzo de 2024

En el 2020 se generó una pérdida de siete meses de aprendizaje de los estudiantes

20 de noviembre de 2020
20 de noviembre de 2020

Bogotá, noviembre de 2020 La vida de los padres de familia dio un giro inesperado en este año, pues ahora más que nunca están pendientes del progreso educativo de sus hijos, monitoreando sus clases virtuales y apoyándolos para que este nuevo formato virtual funcione.

Nadie esperaba que 2020 se convirtiera en un año de cambios trascendentales en la forma de trabajar, estudiar e incluso de divertirnos. La tecnología ha sido de gran ayuda, por no decir que es la fuente primordial para todo lo que hacemos en estos tiempos.

Sin embargo, según investigaciones recientes por la consultora McKinsey, indica que este año pudo generar una pérdida de siete meses en el aprendizaje de los estudiantes. Además, el Banco Mundial en octubre informó que, tras los cierres de las escuelas, existe pérdidas de aprendizaje equivalentes a entre un tercio y un año completo de escolaridad.

Todo esto levanta las alarmas no sólo para los padres de familia, sino también para los entes educativos. Pues es necesario fortalecer los mecanismos, tecnología y metodología de aprendizaje a distancia y presenciales, apoyados de nuevos modelos.

Así lo afirma Emanuela Di Gropello, Gerente de Educación para América Latina del Banco Mundial quien indica que “esta crisis puede también ser una oportunidad para fortalecer los sistemas educativos, mediante la construcción de un sistema más resiliente y flexible a las necesidades de los alumnos”.

Esta situación ha llevado a expertos del mundo de la educación, de la salud, de la equidad y de la igualdad de género a ver en la tecnología una posibilidad para hacer frente a esta situación. En concreto, en el uso de plataformas de educación virtual para apoyar el proceso formativo de los escolares, ya sea desde sus casas o en sus colegios. Así, la educación tecnológica está demostrando que el aprendizaje en línea puede ser altamente eficiente en la situación actual, por lo que los docentes se están abriendo a descubrir la forma en que estas herramientas se convierten en aliados que facilitan su trabajo y que les permiten dedicar tiempo a lo que mejor hacen: transmitir conocimiento, captar las dudas y estados de ánimo de sus alumnos.

“Hoy en día existen altas expectativas sobre las probabilidades de que las plataformas de educación virtual comiencen a integrarse más y más en los formatos educativos tradicionales, un salto enorme para que cada estudiante pueda reforzar sus estudios desde cualquier lugar”, comenta Javier Arroyo, cofundador de Smartick.

Así como existen plataformas para grandes donde aprenden nuevos idiomas como Duolingo o quienes están explorando nuevas áreas de estudio que utilizan cursos virtuales como Platzi. También existen soluciones para acompañar a los niños y niñas a impulsar el aprendizaje de las matemáticas a temprana edad, como Smartick con su novedosa metodología virtual.

Hoy las escuelas, colegios y universidades están pensando en cómo incorporar progresivamente las diferentes herramientas digitales a los modelos que manejan en sus centros educativos. Según una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas en España (CIS), los niños están empezando a utilizar la tecnología a una edad cada vez más temprana, donde el 29,7% de los niños tienen su primer Smartphone a los 10 años. Aunque muy seguramente desde mucho antes tienen acceso a la tecnología a través de sus padres, está creciendo una generación de nativos digitales, con nuevas necesidades, exigencias y frente a un mundo más diversificado y tecnológico.

“Estimamos que la educación virtual se convierta en parte esencial en la vida de cualquier estudiante en el mundo, sin perder la experiencia presencial, los momentos y la interacción con otros”, agrega Arroyo.

Para el caso de Smartick, durante este año en Colombia más de 300 mil niños y niñas han probado la plataforma que brinda herramientas didácticas y efectivas para la educación de los niños en casa y su aprendizaje en matemáticas. Lo hace a través de una metodología de tan solo 15 minutos al día la cual comprende el estilo de aprendizaje de cada alumno y le diseña un plan de estudio completamente personalizado según sus necesidades gracias a la inclusión de la más avanzada inteligencia artificial en el proceso.