28 de abril de 2025

Zonas susceptibles de riesgo de deslizamientos en masa en la capital de Caldas Modelo optimizaría alertas tempranas ante riesgo de deslizamientos

7 de julio de 2020
7 de julio de 2020

Esta propuesta de caracterización de terrenos incluye estrategias para identificar las zonas susceptibles de amenazas, vulnerabilidad y riesgo de deslizamientos en masa en la capital de Caldas.

En Manizales los suelos susceptibles a deslizamientos se activan en los periodos de lluvias, que se dan entre abril y mayo; octubre y noviembre.

Estos suelos hoy son monitoreados con la estrategia “semáforo”, que se basa en los datos históricos de la relación lluvias-deslizamientos registrados por la Red de Estaciones Meteorológicas de Manizales, que recibe en tiempo real la información de precipitación, temperatura, humedad y velocidad del viento.

El sistema de alertas tempranas diseñado por el Grupo de Investigación en Matemática Aplicada, liderado por el docente Gerard Olivar, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, se basa en un modelo de movimiento en masa que incluye el estudio de tres capas de la tierra.

“La primera capa –o estrato– está ubicada cerca de la superficie del suelo y normalmente presenta cobertura vegetal; la segunda es donde se da la acumulación de agua y se deposita como nivel de agua subterránea, y la tercera, que es la roca de características poco permeables”, explicó el docente.

Para el estudio se seleccionó un área aproximada de 367 km2 de la comuna Ciudadela del Norte de Manizales, con una temperatura promedio de 26 °C y una humedad relativa de 82 %. Esta zona está en un asentamiento sobre un terreno de alta amenaza de deslizamiento.

Según el docente, la información de la “precipitación” es el parámetro más determinante dentro del modelo propuesto, “ya que el aumento de la lluvia es proporcional a la disminución en la cohesión de la tierra, que a su vez disminuye la resistencia debilitando el factor de seguridad y llegando a producir deslizamientos superficiales”.

También se tomó como medida la “duración de las lluvias”, ya que este valor causa un aumento en el nivel de aguas subterráneas incrementando la presión en la superficie de la tierra y produciendo movimientos de masa profundos.

El modelo permite identificar los atributos más importantes directamente relacionados con la responsabilidad de la inestabilidad del terreno, como intensidad de lluvia y lluvias de larga duración, que aumentan el nivel de aguas subterráneas y la topografía del terreno.

Así mismo, el modelo representa un aporte para mejorar la prevención de desastres, por lo que “requiere la participación de las universidades para que se generen proyectos que apunten a la caracterización de las propiedades del suelo de las laderas consideradas de alto riesgo y que se ubican cerca a las poblaciones, y a su vez implica la adquisición de instrumentación”, señaló el docente.

Agencia de Noticias UN – Unimedios