29 de marzo de 2024

A la baja Luis Carlos y Carlos Mario.

4 de noviembre de 2020
Por Alejandro Loaiza Salazar
Por Alejandro Loaiza Salazar
4 de noviembre de 2020

Si una encuesta es una foto, así como las fotos, mirar varias encuestas en el tiempo nos deja ver con claridad las tendencias que se van marcando, tanto como las huellas en el rostro que muestra una imagen retratada en puntos diferentes del tiempo.

Esta semana fueron presentadas al país dos encuestas, la primera de ellas realizada por la firma Cifras y Conceptos, mientras que la segunda por Invamer. Solo la primera tiene en cuenta dentro de su muestra poblacional la ciudad de Manizales, y por ende arroja resultados de esta ciudad para calificar tanto al Alcalde de nuestra capital como al Gobernador del Departamento.

Lo primero que habría que decir, es que Duque regresa a pasos acelerados a la realidad política que disfrazo la burbuja indicada por las encuestas en pandemia, es claro para la gran mayoría de los encuestados que gobernar este país le está quedando muy difícil al joven e inexperto Presidente.

Aunque con la intensión, pero no con el espacio suficiente para hacer de esta columna un escrito medianamente digerible, pasaremos por alto el análisis de las encuestas frente al gobierno Duque, además sobran los expertos nacionales para hacer esta reflexión.

Sin embargo, en lo regional que es lo que nos atañe, nos concentraremos un poco más en leer entre líneas lo que nos dice la reciente encuesta.

Aunque la firma Cifras y Conceptos solo presenta una calificación porcentual de la favorabilidad de ambos gobernantes, ello nos obliga a comparar lo que anteriores encuestas por parte de esta misma firma han indicado.

Indiscutiblemente, y según los expertos quienes afirman que lo realmente importante de este tipo de encuestas son las tendencias, ambos gobernantes tienen una marcada tendencia hacia la baja, por supuesto mucho más acentuada en el caso del Alcalde Carlos Mario, quien esta bordeando el límite en donde la desfavorabilidad es más alta que la aceptación, tal vez con ello reflejando la sensación generalizada en la ciudad de las improvisaciones y torpezas cometidas por el burgomaestre.

En el caso de ambos gobernantes, los cuales fueron elegidos con notables votaciones, su inicio de periodo fue una luna de miel con la ciudadanía, junto con un manejo populista de la pandemia, el cual genero la sensación entre los Manizaleños y Caldenses que las cosas estaban marchando bien. Hoy tanto Caldas como Manizales tienen algunas de las cifras de rebrote más altas del país, con una ocupación de las UCIs bastante preocupante, y sin duda esto cala poco a poco en la opinión del ciudadano.

Pero no siendo esto suficiente, pareciera que ambos gobernantes no han entendido que algunas dinámicas políticas con las que iniciaron sus administraciones no pueden permanecer en el tiempo.

En el caso del Alcalde tanto los medios de comunicación, como el mismo, se han encargado de presentarles a los manizaleños un claro ejemplo de improvisación, con sus constantes cambios en el gabinete, soberbia ante decisiones como la del alumbrado navideño, y en algunos casos petulancia que roza con torpeza, como los injustificados incrementos salariales a sus funcionarios.

Por el lado del Gobernador, y aunque en general uno podría decir que su administración no evidencia manejos negativos, su empeño en sacar adelante un megaproyecto como el de AeroCafe, que con la visita del Presidente Duque quedo claro que sigue aun bastante lejos de ser la terminal aérea que fue pensada, le genera un profundo desgaste, si algunos depositaban algo de confianza en este gobierno para sacar adelante dicho proyecto, estas esperanzas se desmoronan pues los problemas técnicos y presupuestales son mas y mayores con el paso de los días.

Pero más aun, en un departamento como el nuestro, la gobernación nunca había estado políticamente atada a un solo grupo político. Tradicionalmente diferentes fuerzas políticas apalancaban a nivel nacional y departamental la favorabilidad de los Gobernadores, pareciese que el actual gobernador está haciendo a un lado estas fuerzas en procura de fortalecer políticamente a una sola familia (se está quedando con una sola voz política en Caldas, que como todas solo es escuchada por un segmento de la población, requiere más aliados). Además, seria de ciegos no creer que el alcance mediático de algunas de las denuncias del Diputado Camilo Gaviria no han ido socavando también el peso político del Gobernador.

Con todo ello y aunque tal vez estuviéramos equivocados en el análisis, lo que es cierto es que ambos gobernantes deberán revaluar más pronto que tarde, si es que quieren mantener niveles favorables de imagen, su forma de administrar y ejercer la política desde sus cargos. Urge un alto en el camino y ambos requieren de más y mejores aliados.

Twitter: @AlejandroLSFD