Máxima expresión, cocrear, exclusivo, corrompido-a, que galicado
Quisquillas de alguna importancia
Es imposible que todas las palabras formadas con prefijos tengan entrada en los diccionarios. La razón es obvia.
La siguiente, una contradicción en los términos: “…la misma (la actividad humana) que se vio reducida a su máxima expresión a partir de medidas de confinamiento obligatorio…” (LA PATRIA, Voz del lector. Carlos Arturo Barco Alzate, 1/7/2020). ‘Contradicción’, digo, porque el verbo ‘reducir’ implica ‘disminución, aminoramiento, apocamiento’. Y el adjetivo ‘máximo-a’ entraña ‘crecimiento, mejoría’, y esto, de manera extraordinaria. Es, pues, un absurdo decir ‘reducir algo a su máxima expresión’. ‘Aumentar algo a su máxima expresión’, quizás, pero éste no es el caso. La locución consagrada es ‘reducir algo a su mínima expresión’, es decir, ‘disminuirla tanto como sea posible’, que fue, tal vez, lo que el corresponsal quiso aplicar a la ‘actividad humana’ en esta época de inesperada crisis. ***
Comunicado de la alcaldía de Manizales: “En una decisión de ciudad, co-creada con directivas de instituciones educativas públicas, privadas y padres de familia, la Alcaldía de Manizales le informa a la ciudadanía que los colegios continuarán con la virtualidad en lo que resta del año escolar 2020” (6/7/2020). El encargado de redactar este comunicado forjó el verbo ‘cocrear’ –que no se encuentra en los diccionarios, pero que está bien formado (del prefijo ‘co-’ y el verbo ‘crear’)–, que quiere decir, ‘idear algo entre varias personas’. Y esto está bien. Pero no acertó en dos aspectos: el primero, el guion: los prefijos van siempre pegados a la palabra que acompañan (‘autocuidado, preexistente, anticorrupción’); el segundo, el empleo de la preposición ‘con’, que hace pleonástica la expresión, pues ‘cocrear’ significa ‘crear con’. La redacción debió, por tanto, ser modificada, así: “En una decisión de ciudad, creada con directivas…”. O, con el verbo ideado, de esta manera: “La alcaldía de Manizales, directivas de instituciones educativas públicas (…) cocrearon una decisión de ciudad, por medio de la cual se informa…”. U otro giro parecido, aunque, seguramente, farragoso también e innecesario. Nota: es imposible que todas las palabras formadas con prefijos tengan entrada en los diccionarios. La razón es obvia. ***
Insisto en la utilización justa de las preposiciones, pues cada una tiene su oficio en la oración, oficio que, con algunas excepciones, es exclusivo, es decir, que no se puede intercambiar. En el ejemplo siguiente, su autor le asignó a la preposición ‘a’ el oficio de la preposición ‘de’: “Solo que la indisciplina que nos achacan no es exclusiva al departamento, ya quisiéramos”. (El Tiempo, Thierry Ways, 2/7/2020). “…no es exclusiva del departamento…”, porque este complemento es genitivo, a saber, de posesión o pertenencia, que se introduce siempre con la preposición ‘de’. Elemental. La preposición ‘a’ indica, generalmente, ‘tendencia’ o ‘dirección a o hacia’. Por esto, no decimos ‘camisa a rayas’, sino ‘camisa de rayas’, ni ‘motor a gasolina’, sino ‘de gasolina’. ***.
¡Por fin! Por fin leí un artículo en el que, cuando el caso lo pedía, su redactora no echó mano del manido y manoseado participio irregular del verbo corromper, ‘corrupto’, sino del regular, adjetivo en este texto, ‘corrompido’: “…y sus incontestables vínculos con narcotraficantes y servidores públicos corrompidos” (El Tiempo, Margarita Rosa de Francisco, 2/7/2020). Aludía a los paramilitares. “Narcotraficantes y servidores públicos corrompidos”. Más expresivo. ¡Qué bueno sería que encontrara imitadores! ***
En su infinita bondad, la Academia de la Lengua le impartió su bendición al ‘que galicado’ (el ‘que’ contrapuesto mediante el verbo ser a adverbios y complementos’) en la siguiente información: “Las construcciones de ‘que galicado’ son características del español americano, en el que se documentan en todos los registros” (Nueva gramática de la lengua española, Manual, 40.5.4). Según esto, es castiza la siguiente construcción: “…es en eso que reside el carácter creativo de la política” (El Tiempo, Sergio Ramírez, 25/6/2020). Para mí, aferrado a la enseñanza tradicional, es incorrecta y cacofónica. Para evitarla, y para obviar el circunloquio ‘en lo que’, pudo ser redactada así: “En eso reside…”. Simple.