21 de abril de 2025

HOMO SAPIENS

7 de julio de 2020
Por Miguel Ángel Hoyos Zuluaga
Por Miguel Ángel Hoyos Zuluaga
7 de julio de 2020

Los orígenes de nuestra especie han estado desde siempre rodeados de un cierto misterio, generando numerosos interrogantes entre quienes intentan descifrarlos. La incógnita ha perdurado, debido sobre todo, a la escasez de restos fósiles que permitan acceder a una información amplia y contrastada. Por lo tanto, pese a que el origen de los humanos anatómicamente modernos se ha debatido durante largas décadas, el lugar y la fecha aproximada donde surgieron, siguen siendo fuente de múltiples debates.

Si lo vemos desde una percepción (homo Sapiens). Lo hemos analizado de distintas maneras, pero la verdad nadie sabe realmente como se originó el hombre y esto se debe a una razón tangible, el hombre nació para evolucionar pero con la valija desocupada, porque cuando empezó con sus  etapas evolutivas, no tenía conocimiento de   a dónde iba a llegar o a dónde la ciencia lo estaba encaminando. Por eso existe la hipótesis de que el hombre evolucionó, hablándolo físicamente.

De humanos a Omnipotentes: Para hablar de este tema, quisiera referirme a lo que expresa el autor del libro Animales a Dioses, el señor Harari. En cuanto al objetivo de su libro, la decadencia de una sociedad está basada en contaminar y en desprestigiar al que no le sirve, también se refiere a que el ser humano llegó al mundo pisando duro y sin nada de humildad. Por lo visto el que se da crédito de todo, es aquel insuperable que todo lo puede.

Por eso los humanos tenemos tendencia a ser arrogantes al querer fingir que tenemos la verdad por encima de los demás.

Formar parte de ese paradigma no genera superación, más bien produce frustración al no ser como quiero ser. Quedar con ese vestigio es para el ser humano un castigo grande, por esa misma prepotencia. No son conjeturas, son realidades de una sociedad poco educada y de escasas  lecciones de vida.

En fin, la precocidad humana es impredecible, hoy queremos mucho y mañana queremos más, el materialismo nos invade en las entrañas de nuestro ser.

De omnipotentes a Dioses: La prepotencia de fingir ser “Dioses”. El hombre ha desatinado su destino, eso equivale a que la evolución se masificó para despersonalizar su sexo. En torno a la humanidad entera; eso sería la respuesta de un ego que contribuye a la negación de las tiranías en el mundo.

Dios, Agnosticismo y ateísmo: Un tema de mucha adrenalina, convocar estas tres instancias es un debate de nunca acabar, por lo que a mí respecta, ser creyente o no serlo no es un problema si no un alivio, que lo llamaría libertad. Validar una religión consciente de dónde vengo, lo puedo mirar retrospectivamente por una razón lógica, tengo uso de razón; mientras que otros tienen una afición por la religión y el credo. Por eso al hombre lo hacen ver el “DIOS”, del Universo, Tácitamente eso es la religión Católica.

Si lo vemos desde muy afuera, la doctrina hacia ese “DIOS” es dar por hecho que los teólogos han determinado el fin de una discusión pero no el fin de una evolución, porque la ciencia no ha dado el dictamen final.

El mismo Harari es ateo y determina que sus ideas son desapasionadas y no revolucionarias, dice que se aleja de toda ideología, por consiguiente es muy consultado por Obama, Zuckerberg y otros personajes. Su razón definitiva para publicar Animales a Dioses es que es “ahora o Nunca”. El pasado no perdona ni premian a los reincidentes, desde esa perspectiva no da lugar a que mejore la humanidad. Por eso estamos sujetos a endiosarnos y a la vez a convertirnos en parte de ese hombre inmortal que siempre va a estar en el interior de sus congéneres “DIOS”.

Globalización a Capitalismo: Este es otro tema en donde el hombre ha hecho sus fechorías a favor de sus intereses, la humanidad está compitiendo cada día y a cada segundo. La especie humana no evolucionó si no que involucionó por sus actitudes bélicas y peyorativas. En la humanidad se ha invertido más en guerras que en obras sociales, impulsados por el pensamiento de una minoría capitalista y de una sociedad que tiene como oficio acaparar todo para tener más.

Como dice un aforismo, “es mucho más urgente poner honorable la pobreza, que proscribir la opulencia.” Pero en la humanidad cambiaron los términos, hicieron honorable la opulencia y la pobreza la convirtieron en su máquina, en un autómata para legitimar su poder y  apabullar al desprotegido.